Viruela del mono: cuántos casos confirmados hay en Argentina y cómo evolucionó la transmisión de la enfermedad

Según la última actualización del Boletín Epidemiológico publicado esta mañana por el Ministerio de Salud de la Nación, 10 personas contrajeron viruela símica (mpox) en Argentina en lo que va de 2024. Quienes cursaron la infección viral en el país tienen entre 23 y 49 años, con un promedio de edad de 35 años y el 90% son hombres.

Entre los afectados, cuatro registran antecedentes de viaje, un caso no presenta antecedentes de viaje ni contacto con viajeros, mientras que los restantes se encuentran en investigación epidemiológica. Los casos fueron notificados en la provincia de Buenos Aires (2), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (5), Corrientes (1), Santa Fe (1) y Río Negro (1).

Entre los síntomas más frecuentes, los pacientes que cursaron la enfermedad viral presentaron erupciones vesiculares en varias partes del cuerpo, como los genitales, la zona perianal, las manos y el torso, acompañadas de fiebre y dolores musculares. En lo que va del año, no se reportaron en Argentina muertes por mpox.

El epicentro del brote actual está en la República Democrática del Congo, en África, donde se registraron este año más de 15.000 casos y 550 muertes. La mayoría de los afectados en ese país son niños y adolescentes.

En varios países fuera de África, existen vacunas disponibles para mitigar el impacto de la enfermedad destinadas a los grupos con riesgo de exposición al virus.

La viruela símica o mpox es una enfermedad viral que se transmite de animales a humanos y de persona a persona a través del contacto directo de piel a piel. Su período de incubación varía entre 5 y 21 días, con una media de 6 a 13 días. Aunque la enfermedad suele ser autolimitada, los síntomas generalmente desaparecen por sí solos en un plazo de 14 a 21 días.

La agencia de salud de la ONU recomienda varias vacunas contra el mpox y advierte que, actualmente, no se recomienda la vacunación masiva, como la que se implementó durante la pandemia de COVID-19, pues se trata de una infección con una dinámica de transmisión distinta y cuyos grupos de riesgo también son diferentes.

“Como consecuencia del brote de Mpox en el 2022 y para reducir el número de casos, la OMS revisó la estrategia de la vacunación contra la viruela. Actualmente, están disponibles para la vacunación contra la viruela del mono tres formulaciones: ACAM2000, MVA-BN, LC-16″, explicó la doctora Daniela Hozbor del Laboratorio VacSal del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del CONICET, en declaraciones a la agencia de noticias de UNLP.

Las vacunas MVA-BN (conocida como Jynneos y producida por el laboratorio danés Bavarian Nordic) y LC16 (producida por KM Biologics, una farmacéutica japonesa) son formulaciones de tercera generación, mientras que ACAM2000 es una vacuna de segunda generación destinada a tratar la viruela pero efectiva contra mpox.

Hasta el momento, la vacuna Jynneos está aprobada por las reguladoras de Europa y los Estados Unidos, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), mientras que LC16 está aprobada en Japón.

La doctora Hozbor señaló que “la producción de las vacunas es limitada y debe dirigirse a la inmunización en áreas endémicas y poblaciones en riesgo específicamente seleccionadas. Actualmente no se recomienda la vacunación masiva ni de la población general, ya que no todas las personas están en alto riesgo de contraer la enfermedad”.

Se recomienda la profilaxis previa a la exposición para contactos cercanos y poblaciones de alto riesgo, “como niños, pacientes inmunocomprometidos, hombres que tienen sexo con hombres – la población gay, personas con múltiples parejas sexuales sin protección, trabajadores de la salud y personal de laboratorio que trabajan con la viruela del mono”, completó la investigadora y precisó que “en Argentina, hasta el momento no hay registro ni solicitud de registro en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) por lo que aún no se encuentra disponible en Argentina”.

En España, como detalló Infobae, cada comunidad autónoma cuenta con centros específicos de vacunación donde se suministran las dosis para prevenir la propagación del virus. El Ministerio de Sanidad ha proporcionado un listado detallado de estos puntos de vacunación distribuidos en diversas comunidades autónomas de España.

Consultado por Infobae, el doctor Alessandro Sette, profesor en el Instituto de Inmunología de La Jolla, en los Estados Unidos, subrayó que mientras que en el brote de 2022 “la gran mayoría de los casos de mpox se registraron entre hombres que mantenían relaciones sexuales con hombres, ahora se registra una gran fracción de casos en niños”.

