La migraña es un trastorno neurológico caracterizado por episodios recurrentes de dolor de cabeza intenso, generalmente acompañado de náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido. Esta condición afecta a millones de personas en todo el mundo y puede durar desde horas hasta varios días.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso ―el 50% de los adultos sufrió alguna en el último año― y la catalogó como una enfermedad crónica. También la posicionó como la sexta causa de discapacidad en el mundo. Y un poco más: en un estudio que realizó entre 1990 y 2016, en 195 países, aseguró que es el segundo motivo de incapacidad para trabajar o realizar actividades de forma normal.
Por eso, cada 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Migraña, una fecha destinada a crear conciencia sobre esta condición, promover su diagnóstico temprano y fomentar mejores tratamientos para quienes la padecen.
De acuerdo al máximo organismo sanitario internacional, esta dolencia está causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza. Este tipo de cefalea tiene mayor prevalencia entre los 20 y 40 años y suele iniciarse en la pubertad. Asimismo, tres de cada cuatro personas que la padecen son mujeres, debido a la influencia hormonal.
“Es habitual el subdiagnóstico de la migraña. Se estima que más del 90% de la población ha experimentado dolor de cabeza (cefalea) en algún momento de su vida, lo que no significa que sea abordada debidamente”, precisó el doctor Daniel Gestro (MN 97150), de la División Neurología del Hospital de Clínicas.
Según indicó el especialista, “de acuerdo a estudios publicados, solo el 40% de las personas con migraña llegan al diagnóstico y, de ellas, apenas el 26% comienza un tratamiento adecuado”.
A su vez, el experto detalló cuáles son algunos de los disparadores de este malestar altamente incapacitante: la frecuente automedicación, la contaminación sonora de las grandes ciudades, el estrés y los cambios bruscos de temperatura.
Según advirtió Gestro, un factor clave para que la migraña se vuelva crónica es el abuso de analgésicos, definido como el consumo de más de 15 días al mes de analgésicos comunes, como paracetamol o ibuprofeno, o más de 10 días al mes de analgésicos especiales, como triptanes o ergotamina.
Cuándo consultar al médico
La migraña puede presentar señales de alarma que requieren consulta médica. De acuerdo a las indicaciones del especialista, los síntomas a los que hay que prestar atención y realizar un chequeo médico son:
- Dolor repentino y severo.
- Dolor que afecta siempre el mismo lado de la cabeza.
- Dolor asociado con dolor localizado en un ojo.
- Dolor precedido por trastornos visuales.
- Sensación de hormigueo en alguna parte del cuerpo.
- Dificultades en el habla (aura).
Los casos que requiere evaluación médica urgente, agregan a las anteriores señales:
- Episodios acompañados de confusión o desmayos.
- Aumento en la frecuencia o duración del dolor de cabeza.
“Es recomendable que el paciente acuda al médico cuando observe que la cantidad de días de dolor por mes y el consumo de analgésicos supera la medida habitual (3-4 episodios de migraña al mes con buena respuesta a los analgésicos, son considerados razonables), lo que en definitiva deteriora la calidad de vida y lo pone en riesgo de desarrollar una cefalea por abuso de analgésicos”, recomendó Gestro.
Qué tratamientos se utilizan para la migraña
Los tratamientos para la migraña incluyen una variedad de enfoques destinados tanto a aliviar los síntomas agudos, como a prevenir futuros episodios.
Según la OMS, para tratarlas correctamente, es importante que los profesionales de salud estén bien capacitados, que el diagnóstico sea preciso y que se ofrezcan medicamentos eficaces. También se recomiendan ajustes sencillos en el estilo de vida y educación al paciente.
Gestro, por su parte, consideró que uno de los puntos más importantes es la prevención de la dependencia en exceso de los analgésicos, que puede agravar la migraña a largo plazo, y se complementa con el uso de terapias preventivas que controlan la intensidad y la frecuencia de los episodios.
Además, la incorporación de técnicas de manejo del estrés y cambios en el estilo de vida también pueden ser recomendados como parte integral del tratamiento.
Respecto a la automedicación, el especialista señaló que “que es preocupante el abuso de medicamentos como derivados de ergotamina, ya que actúan como vasoconstrictores, lo que, sin supervisión médica, puede llevar a hipertensión arterial y eventos isquémicos coronarios y accidentes vasculares encefálicos”.
Por lo tanto, “el tratamiento se basa en lograr que el consumo de analgésicos disminuya a un nivel adecuado para el dolor de base”, dijo el experto y agregó que se debe procurar no usar analgésicos más de diez días por mes. También, aclaró: “El especialista utiliza ciertos medicamentos que actúan como moduladores de dolor y ayudan a que ceda en forma progresiva”.
Consejos prácticos para manejar y prevenir los episodios de migraña
Aunque la migraña no tiene cura, existen formas de manejar y prevenir los episodios que permiten mejorar la calidad de vida. Aquí, algunos consejos prácticos del experto del Hospital de Clínicas que pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas y facilitar su control:
- Llevar un registro. Anotar en un calendario los días en que duele la cabeza, la duración del dolor y los analgésicos que se toman. En caso de tener más de cuatro días al mes con migraña, los expertos aconsejan consultar a un médico.
- Evitar la automedicación. No abusar de los analgésicos. Si se toman más de 10 días al mes, se corre el riesgo de hacer crónica la migraña o desarrollar cefalea por abuso de medicamentos.
- Mantener una alimentación regular. Comer algo cada tres horas puede evitar que el ayuno prolongado desencadene migrañas.
- Cuidar las horas de sueño. Dormir la misma cantidad de horas cada noche para no alterar los patrones de sueño es un modo de prevenir los ataques de migraña.
- Hacer ejercicio físico. Realizar actividad aeróbica diaria, como caminar o andar en bicicleta, en un horario regular puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los ataques de migraña.
- Identificar los desencadenantes. Observar si ciertos alimentos, bebidas u otros factores (estrés, luces brillantes, ruidos fuertes) están relacionados con las crisis para tratar de evitarlos.
- Consultar a un médico. Acudir a un especialista es fundamental si las migrañas interfieren con la vida diaria o aumentan en frecuencia, ya que recibir un tratamiento adecuado puede ayudar a controlar los síntomas, reducir la intensidad de los ataques y prevenir que se vuelvan crónicos.