La medicina homeopática fue tema de agenda a partir de la declaración que hizo Fabiola Yañez. En su presentación ante el fiscal Ramiro González, la ex primera dama acusó al ex jefe de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra, de haber ocultado una de las agresiones del ex presidente, Alberto Fernández, cuando todavía no había nacido el hijo de ambos.
En un escrito de 20 páginas, al que accedió Infobae, Yañez dijo que Federico Saavedra le dio “globulitos de árnica” para tapar un golpe de puño en el ojo.
“Ese día yo tenía que viajar a Misiones, era un compromiso oficial, como Primera Dama, así que viaje igual, al principio solo se veía colorado, pero me quede 3 o 4 días y el ojo comenzó a cambiar cada vez a un color más fuerte. Volví y me quede en Olivos. Estando allí, junto con Alberto, lo llamamos al Dr. Saavedra, Jefe de la Unidad Médica Presidencial, me dio globulitos de árnica, y me dijo que se iba a ir con el tiempo. Y estuve así paseándome por días dentro de la casa, en Olivos, obligada a no salir para que no se viera el golpe”, sostuvo Yañez, quien había brindado una entrevista exclusiva a Infobae el pasado sábado 10 de agosto.
Pero, ¿qué es el árnica? Según destacan desde la reconocida clínica médica de Estados Unidos Mount Sinai, se ha utilizado con fines medicinales desde el siglo XVI y sigue siendo popular en la actualidad.
“Aplicada sobre la piel en forma de crema, ungüento, linimento, bálsamo o tintura, el árnica se ha utilizado para aliviar dolores musculares, reducir la inflamación y curar heridas. Se utiliza habitualmente para lesiones, como esguinces y hematomas. Como hierba, el árnica suele utilizarse de forma tópica (sobre la piel) porque puede provocar efectos secundarios graves cuando se ingiere por vía oral. Los remedios homeopáticos orales contienen árnica, pero utilizan una forma diluida que no se considera peligrosa”, explican.
El árnica es una planta perenne que crece hasta una altura de 30 a 60 cm y tiene flores de color amarillo anaranjado similares a las margaritas. Los tallos son redondos y peludos y terminan en 1 a 3 pedúnculos florales, con flores de 5 a 7,5 cm de diámetro. Las hojas son de un verde brillante. Las hojas superiores son dentadas y ligeramente peludas, mientras que las inferiores tienen las puntas redondeadas. Es originaria de las montañas de Europa y Siberia, y se cultiva en América del Norte, detallan desde Mount Sinai de Nueva York.
Ante la consulta de Infobae sobre la propiedades medicinales de la planta de árnica, el médico cardiólogo y deportólogo Norberto Debbag, señaló que “es una planta que se usa mucho en la homeopatía, justamente porque tiene flavonoides y algunos aceites esenciales. Lo que genera es un efecto a nivel muscular y articular”. El cardiólogo apuntó que no se conocen, hasta el momento, estudios científicos sólidos que avalen su eficacia.
“Se utiliza de distintas formas, en aceites, cremas, globulitos, que son una forma homeopática, se ponen debajo de la lengua y pueden generar efectos analgésico y antiinflamatorio. Las cremas se suelen utilizar también en los hematomas no demasiado grandes, más bien leves. No porque el árnica vaya a sacar el hematoma, sino porque va a desinflamar la zona, porque tiene un efecto analgésico y más que nada antiinflamatorio”, agregó Debbag.
Los estudios científicos sobre la planta de árnica
Una revisión sistemática, en la cual se realizaron búsquedas bibliográficas informatizadas para recuperar todos los estudios controlados con placebo sobre el uso del remedio homeopático árnica montana para tratar traumatismos, reveló resultados mayoritariamente negativos, cuestionando su efectividad.
De los ocho estudios incluidos en la revisión, solo dos mostraron un resultado positivo significativo, mientras que cuatro indicaron que el árnica no era más eficaz que un placebo. En tanto, los trabajos restantes mostraron resultados numéricamente positivos, pero sin pruebas estadísticas sólidas para respaldar estas observaciones, indicaron los científicos en el trabajo publicado en la revista JAMA Network, la mayoría de los ensayos revisados presentan limitaciones metodológicas, como el pequeño tamaño de la muestra y la falta de rigurosidad en el análisis estadístico, lo que dificulta obtener conclusiones definitivas, por lo que aseguraron que los datos no apoyan la hipótesis de que árnica montana tenga un efecto clínico real más allá del placebo.
En tanto, otra investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina en Estados Unidos, advirtió una postura diferente. Se trató de un estudio doble ciego, realizado con 29 pacientes sometidos a ritidectomía (un procedimiento quirúrgico facial que consiste en un estiramiento estético para crear un aspecto más joven del rostro) evaluó la eficacia de la árnica montana homeopática como agente antiequimótico.
