La realización de cirugías y procedimientos estéticos son cada vez más habituales en la vida cotidiana de las personas. Mientras en el pasado estas intervenciones llevaban cierto estigma y quedaban envueltas en debates socioculturales, hoy se comprende que verse bien es una parte muy importante del bienestar emocional y tiene mucho que ver con una vida longeva plena. Además, los avances de la ciencia que optimizan los procesos de recuperación han hecho que las cirugías estéticas sean más seguras y accesibles.
Pero la luz pública aún no abandona la mala praxis en el sector y la necesidad de poner el énfasis en la fundamental elección de profesionales idóneos. Primero, el médico Aníbal Lotocki -que lo arrastró a la cárcel la muerte de la actriz y modelo Silvina Luna, además de múltiples denuncias de pacientes- y ahora, el caso del cirujano Cristian Pérez Latorre, detenido y a punto de enfrentar un juicio millonario por supuesto ejercicio ilegal de la medicina en Estados Unidos y lesiones graves a una paciente.
Desde la ciencia, la narrativa que se impone es retomar un tema clave: cómo elegir al profesional adecuado, tanto para lograr los resultados deseados, como para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes. Ser selectivos e informarse a través de las sociedades científicas sobre las prácticas médicas puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una intervención. O incluso la posibildiad de complicación y muerte.
Dos trayectorias entrecruzadas
Las trayectorias de ambos médicos perseguidos por la justicia local e internacional se tocan en algunos puntos. Tanto Pérez Latorre como Lotocki atendieron a la actriz y modelo Silvina Luna, quien murió el 31 de agosto de 2023 tras una larga lucha contra las secuelas del metacrilato en su cuerpo -inyectado por Lotocki , y supuestamente removido luego por Pérez Latorre.
Pérez Latorre cuyo perfil de Instagram señala que se encuentra certificado para ejercer como cirujano plástico en Argentina, no figura en la lista de profesionales que publica la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), ni tampoco en los registros de la Asociación Argentina de Cirugía.
Infobae pudo confirmar de fuentes de la SACPER que Pérez Latorre actualmente no posee las credenciales idóneas para el ejercicio de la medicina y de la práctica de cirugías estéticas de la máxima autoridad competente bajo la legislación local; y mucho menos de otros marcos jurídicos, como la Ley norteamericana donde él residía.
Ayer, el médico fue detenido en Estados Unidos acusado de practicar la medicina sin licencia en ese país y causar graves lesiones corporales a una mujer durante una cirugía plástica realizada en 2021.
Fuentes de SACPER dijeron a Infobae que Pérez Latorre “no fue ni es socio (de la entidad) al menos de diez años a esta parte. Tal vez pertenece a otras sociedades, pero la sociedad madre de la especialidad en Argentina es SACPER”, dijeron.
El médico detenido en Estados Unidos, también había realizado prácticas estéticas a Susana Giménez, a quien le realizó una liposucción en 2006, y Valeria Lynch, quien se sometió a un lifting de rostro entre otros. También atendió a Mariana Nannis, Vicky Xipolitakis, Evangelina Anderson, Osvaldo Laport, Diego Olivera y Gustavo Bermúdez, quienes se realizaron diversos procedimientos. Algunos de ellos también habían sido atendidos por Lotocki.
Infobae consultó a seis prestigiosos cirujanos plásticos, Jorge Wetzel, vicepresidente de la sociedad científica SACPER, Fernando Felice, Alfredo Romero, Griselda Seleme, Daniel Félix y Edgardo Bisquert.
Los expertos coincidieron con contundencia en perseguir e investigar las credenciales que habilitan a cada profesional. Detallaron cuáles son los riesgos propios de las cirugías y advirtieron cómo los médicos calificados dicen “no” a la realización de procedimientos no adecuados para algunas personas. Esta actitud responsable y ética es crucial en la práctica de la cirugía estética, donde los deseos del paciente deben ser sopesados rigurosamente contra su seguridad y bienestar.
¡Saber decir no!
El doctor Jorge Ricardo Wetzel (MN 81500), especialista en cirugía plástica y reparadora y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), remarcó que el primer paso crucial es asegurarse de que el profesional sea médico y tenga la especialidad en cirugía plástica. ”La forma más fácil de que la persona pueda chequear esto es asegurarse de que pertenezca a una sociedad científica”. En el caso de la Argentina, la autoridad científica competente en la materia es SACPER.
”No hay que tener temor de pedirle el título al médico, y si la persona se enoja hay que cambiar de cirujano”, recomendó, porque la transparencia es vital y no hay lugar para egos en este tipo de decisiones, expresó.
