Estrategias para frenar una discusión acalorada
- Los expertos recomiendan concentrarse en el problema, no en la persona. Además, no aludir a temas del pasado.
- Evitar frases como “tú siempre” o “nunca escuchas” reduce el riesgo de intensificar el conflicto.
- Abordar el problema con empatía y ofrecer soluciones conjuntas ayuda a crear una conversación productiva.
Lo esencial: las discusiones son comunes en relaciones cercanas, pero pueden gestionarse para evitar una escalada. Matt Abrahams, de la Universidad de Stanford, y otros expertos, recomiendan técnicas como mantener la calma, evitar lenguaje acusatorio, y recurrir a frases de acercamiento, como “ayúdame a entender” o “vamos a resolverlo juntos”. Asimismo, es fundamental prestar atención al lenguaje corporal, tono de voz y recordar que un conflicto puede resolverse cuando ambas partes se enfocan en comprender al otro y no en ganar la discusión.
Por qué importa: mejorar la comunicación en situaciones tensas reduce el desgaste emocional en relaciones personales y profesionales.
- Las frases adecuadas fomentan el diálogo en lugar de la confrontación.
- Evitar discusiones intensas ayuda a mantener vínculos sanos y productivos.
- Los conflictos resueltos fortalecen la confianza y empatía entre las personas.
La importancia de saber frenar a tiempo
Los conflictos forman parte de cualquier vínculo cercano. En situaciones tensas, una discusión puede intensificarse rápidamente, dificultando una comunicación efectiva y productiva. Contar con frases que ayuden a calmar el clima puede ser útil para mantener el diálogo en buenos términos, propiciar una solución o, al menos, una comprensión más profunda de la perspectiva de la otra persona.
Los expertos recomiendan aprender a hacer que las peleas no vayan a más, dando solución a los conflictos en cuanto estos aparezcan. Y advierten que si vemos que se aproxima una conversación difícil, anticiparse y dirigirse a la persona con tres cosas en mente:
- Se trata del problema, no de la gente. Concentrarse en el tema, no en la persona.
- Mantenerse en el presente. Tratar de no sacar a relucir argumentos pasados ni adelantarse a posibles resultados en el futuro.
- Ver el problema como algo que hay que resolver, no como una batalla que hay que ganar.
Cuándo comienza una discusión
Matt Abrahams es profesor de comunicación estratégica en la Escuela de Graduados en Negocios de la Universidad de Stanford y autor del libro: “Piense más rápido, hable más inteligentemente: cómo hablar con éxito cuando está en apuros“. El experto afirmó que para evitar parecer discutidor en una reunión, primero se debe estar consciente de las señales.
“Hay muchos signos de que se está empezando una discusión”, como inclinarse o hablar con cierto tono, indicó el experto. Pero uno de los principales indicios de que se está en una discusión es el uso de lenguaje acusatorio, explicó Abrahams. Y enumeró algunas frases que se deben evitar para no tener una discusión acalorada:
Las cuatro frases que se deben evitar en una discusión son:
- “Tu siempre...”
- “No puedo creer que...”
- “Esto es porque tú...”
- “No me estás escuchando...” o “Nunca escuchas...”
7 frases antidiscusiones
1. “Ayúdame a entender”. Los conflictos tienden a intensificarse cuando alguien no se siente escuchado o comprendido, dijo el psicólogo clínico Ryan Howes, especialista en psicoterapia para adultos y parejas a Huffpost.
Decir “ayúdame a entender” es una manera de abordar la situación con curiosidad y apertura, en lugar de ponerse a la defensiva o señalar con el dedo.
Y añadió: “Al pedir más información, estás ayudando a tu ser querido a sentirse escuchado mientras reúnes la mayor cantidad de información posible al buscar una solución”. También demuestra que la preocupación pasa más por la relación que por intentar ganar la discusión.
2. “Esto es un problema. Vamos a resolverlo juntos”. Las discusiones suelen convertirse en “tú contra mí” en lugar de “tú y yo contra el problema”. Esto deja a ambas personas divididas en lugar de unidas ante el problema, dijo Howes.
“Al invitar a tu ser querido a encontrar una solución juntos, estás priorizando la conexión y el trabajo en equipo en lugar de la división”, afirmó. “Probablemente, descubrirás que, al trabajar juntos, encontrarás una solución que sea mejor que la que podrías encontrar por tu cuenta”, añadió el experto.
