LUNES, 30 de septiembre de 2024 (HealthDay News) -- Más de 14 millones de personas mayores al año sufren una caída, y esas caídas pueden cambiarles la vida.
"La relación entre las caídas y la demencia parece ser una calle de doble sentido", dijo Molly Jarman, autora principal de un nuevo estudio que muestra que el deterioro cognitivo puede aumentar el riesgo de una persona mayor de sufrir una caída y el trauma que sigue a una caída también puede acelerar el progreso de la demencia.
El estudio de Jarman, subdirectora del Centro de Cirugía y Salud Pública del Hospital Brigham and Women's de Boston, y sus colaboradores, señala que las caídas se encuentran entre el motivo más común de admisiones a centros de traumatología y la causa número uno de lesiones en los adultos mayores.
"Por lo tanto, las caídas podrían actuar como eventos precursores que pueden ayudarnos a identificar a las personas que necesitan más pruebas cognitivas", dijo Jarman en un comunicado de prensa del hospital.
Su equipo observó los datos de las reclamaciones de Medicare de más de 2.4 millones de adultos mayores que sufrieron una lesión traumática, y cómo estaban un año después.
La mitad de los pacientes resultaron heridos en una caída. De ellos, un 10.6 por ciento fueron diagnosticados posteriormente con demencia, encontró el estudio. Las caídas aumentaron el riesgo de un futuro diagnóstico de demencia en un 21%.
Como tal, los investigadores recomiendan que los adultos mayores que acuden al hospital para recibir atención después de una caída se sometan a una evaluación cognitiva, ya sea en la sala de emergencias o en el hospital. Esas pruebas podrían permitir que las personas mayores que necesitan tratamiento para el deterioro mental lo reciban antes, dijeron.
A nivel nacional, 1 de cada 4 adultos mayores reporta una caída cada año, lo que lleva a más de $50 mil millones en costos de atención de la salud, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
El primer autor del estudio, el Dr. Alexander Ordoobadi, residente de cirugía en Brigham and Women's, a menudo atiende a pacientes que ingresan después de una caída.
"Tratamos las lesiones, proporcionamos rehabilitación, pero con frecuencia pasamos por alto los factores de riesgo subyacentes que contribuyen a las caídas, a pesar de un creciente cuerpo de evidencia que sugiere un vínculo entre las caídas y el deterioro cognitivo", dijo.
Lo ideal, dijo, es que los adultos mayores que se caen reciban un seguimiento con un médico de atención primaria o un geriatra, especialista en el cuidado de las personas mayores, que puedan monitorizar sus habilidades de pensamiento y su recuperación a largo plazo. Pero muchas personas mayores no tienen un médico de atención primaria y carecen de acceso a un geriatra, apuntó.
"Nuestro estudio resalta la oportunidad de intervenir temprano y la necesidad de más médicos que puedan ofrecer una atención integral a los adultos mayores", dijo Ordoobadi.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 30 de septiembre de la revista JAMA Network Open.
Más información
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento tiene una guía para ayudar a los adultos mayores a prevenir las caídas.
FUENTE: Brigham and Women's Hospital, comunicado de prensa, 30 de septiembre. 2024