Otro aspecto importante señalado por Wetzel es la verificación de la legitimidad del cirujano a través de métodos tecnológicos modernos. Mencionó que los miembros de la SACPER cuentan con un código QR que permite a los pacientes acceder a información detallada sobre el historial y acreditaciones de cada profesional. ”Si tuviera que elegir a un cirujano plástico sabiendo esta situación, trataría de escanear el QR de esa persona y ver quién es”, recomendó.
El médico y cirujano plástico Fernando Felice, docente de la UBA, director del Congreso Internacional Masterhub, consideró sin vueltas que el arresto en Estados Unidos de Pérez Latorre puso de manifiesto la importancia de la capacitación adecuada en medicina estética. Para ejercer en Estados Unidos, recordó, es necesario completar una rigurosa formación y reválida del título, que incluye prácticas presenciales. Sin embargo, aclaró que Pérez Latorre solo estaba autorizado como asistente de cirujano, sin la capacidad de ejercer la medicina.
Wetzel, vice de la SACPER, advirtió sobre los riesgos de basar la elección del cirujano únicamente en la popularidad de sus redes sociales. ”No siempre el que aparece mucho en las redes sociales es el mejor cirujano”, subrayó, porque no necesariamente esas publicaciones reflejan la experiencia y calificación profesional del médico e insistió en que lo primordial es acudir a un especialista certificado.
Además de verificar las credenciales del cirujano, sumó el vicepresidente de SACPER, se debe tener en cuenta el entorno en el que se realizará el procedimiento. ”Una cirugía se hace en quirófano, un procedimiento mínimamente invasivo lo puede hacer un médico en el consultorio”, insistió, y aclaró que tanto los productos utilizados como las instalaciones deben estar aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Es fundamental que cualquier tratamiento médico, ya sea una cirugía mayor o una inyección de toxina botulínica, se lleve a cabo en instalaciones adecuadamente habilitadas.
Tríada clave
El experto enfatizó la importancia de que el paciente llegue a la cirugía en una buena condición física. Explicó que muchas de las intervenciones requieren anestesia general, lo que añade un nivel adicional de riesgo. Entre las recomendaciones para optimizar el preoperatorio Wetzel sugirió, “controlar la diabetes, reducir kilos en casos de sobrepeso y manejar cualquier otra comorbilidad existente”.
“La tríada clave para elegir un cirujano plástico es la certificación del profesional, la habilitación del lugar donde se realizará la intervención y la aprobación de los productos por la ANMAT. Lo más difícil de todo es saber decir que no, pero en el momento que uno tiene que decir que no, tiene que saber hacerlo”, manifestó el vicepresidente de SACPER.
El doctor Felice advirtió sobre la tendencia en Estados Unidos donde algunos profesionales con formación en enfermería pueden realizar procedimientos como inyecciones de bótox, pero no como médicos. Resaltó, además, la necesidad de la capacitación antes de realizar procedimientos estéticos y mencionó la creación del primer Diplomado de la UBA en Rejuvenecimiento Facial en la Facultad de Medicina como una respuesta a esta necesidad urgente, y con el objetivo de reducir los riesgos asociados a la falta de formación.
“En Estados Unidos existe una página web que lamentablemente en la Argentina no tenemos donde el paciente solo tiene que poner el nombre del profesional y averigua fácilmente para qué está apto profesionalmente. La falta de capacitación a la hora de realizar este tipo de procedimientos hace que en todo el mundo, los médicos estemos recibiendo cada vez más pacientes en nuestros consultorios con tratamientos estéticos que han dejado huellas no deseadas, problemas de salud y complicaciones de distinto tipo”, lamentó Felice.
El médico especialista en cirugía plástica y reparadora Alfredo Romero (MN 105550) aseguró que si bien no conoce al médico detenido Pérez Latorre , es relevante el caso para precisar que en países como Estados Unidos “las leyes son claras y ante la menor falta caerá en la detención. Es importante tener leyes claras en la Argentina para construir alrededor de nuestra práctica profesional un marco de transparencia y profesionalismo; algo que tanto impulsa nuestra sociedad SACPER”.
Legislación férrea
Romero consideró que “nadie está exento de ser ilusionado por redes o por publicidad engañosa , sin saberlo, claro”, por eso aseguró: “Sugiero, como lo hacen las sociedades médicas a las que pertenezco, SCPBA (Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires) y SACPER, investigar a qué médico voy a acudir, hablar con el profesional, conocer las ventajas y las complicaciones a las que me enfrentaré, y respetar al médico y el plan realizado, ya que incluso en los problemas que pueden surgir, el cirujano puede resolverlos si se hace de manera científica e idónea”.
