En el pasado, la vasectomía se consideraba un procedimiento irreversible, una decisión definitiva para los hombres que no deseaban tener hijos o ya tenían y no querían aumentar su descendencia. Pero cambiar de opinión forma parte de la vida, y los avances en la cirugía han hecho posible que tengan una segunda oportunidad.
Según revelaron expertos en la técnica a Infobae, la reversión de la vasectomía ha emergido como una opción viable con altas tasas de éxito, especialmente si no pasaron muchos años desde la operación original. Actualmente, es posible restaurar la fertilidad en numerosos casos y brindar a los hombres la posibilidad de ser padres nuevamente.
Qué es la vasectomía
La vasectomía es un procedimiento quirúrgico relativamente simple diseñado para inducir la infertilidad masculina. Consiste en cortar los conductos deferentes, que son aquellos que desembocan en la uretra prostática junto con las vesículas seminales en los conductos eyaculatorios. Al interrumpir este paso, los espermatozoides quedan retenidos en los testículos y no se mezclan con el líquido seminal, impidiendo así la procreación.
Es importante destacar que la vasectomía no afecta la función sexual, ya que los hombres continúan experimentando erecciones y eyaculaciones normales, aunque sin espermatozoides en el semen.
La vasectomía ha sido tradicionalmente una opción para hombres que buscan una forma permanente de anticoncepción. Sin embargo, la vida puede presentar cambios inesperados, como el deseo de tener más hijos o una nueva relación de pareja que cambie su visión sobre el tema. En estos casos, la posibilidad de revertir el procedimiento se convierte en una posibilidad esperanzadora.
Cómo es el proceso de reversión de la vasectomía
La reversión de la vasectomía es una cirugía que restablece la continuidad de los conductos deferentes previamente seccionados y permite que los espermatozoides vuelvan a mezclarse con el líquido seminal. Hasta hace pocos años, lograr esta reversión era impensado. Pero en la actualidad es posible, sobre todo en aquellos hombres en los que la vasectomía no lleva más de siete años de realizada.
“La reversión de vasectomía es una operación ambulatoria, con anestesia local y sedación, requiere ser realizada por urólogos especialistas en dicha práctica quirúrgica y contar con aparatología moderna que permita una excelente visión al cirujano. Tiene una duración promedio de 3 horas y el paciente se va a su casa caminando luego de unas horas de reposo”, afirmó el doctor Mariano Cohen, médico urólogo y andrólogo, Jefe de la Sección Andrología del Hospital de Clínicas José de San Martín (UBA) y miembro del equipo del Centro Argentino de Urología (CAU).
Y agregó: “El procedimiento incluye volver a conectar cada uno de los conductos deferentes anulados en la intervención anterior para lograr que los espermatozoides puedan viajar desde los testículos al líquido seminal”. Respecto del momento en que el hombre puede pensar en ser padre, el experto dijo que, “una vez realizada la reversión de la vasectomía, el paciente debe esperar de 12 a 15 meses para lograr un embarazo, dado que lleva 3 meses en mejorar el espermograma y a partir de ahí un año promedio en conseguir el embarazo”.
Después de la cirugía, es común que los pacientes experimenten molestias o dolor leve durante unos pocos días, aunque generalmente se trata de síntomas manejables con analgésicos comunes. Se recomienda evitar actividades físicas intensas, especialmente deportes de contacto, durante al menos dos semanas para permitir una recuperación adecuada.
Al cabo de un mes, los expertos sugieren realizar un espermograma para evaluar el progreso, y, en casos exitosos, la calidad del semen mejora significativamente en los siguientes tres meses.
La técnica de reconexión de los extremos de los conductos deferentes para restablecer el flujo de espermatozoides requiere, por su tamaño extremadamente pequeño, de un equipamiento moderno, como microscopios quirúrgicos de alta precisión, para garantizar una correcta unión. Por esta razón, como se dijo, la intervención debe ser realizada por urólogos especializados, con experiencia en microcirugía.
Estos equipos de última generación ayudan a minimizar los errores durante la operación y a reducir las posibilidades de que se formen cicatrices o se produzcan nuevas obstrucciones. Además, la utilización de suturas ultrafinas ha hecho posible realizar uniones más delicadas y precisas, lo que favorece la recuperación del flujo de espermatozoides.
El deseo de recuperar la fertilidad después de una vasectomía ha llevado a muchos hombres a optar por revertir el procedimiento, a pesar de lo cual el éxito depende en gran medida del tiempo transcurrido desde la vasectomía original y de otros factores relacionados con la salud del paciente.
Al referirse tanto a la edad del hombre que se somete al procedimiento, como a su estado de salud, el doctor Norberto Bernardo, médico urólogo, Director del CAU, dijo que ninguna de las 2 condiciones debería influir, salvo que la persona tenga obstrucciones arteriales con peor vascularización, en cuyo caso sí podría disminuir las chances de reversión, ya que la vascularización adecuada es fundamental para la recuperación de los tejidos y la función reproductiva, pero no es una condición que complique el procedimiento en sí mismo.
Cuáles son las posibilidades de éxito de la reversión de la vasectomía
El tiempo es uno de los principales factores que determinan el éxito de la reversión de la vasectomía. Los estudios muestran que el porcentaje de intervenciones con buenos resultados es significativamente mayor cuando la cirugía se realiza en los primeros siete años tras la vasectomía. En estos casos, entre el 70% y el 80% de los hombres logran recuperar la fertilidad. Sin embargo, cuando han pasado más de ese lapso, la tasa de éxito disminuye considerablemente y alcanza entre el 30% y el 40%.
La razón detrás de esta disminución está vinculada con la complejidad de la intervención. Con el paso del tiempo, es más probable que se desarrollen obstrucciones adicionales o cicatrices que dificulten la reconexión de los conductos deferentes. En estos casos, el procedimiento requiere una técnica quirúrgica más compleja para restablecer el flujo de espermatozoides.
“Durante el acto operatorio, previa autorización del paciente, hacemos también una biopsia al testículo para conservar espermatozoides, para que, en el caso de que fracasara la reversión, el individuo, si lo desea, pueda contar con la posibilidad de paternar mediante procedimientos de fertilización asistida de alta complejidad”, agregó el doctor Cohen.
La posibilidad de revertir una vasectomía ha ganado popularidad, y la demanda de estos procedimientos ha crecido en los últimos años. Según el doctor Bernardo, se observa un aumento continuo en el número de hombres que consultan sobre la reversión y se someten a la intervención. Esto refleja un cambio en la percepción de la vasectomía, que ya no se ve como una decisión irreversible.
En Argentina, esta intervención se efectúa en el CAU, en algunos otros centros, y está comenzando a realizarse en algunos hospitales públicos, como el Hospital de Clínicas.