El especialista señaló que este cambio en la población afectada por el mpox “podría reflejar el contacto con roedores infectados en el ambiente” y que “posiblemente refleje que los niños cazan roedores para complementar su dieta en las regiones africanas más afectadas”. Además, señaló que “también se ha planteado como factor el aumento de la transmisión piel con piel asociada a las condiciones de vida”.

Sette subrayó la importancia de la vigilancia para detectar cualquier posible expansión del brote, destacando que “actualmente sólo hay un puñado de casos fuera del continente africano”.

El virus mpox presenta múltiples formas de transmisión que aún son objeto de estudio. En 2022, cuando por primera vez se declaró la emergencia sanitaria internacional de la enfermedad de la viruela símica, la infección estaba ligada a una fuerte estigmatización que vinculaba el contagio al contacto íntimo homosexual.

Desde entonces, diversos estudios mostraron que el virus puede propagarse de los humanos a otros humanos y a distintas especies animales, ya sea durante el embarazo, a través del aire, o por contacto con objetos contaminados.

Con la información recabada en los brotes recientes de mpox en diversos contextos, la OMS actualizó las formas de transmisión:

• De persona a persona: el contacto cercano con personas infectadas a través del tacto en la zona donde aparecen las lesiones, hablar o respirar cerca de ellas, puede resultar en la propagación de partículas respiratorias infecciosas. Sin embargo, la OMS subraya que esta área requiere más investigación para entender completamente cómo se comporta el virus en diferentes situaciones. El mpox puede persistir en diversas superficies y objetos, tales como prendas de vestir, ropa de cama, toallas, aparatos electrónicos y otras superficies que hayan tenido contacto con una persona contagiada. El riesgo de infección puede aumentar para individuos que toquen estos elementos contaminados y luego se lleven las manos a los ojos, nariz o boca sin lavarse previamente.
• Entre madres e hijos: el contagio también puede ocurrir durante el embarazo, pasando de la madre al feto, así como durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel. Incluso, la transmisión puede ocurrir entre un progenitor contagiado y un bebé o niño a través del contacto cercano. Este tipo de transmisión está aumentando entre las poblaciones vulnerables de la República Democrática del Congo.
• De humanos a animales: se ha observado que muchas especies animales son susceptibles al virus, lo que abre la posibilidad de que el virus se transmita de humanos a animales en diversos entornos. Por esta razón, las personas con diagnóstico confirmado o sospechoso de mpox deben evitar el contacto físico cercano con animales domésticos, como gatos, perros, hámsteres y jerbos, así como con ganado y fauna silvestre.
• La transmisión de animales a humanos también es posible. El contacto físico con un animal portador del virus, como ciertas especies de monos, o roedores terrestres como ardillas arbóreas, puede resultar en una infección. Esta exposición puede producirse a través de mordeduras, arañazos o durante actividades como la caza, el desollado, la captura o la preparación de alimentos. Además, el virus puede transmitirse al consumir carne contaminada que no esté bien cocida, según advierte la OMS.

La enfermedad viral despertó preocupación global debido al aumento de casos en el continente africano en las últimas semanas. Ante ese brote y para prevenir la propagación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 14 de agosto a la viruela símica como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII).

Esta medida fue adoptada debido al rápido avance de un nuevo clado del virus, el clado Ib, que se propagó con velocidad en el este de la República Democrática del Congo. Por eso, los expertos advierten que se debe reforzar la vigilancia epidemiológica e implementar medidas preventivas más estrictas para contener la propagación del virus.

El doctor Daniel Kuritzkes, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y jefe de la división de enfermedades infecciosas del Hospital Brigham and Women’s de Massachusetts, Estados Unidos detalló: “La cepa que circula en la República Democrática del Congo (clado I) es más virulenta, lo que significa que es más probable que cause una enfermedad grave que la cepa observada en Nigeria (Clado II), responsable del brote de 2022. La mayoría de los casos de Clado I en la RDC se dan en niños y adolescentes menores de 15 años, y el modo de transmisión parece ser a través del contacto directo”.

En Argentina, el primer caso de mpox de 2024 se registró a fines de junio (en la semana epidemiológica 27) y desde 2022, los casos de mpox registrados han estado exclusivamente asociados al clado IIb, sin que se haya detectado la presencia del más reciente y virulento clado Ib.

Sin embargo, el Ministerio de Salud de la Nación emitió el 16 de agosto una Alerta Epidemiológica con el objetivo de informar a la población y al personal de salud sobre la situación actual, además de ofrecer directrices claras para la vigilancia y respuesta ante posibles nuevos casos. Esta alerta incluye recomendaciones específicas para la detección temprana de síntomas, el manejo de casos confirmados y la implementación de medidas preventivas en las comunidades afectadas.