Ernie Mundell - HealthDay News - ¿Recuerdas a tus mejores amigos de la preparatoria? Claro, causaron una impresión duradera, pero la ciencia sugiere que también influyeron en la trayectoria de tu salud.
No es tan descabellado: tus amigos llevan genes que pueden o no predisponerlos a problemas de salud mental que van desde la adicción hasta la ansiedad y la depresión. Eso puede influir en la salud mental de las personas de su círculo de amigos, según investigadores de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey.
“Las predisposiciones genéticas de los compañeros para los trastornos psiquiátricos y de uso de sustancias se asocian con el propio riesgo de un individuo de desarrollar los mismos trastornos en la adultez temprana”, señaló la autora principal del estudio, Jessica Salvatore.
“Lo que nuestros datos ejemplifican es el largo alcance de los efectos genéticos sociales”, dijo en un comunicado de prensa de la Rutgers. Salvatore es profesor asociado de psiquiatría en la universidad.
Es un campo de investigación relativamente nuevo llamado sociogenómica: cómo la composición genética de una persona (“genotipo”) puede influir en una red más amplia de personas.
¿Qué tan poderoso es el efecto sociogenómico? Para averiguarlo, el grupo de Salvatore observó datos de más de 1.5 millones de individuos nacidos en Suecia entre 1980 y 1998.
Luego identificaron exactamente dónde fue cada uno a la escuela en sus años de adolescencia. A esto le siguió una inmersión profunda en los registros médicos, farmacéuticos y legales que documentaban cualquier historial de uso de sustancias y trastornos de salud mental de las mismas personas en la edad adulta.
Posteriormente, se utilizaron sofisticados modelos informáticos para evaluar si las predisposiciones genéticas del grupo de compañeros de una persona estaban asociadas con aspectos de la salud mental de esa persona.
El resultado: se observaron vínculos claros entre las predisposiciones genéticas de un amigo cercano y las probabilidades de que un individuo desarrolle un trastorno psiquiátrico o por uso de sustancias, reportó el equipo.
Los efectos fueron más fuertes entre las personas que fueron a la escuela juntas en comparación con simplemente crecer en el mismo lugar, añadió el grupo de Salvatore.
Los investigadores incluso pudieron determinar qué años fueron los más cruciales para el efecto: un período entre las edades de 16 y 19 años para los jóvenes que participaban en la misma vocacional o preparatoria.
Para los compañeros escolares, el efecto genético fue especialmente fuerte para los trastornos por uso de drogas y alcohol, encontró el estudio.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 7 de agosto de la revista American Journal of Psychiatry.
Según Salvatore, abordar problemas como el abuso de drogas, la ansiedad y la depresión en los jóvenes puede significar ampliar el enfoque más allá de un individuo.
"Si queremos pensar en la mejor manera de abordar estos trastornos socialmente costosos, debemos pensar más en las intervenciones sociales y basadas en la red", planteó. "No basta con pensar en el riesgo individual".
Salvatore enfatizó que los efectos pueden durar mucho tiempo después del día de la graduación. ”Las influencias genéticas de los pares tienen un alcance muy largo”, dijo.
Más información sobre el componente genético de la depresión en la Universidad de Stanford.
FUENTE: Universidad de Rutgers, comunicado de prensa, 7 de agosto de 2024
* HealthDay Reporters © The New York Times 2024