Un estudio pone en duda la eficacia de algunos fármacos para cierto tipo de esclerosis múltiple

Healthday Spanish

Guardar

JUEVES, 26 de septiembre de 2024 (HealthDay News) -- El rituximab y el ocrelizumab, dos fármacos que se usan con frecuencia para tratar la esclerosis múltiple (EM), podrían ser inútiles para las personas con la forma progresiva primaria de la enfermedad, plantea un estudio reciente.

Los investigadores franceses no observaron diferencias en términos de ninguna desaceleración en la progresión de la EM entre los pacientes con EM primaria progresiva que tomaron los medicamentos durante cuatro años y los que no lo hicieron.

Dado que estos fármacos, ambos de una clase llamada terapias de infusión anti-CD20,  pueden ser caros y tener efectos secundarios, los investigadores ahora cuestionan su uso continuo por parte de estos pacientes con EM.

"Las terapias anti-CD20 se recetan ampliamente, en parte porque hay pocos tratamientos alternativos", señaló la autora del estudio, la Dra. Laure Michel, de la Universidad de Rennes, en Francia. "Sin embargo, nuestro estudio sugiere que es posible que no retrasen el empeoramiento de la discapacidad para las personas con EM progresiva primaria".

Los hallazgos se publicaron en la edición del 25 de septiembre de la revista Neurology.

La esclerosis múltiple es una enfermedad progresiva y debilitante en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca y destruye la vaina de mielina que protege los nervios.

Alrededor del 10% al 15% de los pacientes experimentan lo que se conoce como EM primaria progresiva, caracterizada por un empeoramiento constante de los síntomas y la discapacidad, sin períodos de recuperación o remisión.

Las terapias de infusión anti-CD20, como el rituximab y el ocrelizumab, actúan dirigiéndose a una proteína llamada CD20, que se encuentra en algunos glóbulos blancos del sistema inmunitario llamados células B. Se ha pensado que reducir el número de estas células podría frenar el ataque del sistema inmunitario a la mielina.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el ocrelizumab para la EM primaria progresiva, pero el rituximab no.

Sin embargo, el rituximab (aprobado para enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide) a menudo se usa "fuera de etiqueta" por pacientes con esta forma de EM.

En el nuevo estudio participaron casi 1,200 pacientes con EM primaria progresiva que tenían una edad promedio de 56 años. Ninguno había tomado ningún medicamento para la EM en los dos años anteriores a la inscripción en el estudio.

Durante los cuatro años del ensayo, 295 pacientes fueron tratados con rituximab, 131 fueron tratados con ocrelizumab y 728 no fueron tratados.

Su nivel de discapacidad se rastreó en una puntuación estándar de 0 a 10, donde 0 era ninguna discapacidad y 10 era la muerte debido a la EM.

El estudio no encontró diferencias en la tasa a la que avanzaron las puntuaciones de discapacidad de los pacientes, independientemente de si estaban tomando uno de los dos medicamentos o no.

Sin embargo, el grupo de estudio todavía era demasiado pequeño para sacar conclusiones definitivas, y se necesita un ensayo más grande para confirmar estos resultados, anotó el equipo francés.

Mientras tanto, Michel cree que es esencial investigar nuevos fármacos que realmente puedan ayudar a las personas con EM primaria progresiva.

"La EM es una enfermedad incapacitante, así que se necesitan urgentemente tratamientos que ralenticen la progresión a una discapacidad peor", comentó en un comunicado de prensa de la revista.

Más información

Obtén más información sobre el tratamiento de la esclerosis múltiple en la Clínica Cleveland.

FUENTE: Academia Americana de Neurología, comunicado de prensa, 25 de septiembre de 2024

Guardar