3. “Es un buen punto”. Esta frase y otras similares validan la perspectiva del ser querido, lo que puede bajar inmediatamente la temperatura de la discusión, dicen los expertos.
En lugar de utilizar un lenguaje confrontativo, concentrarse en “parafrasear y conectar”, sugirió Abrahams. “Si puedo demostrar que he escuchado lo que alguien me dice y lo agrego a mi discurso o lo amplío, es realmente importante para frenar la discusión”, dijo. Por ejemplo, si se está teniendo una conversación sobre política, reconocer que se escucha el punto de vista de la otra persona, incluso si no se está de acuerdo con ella, y luego afirmar las propias ideas de manera respetuosa, recomendó Abrahams.
4. “Lo que te oigo decir es…”. Dicen los expertos que las discusiones tienden a intensificarse cuando las personas sienten que están siendo malinterpretadas o ignoradas. Esta frase demuestra que se está escuchando activamente y tratando de entender la perspectiva del otro, en lugar de simplemente esperar nuestro próximo turno para hablar. Si se desea ir un paso más allá, también se puede decir: “¿Lo entendí bien?”, o “¿Eso es lo que quisiste decir?”. Esto crea una dinámica más colaborativa y garantiza que ambos estén en sintonía, aseguran los expertos.
5. “Necesito relajarme y tomarme un descanso”. Durante una pelea, es posible experimentar algo conocido como inundación emocional.
Esta es la sobrecarga psicológica y fisiológica que experimentan las personas durante un conflicto. Según el investigador sobre el matrimonio John Gottman, cuando uno se encuentra en este estado, es casi imposible tener una conversación productiva.
En ese estado se liberan hormonas del estrés, lo que activa la respuesta de lucha o huida del cuerpo. El corazón se acelera, la respiración se vuelve corta y superficial y es casi imposible escuchar bien, pensar con claridad ni comunicarse de manera efectiva. Por eso, los expertos recomiendan salir a caminar, escuchar música, o la actividad que haga bajar el enojo de manera de lograr centrarse en sí mismo antes de responder.
Reconocer cuándo la persona se encuentra en ese estado y pedir un descanso permite a ambas partes volver a la conversación con la cabeza fría y mejor preparados para conversar. Una nota importante: quien necesite un descanso debe comunicarlo (en lugar de irse furioso sin previo aviso) y también indicar cuándo volverá a la discusión “para que la otra persona no sienta que la conversación fue abandonada”, dijo Howes.
6. ¿Qué podemos hacer diferente la próxima vez? Con mucha frecuencia, las discusiones “se estancan en ‘tú hiciste esto’ y ‘no, yo no lo hice’, sin llegar nunca a la etapa de solución”, dijo Howes. Preguntarle a la otra persona qué puede cambiar en el futuro, reafirma que están en el mismo equipo y quieren manejar mejor los conflictos juntos.
“Una vez que se haya aclarado el problema, está bien avanzar hacia una solución, y preferiblemente una que ambos creen”, agregó Howes. “Es probable que en el futuro te encuentres en una situación problemática similar, y es útil tener un plan de acción en mente”, afirmó el especialista.
“Habiendo dado el paso de reducir la intensidad del conflicto desarmándose, acercándose y mostrando empatía hacia la otra persona, se puede comenzar a tener una comunicación colaborativa constructiva en la que cada uno intente comprender la perspectiva del otro y alcanzar un entendimiento compartido”, expresó la psicóloga Lisa Firestone, autora y directora de Investigación y Educación de la Asociación Glendon, en su columna de Psychology Today.
7. “Gracias por estar dispuesto a hablar de esto conmigo”. Expresar gratitud es otra forma de reducir la tensión en conversaciones cargadas de emociones.
Firestone también recomendó considerar al comunicarse, tanto al lenguaje verbal como al corporal, tono de voz y la intensidad de las palabras. “Preste atención al impacto de las formas en que se comunica. Si nuestro lenguaje corporal es diferente al mensaje verbal, estamos enviando un doble mensaje, lo cual resulta confuso. Sería importante reconocer si se tienen sentimientos ambivalentes y compartirlos, lo que permitirá una comunicación honesta”.
La experta agregó que, en el caso de que la discusión sea con la pareja, “a veces, un pequeño acto de cariño es suficiente para desarmar a tu pareja. Mirarla a los ojos, tomarle la mano y comunicarle claramente tu objetivo de estar cerca de ella es un acto de cariño que es difícil de ignorar”, describió la experta.