VIERNES, 1 de noviembre de 2024 (HealthDay News) -- Las personas con más dinero y mejor educación tienen un riesgo más bajo de desarrollar demencia a medida que envejecen, muestra un estudio reciente.
Las personas con antecedentes aventajados son menos propensas a desarrollar un deterioro cognitivo leve, y a progresar de ahí a la demencia, encontraron los investigadores.
También tienen más probabilidades de defenderse de un deterioro cognitivo leve y de volver a una función cerebral saludable, según el estudio, que aparece en la edición del 1 de noviembre de la revista Scientific Reports.
"Nuestro estudio resalta el papel crítico de la riqueza, la educación y la ocupación no solo en la reducción del riesgo de transición de un deterioro cognitivo leve a la demencia, sino también en el aumento de las probabilidades de revertir el deterioro cognitivo a un estado cognitivo saludable, lo cual es prometedor", señaló la investigadora sénior, Dorina Cadar, investigadora principal honoraria en demencia del Departamento de Ciencias Conductuales y Salud del Colegio Universitario de Londres (UCL).
En el estudio, los investigadores siguieron a más de 8,400 adultos a partir de 50 años durante más de una década, para examinar cómo la riqueza y la educación se asocian con el declive de la función cerebral relacionado con la edad.
Encontraron que las personas mayores con educación universitaria tienen un 43 por ciento menos de probabilidades de tener un deterioro cognitivo leve, mostraron los resultados.
Además, estar en el tercio más rico de la población se vincula con un riesgo un 26 por ciento más bajo de avanzar de un deterioro cognitivo leve a una demencia en toda regla, apuntó la investigación.
Los resultados también mostraron que las personas aventajadas tienen más probabilidades de recuperarse de un deterioro cognitivo leve y recuperar el juicio.
Las personas adineradas tenían un 56 por ciento más de probabilidades de desprenderse del deterioro cognitivo leve, mientras que las que tenían un título universitario tenían un 81 por ciento más de probabilidades, muestran los resultados.
"Esta recuperación potencial es crítica para mejorar la calidad de vida en los años posteriores", dijo Cadar en un comunicado de prensa de la UCL.
"Nuestros hallazgos resaltan el potencial poder protector de la estabilidad financiera y el acceso a los recursos para promover la salud cerebral y la resiliencia cognitiva, lo que subraya la importancia de las políticas sociales que respaldan el bienestar mental y cognitivo en todos los niveles de ingresos", concluyó Cadar.
Sin embargo, los investigadores no pudieron decir exactamente por qué la riqueza y la educación podrían ayudar a la salud del cerebro.
"Es posible que la educación y los trabajos intelectualmente exigentes proporcionen más estimulación mental y ayuden a construir una reserva cerebral más fuerte para ayudar a proteger a los individuos contra el deterioro cognitivo y la demencia", señaló el investigador principal, Aswathikutty Gireesh, candidato doctoral del Colegio Universitario de Londres.
"Además, las personas con educación superior, trabajos intelectualmente más exigentes y riqueza tienen un mejor acceso a la atención médica y a los recursos que promueven la salud, como una dieta nutritiva, el ejercicio y la atención preventiva, todo lo cual puede respaldar la salud cognitiva", añadió Gireesh. "Estos recursos también podrían ofrecer oportunidades para estabilizar o mejorar la función cognitiva, especialmente cuando el deterioro cognitivo se detecta temprano".
Más información
La Facultad de Medicina de Harvard ofrece más información sobre cómo evitar el deterioro cognitivo leve.
FUENTE: University College London, comunicado de prensa, 1 de noviembre de 2024