En 1989 un nuevo virus fue descripto. Se trataba del virus de la hepatitis C (VHC). Actualmente, se sabe que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien desde hace unos años se celebra el Día Mundial de la Hepatitis C el 28 de julio, previamente se lo hacía el 1 de octubre, fecha que muchas organizaciones continúan recordando para generar conciencia sobre la necesidad de la prevención. Por ejemplo, en esa línea, y bajo el lema “Compromiso Colectivo”, la Cruz Roja Española difundió información importante al respecto.
Gracias a la investigación científica, el virus no solo fue identificado, sino que también se han desarrollado tratamientos efectivos para la hepatitis C que permiten que sea una enfermedad curable. Los medicamentos recientes son más eficaces y tienen menos efectos secundarios que los más antiguos.
Para contar con un diagnóstico precoz de la hepatitis C se puede hacer un análisis de sangre específico que detecta al virus. Se recomienda que al menos una vez en la vida todas las personas se realicen ese test a partir de los 18 años.
Cada año, se producen alrededor de 1 millón de nuevas infecciones. En 2022 murieron cerca de 242.000 personas por cirrosis y cáncer, que son enfermedades que se pueden desarrollar por tener la infección sin control.
La infección puede ser aguda o crónica (es decir, de larga duración). Para algunas personas, la infección aguda por el VHC será de corta duración, pero muchas infecciones agudas se convertirán en crónicas.
La enfermedad crónica por el VHC puede durar toda la vida. Sin tratamiento, la infección puede causar cáncer o lesión grave del hígado conducente a insuficiencia hepática.
Aún no existe una vacuna contra la hepatitis C. Si una persona se hace el test y se diagnostica la infección, se la puede tratar con antivirales. “La detección y el tratamiento precoces pueden prevenir las lesiones graves del hígado y mejorar la salud a largo plazo”, señaló la OMS.
El acceso al tratamiento a tiempo posibilita que las personas mejoren también otras afecciones. En diálogo con Infobae el doctor Esteban González Ballerga, presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología y Jefe de gastroenterología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, dijo que 3 de cada 4 personas con hepatitis C pueden estar afectados también por la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad renal”.
La buena noticia es que existen pruebas de que la cura de la hepatitis C a través de la medicación también contribuye a mejorar el control de esos problemas, incluyendo el riesgo de enfermedad renal crónica terminal, infarto y ACV, señaló el experto.
¿Qué significa que una persona es VHC Positivo?
Cuando se hace un test de anticuerpos y da positivo significa que la persona ha estado expuesta al virus de la hepatitis C en algún momento de su vida.
En las personas con hepatitis C pueden registrarse estos síntomas:
- fiebre
- mucho cansancio
- pérdida del apetito
- náuseas y vómitos
- dolor abdominal
- orina oscura
- heces claras
- dolor en las articulaciones
- coloración amarillenta de los ojos y la piel
¿La hepatitis C siempre da síntomas?
Las infecciones agudas por el virus de la hepatitis C suelen ser asintomáticas (sin síntomas) y, en su mayor parte, no conllevan riesgo mortal.
Aproximadamente un 30% (del 15% al 45%) de las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de 6 meses, sin necesidad de tratamiento, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el 70% restante (del 55% al 85%), la infección se cronifica. Estos pacientes corren un riesgo de entre un 15% y un 30% de padecer cirrosis en un periodo de 20 años.
¿Cómo se contagia la hepatitis C?
El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre. Las causas más habituales de transmisión son la reutilización o la esterilización insuficiente de material médico en establecimientos de salud, como jeringuillas y agujas; la transfusión de sangre y hemoderivados sin analizar; y el consumo de drogas inyectables compartiendo el material de inyección.
El patógeno puede transmitirse también desde una madre infectada a su bebé y “a través de prácticas sexuales en las que hay exposición a sangre (puede ocurrirles a las personas que tienen relaciones sexuales con múltiples personas y a los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres); sin embargo, estas vías de transmisión son menos frecuentes”, según la OMS.
¿Cómo se puede prevenir la hepatitis C?
Todas las personas pueden tomar medidas para reducir su riesgo de infección por el virus de la hepatitis C, según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos. Sus recomendaciones son:
- No compartir cepillos de dientes, cuchillas ni otros artículos de uso personal que puedan entrar en contacto con la sangre de otra persona.
- Si se hacen un tatuaje o una perforación en alguna parte del cuerpo, asegurarse que los instrumentos empleados estén esterilizados.
- Usar condones durante las relaciones sexuales. El riesgo de infección por el VHC por medio del contacto sexual es poco, pero aumenta en personas que viven con el VIH. Los condones también reducen el riesgo de transmisión del VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la sífilis.