JUEVES, 3 de octubre de 2024 (HealthDay News) -- Compartir un libro con tu bebé aumentará su vocabulario rápidamente, pero es probable que el tiempo frente a las pantallas no lo haga, informan investigadores noruegos.
Su nuevo estudio sobre la lectura compartida y el tamaño del vocabulario encaja con una nueva declaración de política de la Academia Estadounidense de Pediatría que insta a los padres a leer libros a sus pequeños.
Un equipo de la Universidad de Oslo preguntó a los padres de 1.442 niños noruegos de 1 y 2 años cuántas palabras decían o entendían sus hijos pequeños. Los padres también informaron con qué frecuencia leían a sus hijos y cuánto tiempo frente a la pantalla pasaban los jóvenes cada día.
El resultado: los niños de 1 y 2 años a los que se les leía con frecuencia tenían vocabularios más amplios que sus compañeros, mientras que el tamaño del vocabulario se redujo con un nivel creciente de tiempo frente a la pantalla entre los niños de 2 años. Los investigadores no vieron ningún vínculo entre el tiempo frente a la pantalla y el vocabulario de los niños de 1 año.
Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista Journal of Child Language.
"Estos resultados demuestran una asociación entre las actividades y el desarrollo del lenguaje ya en los primeros años de vida de un niño, y respaldan las recomendaciones generales de leer más y quizás reducir el tiempo frente a las pantallas de los niños pequeños", señaló el primer autor, Audun Rosslund, investigador doctoral de la Universidad de Oslo, en Noruega.
El estudio no prueba que los libros superen el tiempo de pantalla cuando se trata de desarrollar vocabulario. Solo muestra una asociación entre el desarrollo del lenguaje y la lectura compartida o el tiempo frente a la pantalla.
Pero los investigadores sospechan que dos aspectos de la lectura compartida contribuyen al desarrollo del lenguaje de los niños. Uno es la exposición a la diversidad de palabras contenidas en los libros infantiles, y el otro es la interacción entre padres e hijos.
Señalan que demasiado tiempo frente a la pantalla puede limitar las posibilidades de realizar actividades más interactivas que fomenten el desarrollo del lenguaje.
El equipo de Rosslund también encontró que el vínculo entre la lectura compartida y el desarrollo del vocabulario en los niños de 1 año era incluso más fuerte en las familias en las que la madre tenía menos educación formal. Dijeron que esto es prometedor para las intervenciones destinadas a reducir las desigualdades en el aprendizaje temprano.
"En el futuro, esperamos que los investigadores también investiguen el posible impacto de la calidad del tiempo frente a las pantallas en el desarrollo del lenguaje", dijo Rosslund en un comunicado de prensa de la universidad.
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FUENTE: Universidad de Oslo, comunicado de prensa, 1 de octubre de 2024