Mediante un modelo informático diseñado para realizar análisis objetivos y reproducibles de los cambios de color de la piel, se compararon los resultados entre pacientes tratados con árnica montana y un grupo control que recibió placebo. Tanto las evaluaciones subjetivas realizadas por pacientes y profesionales como las medidas objetivas del cambio de color no mostraron diferencias significativas entre ambos grupos. Sin embargo, se observó que los pacientes que tomaron A. montana presentaron una reducción en el área de equimosis en varios días postoperatorios, siendo estadísticamente significativa en los días 1 y 7 después de la cirugía, explicaron los expertos.
Asimismo, señala que, aunque no se detectaron diferencias subjetivas, los datos objetivos sugieren que árnica montana podría reducir el área de equimosis en algunos puntos del período postoperatorio, lo que plantea su potencial utilidad como agente antiequimótico en el contexto quirúrgico. Sin embargo, estos resultados deben considerarse con cautela, dado que la significancia estadística se limitó a solo dos de los cuatro días evaluados, agregaron.
En 2016, por otro lado, un estudio realizado por dos expertos de la División de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello, Departamento de Cirugía, Universidad de Wisconsin, evaluó la eficacia de la árnica montana homeopática para reducir la equimosis tras una cirugía de rinoplastia, según resaltaron utilizaron mediciones objetivas de la extensión e intensidad del hematoma. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir árnica montana o un placebo en un diseño doble ciego.
Se midió la equimosis en tres momentos postoperatorios mediante fotografías digitales y se analizaron los cambios de color con herramientas digitales de fotografía. “Los resultados mostraron que los pacientes que recibieron árnica montana experimentaron una reducción en la extensión de la equimosis, con una diferencia significativa en el séptimo día postoperatorio, indicaron en el estudio.
Además de la reducción en la extensión, los investigadores observaron que la intensidad del color del hematoma disminuyó significativamente en los días 7 y 9/10 postoperatorios para los pacientes que tomaron árnica montana. A pesar de que un paciente presentó efectos secundarios leves, los resultados sugieren que puede acelerar la curación postoperatoria al disminuir tanto la extensión como la intensidad de la equimosis, lo cual podría mejorar la satisfacción del paciente tras la cirugía de rinoplastia, se detalla en la investigación.
Por su parte, un informe realizado por el Sistema Nacional de Salud de Inglaterra, en el que se revisó la evidencia clínica sobre la homeopatía con la inclusión de los remedios homeopáticos, se los clasificó como de baja efectividad clínica, con falta de evidencia robusta y preocupaciones de seguridad.
En ese sentido, el documento revisa la evidencia sobre el uso de árnica montana en el contexto de cirugías de rodilla. Tres ensayos aleatorizados y controlados no encontraron diferencias significativas entre el uso de árnica y placebo en la mayoría de las medidas, incluyendo el cambio en la circunferencia de la rodilla y el dolor postoperatorio. Aunque en uno de los estudios hubo una ligera reducción en el dolor en pacientes que recibieron árnica tras la reconstrucción del ligamento cruzado, los resultados en general sugieren que no ofrece beneficios clínicos significativos en comparación con un placebo en el manejo del dolor y la inflamación postquirúrgica.
Según detallan desde Mount Sinai, el árnica es generalmente seguro cuando se usa sobre la piel. Sin embargo, su uso durante mucho tiempo puede irritar la piel y causar eczema, descamación, ampollas u otras afecciones cutáneas.
“El árnica no debe usarse sobre piel lastimada, como úlceras en las piernas. En un estudio, los investigadores descubrieron que el árnica usada tópicamente aumentaba el dolor de piernas 24 horas después de que los participantes realizaran ejercicios de pantorrilla. Además, las personas hipersensibles o alérgicas a la hierba deben evitarla”, explicaron desde el sistema de atención médica integrado de Nueva York.
“El árnica rara vez se utiliza como remedio herbal interno porque puede causar mareos, temblores e irregularidades cardíacas. También puede irritar las membranas mucosas y provocar vómitos. En dosis grandes puede incluso ser fatal. No tome árnica por vía oral, excepto bajo estrecha supervisión de su médico. Por lo general, puede tomar remedios homeopáticos, que utilizan cantidades extremadamente pequeñas de árnica, de manera segura”, agregaron.
Y cerraron: “Si está embarazada o amamantando, evite tomar árnica y consulte a su médico antes de usarla en la piel. Hable con su médico antes de tomar cualquier medicamento, incluidas las hierbas”.