Las uñas son un reflejo vital de la salud general. Estas estructuras compuestas principalmente de células endurecidas y queratina protegen las puntas de los dedos y ofrecen indicios importantes sobre el bienestar interno. Desde su apariencia y textura hasta su crecimiento y color, pueden manifestar señales de deficiencias nutricionales, problemas metabólicos y otras condiciones. Prestar atención a estos detalles es crucial para identificar posibles desequilibrios en el organismo y actuar a tiempo.
La fragilidad de las uñas puede ser un indicador de múltiples afecciones. Es importante conocer las razones subyacentes poder solucionar la problemática. Más allá de las causas, las prácticas de cuidado apropiadas, como mantenerlas limpias y cortas, puede ayudar a prevenir infecciones y lesiones. Además, adoptar hábitos saludables como no morderse las uñas y evitar el uso excesivo de productos químicos agresivos contribuye a la fortaleza y a su apariencia óptima.
¿Por qué se me rompen las uñas?
Las uñas son estructuras que pueden romperse por una variedad de razones. A menudo, las fracturas son el resultado de una falta de hidratación o una nutrición inadecuada. Las uñas secas y quebradizas pueden ser un signo de deficiencias vitamínicas, como la falta de biotina o vitaminas del grupo B, de proteínas o de minerales esenciales como el hierro, según los expertos de Cleveland Clinic. Además, el uso excesivo de productos químicos, como los de limpieza, esmaltes y quitaesmaltes, puede debilitar su estructura, lo que las hace más propensas a romperse.
Las lesiones físicas también juegan un papel importante en el deterioro. Golpes, impactos o la exposición constante a actividades que requieren fuerza pueden debilitar la placa ungueal y llevar a su rotura. Por último, factores ambientales, como el contacto prolongado con el agua o cambios bruscos de temperatura, pueden afectar la salud de las uñas.
Finalmente, el morderse las uñas puede generar grietas que profundicen las roturas, además de lesiones que causen infecciones y afecten a la estructura de estas capas protectoras.
¿Por qué son tan frágiles mis uñas?
Como se mencionó previamente, tanto la falta de hidratación, las lesiones, la exposición químicos y deficiencia de nutrientes esenciales pueden debilitar las uñas de manera severa. Pero además de esto, existen ciertas condiciones de salud que pueden afectar su estructura integral.
Si bien con el paso de los años puede ser que las uñas se debiliten, ciertas afecciones pueden contribuir a la fragilidad. Desde el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, explican que “las enfermedades de la tiroides, incluso el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, pueden producir uñas quebradizas o separación del lecho ungueal de la lámina ungueal (onicólisis)”.
Por otro lado, un estudio detalla que uno de los múltiples efectos de la diabetes en el cuerpo es el desarrollo de “uñas que son amarillas, gruesas, y a veces frágiles, estriadas y quebradizas”. Además, enfermedades dermatológicas como las infecciones micóticas o la psoriasis, caracterizada por la resequedad y descamación de la epidermis, pueden afectar al lecho ungueal, que es la piel que se encuentra por debajo de las uñas, y generar debilidad estructural.
Qué hacer para fortalecer mis uñas
Primero se debe consultar con un profesional de la salud para descartar o tratar cualquier condición responsable de la fragilidad de las uñas. Luego, se pueden seguir algunos de los siguientes consejos para fortalecerlas:
- Mantener una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales va a ser beneficioso para estimular el correcto crecimiento de estas estructuras. La biotina es una vitamina del complejo B (B7) que estimula la producción de queratina, el principal componente de las uñas, por lo que consumir alimentos que le aporten este nutriente al cuerpo puede fortalecerlas. Algunos de estos pueden ser lácteos bajos en grasas, huevos, bananas, cereales, nueces y carne de cerdo. Si un médico lo considera, puede recetar suplementos para incrementar los niveles de este componente en el organismo.
- Al manejar productos de limpieza se deben utilizar guantes de goma para que sirvan de barrera protectora ante los químicos.
- Desde Mayo Clinic recomiendan humectar las uñas con cremas para prevenir que se sequen y, en consecuencia, que se quiebren.
- Existen productos llamados endurecedores de uñas que aportan una extra capa para preservar la estructura y permitir su crecimiento.
- Es esencial tener una rutina de cuidado para disminuir la presencia de bacterias y hongos que puedan causar infecciones. Al cortarlas, los instrumentos que se utilicen deben estar limpios y los alicates, o tijeras, bien afilados. Para prevenir que se encarnen, es recomendable que las uñas no estén demasiado cortas y que se utilice la lima para redondear las puntas.
Qué no hay que hacer para evitar que se rompan las uñas
Para mantener las uñas fuertes y evitar que se quiebren, es crucial evitar una serie de prácticas que pueden dañarlas:
- En primer lugar, es importante no usar las uñas como herramientas, ya que abrir latas o rascar superficies con ellas puede debilitarlas y causar roturas.
- El uso excesivo de productos químicos agresivos, como quitaesmaltes con acetona, puede deshidratar la placa ungueal y hacerla más propensa a romperse.
- Evitar morderse las uñas, ya que no solamente debilita la estructura de las capas, sino que también es una manera mediante la cual los gérmenes pueden ingresar al organismo.
- Desde Cleveland Clinic comentan que, si bien los esmaltes pueden proteger a la uña, el proceso de removerlos constantemente puede causar resequedad. Recomiendan que exista un período de descanso entre cada aplicación de productos y, si esto no es posible, se puede elegir un esmalte transparente y dejarlo sobre las uñas por una semana.
- Otro aspecto a considerar es no exponer las uñas a lapsos extensos de humedad sin protección, ya que esto puede hacer que se vuelvan blandas y quebradizas.