(HealthDay News) -- Dos síntomas clave que pueden surgir poco después de un diagnóstico de esclerosis múltiple (EM) podrían predecir la rapidez con la que progresará la enfermedad y sugerir las mejores opciones de tratamiento, muestra una investigación reciente.
Los dos síntomas, visión borrosa y disfunción del esfínter de la vejiga y/o los intestinos, pueden surgir en algunos pacientes, pero no en todos, al principio de la enfermedad.
Cuando surgen tan rápidamente, los pacientes “podrían tener un riesgo más alto de desarrollar una discapacidad más grave con el tiempo”, señaló el autor principal del estudio, el Dr. João Pedro Gonçalves, de la Universidad Federal de Bahía, en Brasil.
“Esta información podría ser crucial para los proveedores de atención médica a la hora de determinar las estrategias de tratamiento iniciales y los protocolos de monitorización”, explicó.
El equipo de Gonçalves publicó sus hallazgos en la edición del 24 de septiembre de la revista Brain Medicine.
En el nuevo estudio participaron 195 pacientes con EM cuyos síntomas iniciales fueron notados por los investigadores. Su resultado funcional posterior también se rastreó utilizando la Escala Ampliada del Estado de Discapacidad (EDSS), una herramienta ampliamente reconocida para medir la discapacidad en pacientes con EM.
Los pacientes con visión borrosa al inicio de su diagnóstico tenían un 20 por ciento más de probabilidades de tener peores resultados funcionales a largo plazo, en comparación con los que no tenían este síntoma inicial, encontraron los investigadores.
Mientras tanto, los pacientes con disfunción del esfínter al principio de su enfermedad eran un 24,5 por ciento más propensos a desarrollar una discapacidad grave más adelante, dijo el equipo brasileño.
Otros dos síntomas de inicio temprano, la parálisis aguda y la hipoestesia (entumecimiento), no se vincularon con peores resultados, aunque eso contradice los hallazgos de algunos estudios anteriores, anotó el equipo de Gonçalves.
No está claro por qué la visión borrosa y la disfunción del esfínter podrían anunciar una enfermedad más agresiva. Una teoría es que estos síntomas podrían reflejar más daño en el sistema nervioso central, apuntaron los investigadores.
Se necesita más investigación para determinar cómo los nuevos hallazgos podrían influir en las decisiones de tratamiento, dijo Gonçalves.
“Estos hallazgos podrían potencialmente remodelar la forma en que abordamos las decisiones iniciales sobre el tratamiento de la EM”, planteó Gonçalves en un comunicado de prensa de la revista. “Al identificar a los pacientes con mayor riesgo de discapacidad grave desde el principio, es posible que podamos intervenir de manera más agresiva y potencialmente alterar el curso de la enfermedad”.
Más información: Obtén más información sobre la esclerosis múltiple en la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple.
FUENTE: Genomic Press, comunicado de prensa, 24 de septiembre de 2024
*Ernie Mundell HealthDay Reporter