MARTES, 5 de noviembre de 2024 (HealthDay News) -- Los tratamientos actuales a veces no logran ayudar a las personas con una degeneración macular "húmeda" relacionada con la edad, y los investigadores ahora creen saber por qué.
La DMAE húmeda es causada por un crecimiento excesivo de los vasos sanguíneos de la retina, el tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo. Los vasos filtran líquido o sangran, dañando la retina y causando pérdida de la visión.
Para combatir esto, los médicos recetan medicamentos que retrasan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, llamados medicamentos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular).
Desafortunadamente, estos medicamentos anti-VEGF podrían obstaculizar las mejoras de la visión al desencadenar la sobreexpresión de una segunda proteína relacionada con los vasos sanguíneos, según han descubierto los investigadores.
Esta segunda proteína, ANGPTL4, también puede estimular la sobreproducción de vasos sanguíneos anormales en la retina, reportaron los investigadores en la edición del 4 de noviembre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Estos hallazgos podrían explicar por qué menos de la mitad de los pacientes que reciben inyecciones oculares mensuales contra el VEGF terminan mostrando mejoras importantes en su visión, apuntaron los investigadores.
"Hemos reportado previamente que ANGPTL4 aumentó en los pacientes que no respondieron bien al tratamiento anti-VEGF", señaló el investigador , el Dr. Akrit Sodhi, profesor asociado de oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
"Lo que observamos en este artículo fue un aumento paradójico de ANGPTL4 en los pacientes que recibieron inyecciones de anti-VEGF, la terapia anti-VEGF en sí activó la expresión de esta proteína", comentó Sodhi en un comunicado de prensa de la Hopkins.
En el estudio, los investigadores compararon los niveles de VEGF y ANGPTL4 en el líquido ocular de 52 pacientes con DMAE húmeda, todos los cuales recibían tratamientos anti-VEGF.
Después del tratamiento anti-VEGF, sus niveles de VEGF disminuyeron, pero sus niveles de ANGPTL4 aumentaron. Esa actividad ANGPTL4 podría promover un crecimiento excesivo de los vasos sanguíneos más dañino, apuntaron los investigadores.
Luego, el equipo investigó formas de limitar los niveles de ANGPTL4, utilizando un medicamento experimental en ratones con DMAE húmeda.
El fármaco disminuye los niveles de una tercera proteína, HIF-4, que se sabe que está involucrada en la DMAE húmeda al promover la producción de VEGF.
El fármaco también redujo los niveles de VEGF y ANGPTL4 en ratones, y limitó el crecimiento excesivo de los vasos sanguíneos, encontraron los investigadores.
Los resultados mostraron que la combinación del fármaco experimental con los medicamentos anti-VEGF existentes resultó más eficaz que cualquiera de los fármacos solos en ratones.
"Este trabajo expone una forma de mejorar la terapia anti-VEGF para todos los pacientes y potencialmente ayudar a un subconjunto de pacientes con DMAE húmeda que aún pierden la visión con el tiempo a pesar del tratamiento", dijo Sodhi. "Nuestra esperanza es que este [proyecto] promueva los tres objetivos que tenemos relacionados con la DMAE húmeda: hacer que las terapias actuales sean lo más efectivas posible, identificar nuevas terapias y evitar que las personas se contagien de DMAE húmeda".
Más información
La Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology) ofrece más información sobre la degeneración macular relacionada con la edad.
FUENTE: Johns Hopkins Medicine, comunicado de prensa, 4 de noviembre de 2024