El Virus Sincicial Respiratorio (VSR) continúa siendo una de las principales amenazas para la salud de los bebés y niños pequeños. Este virus, responsable de causar infecciones respiratorias agudas bajas, como la bronquiolitis y la neumonía, se propaga cada año en forma de epidemias estacionales.
Según datos recientes, el VSR causa más de 12,9 millones de infecciones respiratorias en todo el mundo, con 2,2 millones de hospitalizaciones y más de 66 mil muertes, que en su mayoría afecta a recién nacidos sanos y a término, lo que significa que el 86% de las hospitalizaciones ocurren en esta población vulnerable.
En Argentina, cada año el VSR es responsable de 260.000 casos de bronquiolitis en menores de 2 años, y se estima que es responsable de un tercio de las muertes en niños durante el primer año de vida.
Por todo esto, los pediatras insisten en la necesidad de proteger a todos los niños, especialmente en su primer contacto con el virus.
¿Cuáles son los síntomas del virus sincicial respiratorio?
Las infecciones causadas por el VSR suelen manifestarse con síntomas como rinitis, tos, dificultad para respirar, fiebre y sibilancias (silbidos al respirar).
En algunos casos, la infección deriva en cuadros de neumonía o la bronquiolitis, condiciones que requieren atención médica urgente. En el hemisferio sur, la circulación del virus alcanza su punto máximo durante los meses más fríos del año, en otoño e invierno, lo que genera demoras en las guardias hospitalarias y picos de hospitalización en los servicios de pediatría.
La vacunación contra el VSR en embarazadas
Durante mucho tiempo, no había formas de prevenir la enfermedad en bebés sanos y nacidos a término. Afortunadamente, tras décadas de investigación, ahora se han desarrollado nuevas soluciones para combatir el virus sincicial respiratorio.
A partir de este año, Argentina incorporó en el Calendario Nacional de Vacunación una estrategia de prevención basada en la inmunización materna, para embarazadas entre las 32 y 36 semanas de gestación.
La vacuna se administra a las personas gestantes, que después de dos semanas generan anticuerpos que transfieren al bebé a través de la placenta, ofreciendo así una barrera inicial de protección en los primeros meses de vida del niño.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en el marco de la Semana de Congresos y Jornadas Nacionales 2024 celebrada entre el 15 y 18 de septiembre, respaldó esta estrategia como fundamental para reducir la mortalidad por VSR en lactantes menores de seis meses.
“Además, la SAP considera que la estrategia de vacunación materna debe integrarse con la recomendación de uso de anticuerpos monoclonales de larga duración para proteger a los niños no alcanzados por la inmunización materna”, expresaron en un comunicado.
El grupo de niños que no alcanzado por los beneficios de la vacunación materna incluye a aquellos nacidos de madres con menos de 32 semanas de gestación (aproximadamente 25.000 prematuros en Argentina), hijos de madres que no recibieron la vacuna durante el embarazo (alrededor del 40% de la población objetivo), bebés que nacieron antes de que pasaran los 14 días requeridos desde la vacunación, niños nacidos antes de la circulación del VSR y que estén en su primer semestre de vida cuando el virus comience a propagarse, así como aquellos que siguen siendo vulnerables a una enfermedad grave por VSR en la segunda temporada de circulación.
Estos menores en riesgo son aquellos con cardiopatías congénitas significativas, enfermedades pulmonares crónicas, inmunocompromiso, síndrome de Down, fibrosis quística, enfermedades neuromusculares o anomalías en las vías respiratorias.
La recomendación de una estrategia integral
En una reunión clave realizada el 9 de noviembre de 2023, la Comisión Nacional de Inmunización de Argentina también se pronunció a favor de esta estrategia combinada. Según sus expertos, la vacunación de personas gestantes junto con el uso de anticuerpos de larga duración constituye una fórmula integral para reducir las hospitalizaciones y, potencialmente, las muertes. Esta postura ha sido respaldada por la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica.
Un aspecto crítico es que alrededor del 40% de la población objetivo no recibe la vacunación materna, lo que deja a miles de niños desprotegidos. Además, en Argentina, aproximadamente 25.000 niños prematuros nacen cada año, un grupo que es especialmente vulnerable al virus. Por lo tanto, los médicos recalcan la importancia de contar con estrategias preventivas adicionales, como el uso de anticuerpos monoclonales, que también se recomienda para otros grupos de alto riesgo, como niños con cardiopatía congénita, inmunocomprometidos o con enfermedades pulmonares crónicas.
Chile, un ejemplo de estrategia exitosa contra el VSR
Chile es uno de los países que lograron un impacto positivo gracias a la campaña de prevención . Durante el invierno de 2023, el país experimentó un aumento dramático en los casos de VSR, lo que llevó al Ministerio de Salud de Chile a implementar este año una estrategia de inmunización basada en anticuerpos monoclonales (nirsevimab) para la población infantil.
“Gracias al uso de anticuerpos monoclonales, no se registraron muertes por VSR en bebés menores de un año”, destacó la cartera sanitaria de Chile. Además, un informe preliminar publicado en junio mostró una reducción significativa en las hospitalizaciones: en comparación con los años anteriores, las hospitalizaciones semanales acumuladas disminuyeron del 20% en 2019, al 11% en 2022 y solo al 7% en 2023. Esto representa una reducción de entre el 80% y el 90% en los niños inmunizados, dependiendo del año de referencia.
La reducción de los cuadros graves y las hospitalizaciones se deben especialmente a que la cobertura de inmunización en Chile alcanzó el 98% en recién nacidos y el 90% en lactantes nacidos entre octubre de 2023 y marzo de 2024.
Las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría
El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomendó el uso de nirsevimab (anticuerpo monoclonal frente la VSR) en lactantes de 6 meses y hasta los 2 años en los grupos de riesgo para esta enfermedad. Fue la primera sociedad científica a nivel mundial en incluir esta medida preventiva en su calendario de inmunización.
Los pediatras españoles explicaron que a diferencia de las vacunas, que inducen al sistema inmune a generar anticuerpos tras dos semanas (inmunización activa), el anticuerpo monoclonal nirsevimab proporciona anticuerpos de manera inmediata (inmunización pasiva), ofreciendo protección desde el momento de la administración. La pauta consiste en una dosis única que ha demostrado ser efectiva durante al menos 5 meses.
Además, la Asociación Española de Pediatría aconsejó extender la inmunización durante la segunda temporada en niños que pertenezcan a grupos de riesgo, como aquellos con cardiopatías congénitas que afecten de manera significativa la circulación, enfermedades neuromusculares o pulmonares graves, inmunodepresión severa, síndrome de Down o fibrosis quística, así como prematuros menores de 35 semanas hasta el año de vida.