Por su parte, la doctora Griselda Seleme (MN 80033), cirujana plástica y especialista en estética, expresó a Infobae que “hay muchos aspectos que hay que tener en cuenta cuando se elige un cirujano plástico. Y reconoció la dificultad que enfrentan muchas personas, especialmente los jóvenes, que a menudo se dejan guiar por las redes sociales. Sin embargo, advirtió que “esto no necesariamente califica a un cirujano plástico o a un profesional como bueno, sino que puede ser simplemente un profesional que sabe manejar muy bien “el clima” de las redes; pero no posee ni demuestra idoneidad científica”.
La experta destacó que “pertenecer a sociedades científicas es un ‘valor agregado’, ya que éstas organizaciones avalan la capacitación continua y la trayectoria del profesional”.
Otro punto crucial que mencionó Seleme es el entorno en el que opera el cirujano. “Tenemos que saber dónde opera, que haga una buena evaluación general del paciente y que solicite todos los estudios prequirúrgicos”, detalló. Y subrayó que estos factores están directamente relacionados luego con el éxito del procedimiento.
Seleme también tocó un tema delicado pero esencial que es el aspecto económico. “Hay que desconfiar de valores muy bajos económicamente hablando”, advirtió, y explicó que “la experiencia del profesional, la trayectoria, trabajar con un equipo idóneo: asistentes, instrumentadoras, anestesiólogos, todo esto tiene un costo, sumado a operar en clínicas habilitadas”.
Finalmente, la experta hizo hincapié en la importancia de gestionar las expectativas de los pacientes. “No todo lo que queremos lo podemos lograr”, señaló, y aconsejó a los pacientes a aceptar el diagnóstico y consejo del profesional, incluso si implica no poder ofrecer el resultado deseado. “Hay pacientes que siguen golpeando puertas hasta que encuentran a alguien que les dice que sí, y muchas veces termina no siendo satisfactorio ese resultado”, concluyó.
Redes sociales, cuidado con los espejitos de colores
El cirujano plástico Daniel Félix (MN 85381), con 30 años de trayectoria y a cargo del centro Dr. Beauty, además de las consideraciones hechas por sus colegas para hallar un profesional con las credenciales adecuadas, recomendó “siempre hacer tres consultas con diferentes cirujanos” antes de tomar una decisión. También “pedir ver resultados de las cirugías del profesional, investigar la trayectoria y pedir certificados si hay dudas”.
Además, “si la cirugía es con anestesia general, siempre debe ser en clínicas con UTI (Unidad de Terapia Intensiva). Luego del procedimiento, aconsejó, “pedir teléfonos de contacto postquirúrgicos”. Finalmente, advirtió de los riesgos que conllevan estas cirugías en especial, aún cuando estén practicadas por médicos altamente calificados. Comúnmente, se producen “hematomas, infecciones, reacciones a la anestesia, rechazo de prótesis”. Algo de esto puede pasar y hay que saber sobrellevarlo desde la salud y con abordajes científicos probados con seguridad y eficacia.
En ese sentido, también se pronunció el cirujano plástico, expresidente de SACPER, Edgardo Bisquert (Mat. Nº 10.874). “Las personas deben buscar a un especialista en Cirugía Plástica Estética y Reparadora en el sitio web oficial de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica Estética y Reparadora: www.sacper.org; porque los profesionales que la integran se suman luego de un proceso de selección donde interviene un comité de admisión que revisa sus antecedentes, tanto de formación profesional como científica y ética”.
Una vez que se verificó, se puede, “si lo desean, buscar al profesional en las redes sociales, pero no a la inversa como habitualmente ocurre, ya que muchos personajes que son entrevistados habitualmente por televisión o radio, son vistos como referentes por la gente y por los propios medios, pero son absolutamente desconocidos dentro de nuestro ámbito académico”, afirmó a Infobae. Al respecto, el caso de Pérez Latorre actualiza sobradamente este enfoque.
Tanto los tratamientos estéticos quirúrgicos como los no quirúrgicos, agregó el doctor Bisquert, “deben ser efectuados por especialistas reales, todos nuestros miembros han realizado una Residencia de Cirugía General ( 4 años ) y luego de Cirugía Plástica ( 3 años); eso les permite indicarle y efectuarle al paciente lo que necesita y no solamente lo que saben hacer, como ocurre con médicos sin especialidad o no médicos, que creen que por realizar un curso de 3 o 4 meses están capacitados”.