La ciencia médica llama cáncer de cabeza y cuello a aquellos que afectan a la boca, nariz y los senos paranasales, glándulas salivales, garganta y la laringe. Según Medline Plus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la mayoría de estos cánceres son de células escamosas. “Comienzan en los tejidos húmedos que recubren la cabeza y el cuello. Las células cancerosas pueden propagarse a tejidos más profundos a medida que la afección crece”.
La misma publicación señala que “hay otros tipos de cáncer que se desarrollan en la cabeza y el cuello, como el de cerebro, de ojo y el de esófago. Pero, en general, no se consideran cáncer de cabeza y cuello, porque esos tipos de cánceres y sus tratamientos son diferentes”.
Para generar conciencia en torno de estas enfermedades y sus factores de riesgo, cada 27 de julio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, por iniciativa de la International Federation of Head and Neck Oncologic Societies (IFHNOS).
Según datos de la Asociación Estadounidense del Cáncer, estas patologías son el sexto tipo de cáncer más común en el mundo y representan el 6% de todos los tumores”. Cada año, unas 900.000 personas en el mundo, en su mayoría mayores 50 años, reciben un diagnóstico de cáncer de faringe, laringe, cavidad oral, glándulas salivares o cavidad nasal. En Argentina se estima que provoca dos muertes al día.
Los especialistas consideran que, si se evitase el consumo de tabaco y alcohol, la incidencia de estos carcinomas se reduciría hasta un 90 %. También el virus del papiloma humano (HPV) representa un factor de riesgo importante.
El doctor Manglio Rizzo, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, explicó que los carcinomas de cabeza y cuello más frecuentes son “los de cavidad oral, seguidos por los de laringe y, posteriormente, los de orofaringe (garganta)”.
Según datos publicados en la Gaceta Médica de México, este cáncer “ocupa actualmente el sexto lugar de todas las neoplasias. En México, entre 60 y 70 % de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, en las que la supervivencia difícilmente supera 50 % a cinco años, aun con todos los recursos terapéuticos disponibles”.
Los especialistas consideran que “las causas de ello son el desconocimiento de los pacientes de sus factores de riesgo, el menosprecio de los propios pacientes por los síntomas y signos incipientes como disfonía, úlceras bucales o sangrado oral y el desconocimiento de los médicos de primer contacto de los signos de alerta indicativos de referencia inmediata al especialista”.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) advirtió que es un tumor predominantemente masculino, aunque en los últimos años esta prevalencia se está modificando debido al aumento de la adicción al tabaco en las mujeres.
Cuáles son los síntomas del cáncer de cabeza y cuello
El doctor Rizzo detalló que los síntomas más frecuentes dependen de la localización del tumor. “Aquellos ubicados en la cavidad oral se pueden presentar como úlceras crónicas de difícil cicatrización. Los tumores de garganta u orofaringe, por su parte, suelen manifestarse como masas cervicales correspondientes a metástasis ganglionares o, menos frecuentemente, como masas o tumores amigdalinos, pudiendo generar dolor al tragar o sangrado. Los tumores de laringe, mientras tanto, pueden presentarse por alteraciones en la voz”.
Cuáles son los factores de riesgo
La evidencia científica indica que, los principales factores de riesgo para el desarrollo de cánceres de cabeza y cuello son:
- El consumo crónico de alcohol
- El tabaquismo
- El virus del papiloma humano (HPV, por sus iniciales, una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes en todo el mundo).
- Mala higiene bucal
- Enfermedad periodontal (infección grave de las encías que daña el tejido blando alrededor de los dientes).
De acuerdo con el jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Universitario Austral, “beber 50 gramos de alcohol al día —cuyo equivalente serían unos 400 ml de vino— aumenta el riesgo entre cinco y seis veces”, además, fumar incide gravemente, no solo para el fumador activo sino también en el pasivo.
“El riesgo puede verse acrecentado entre cinco y veinticinco veces, según la cantidad y el tipo de tabaco”, agregó el oncólogo clínico y agregó que “la ingesta de alcohol y tabaco tienen un efecto sinérgico para el desarrollo del cáncer de cabeza y cuello”.
Al referirse al HPV, Manglio Rizzo dijo que es un virus que “aumenta el riesgo de carcinomas de orofaringe que se dan típicamente en pacientes más jóvenes, sexualmente activos”. Por eso los especialistas recomienda con énfasis la vacunación contra esa enfermedad porque disminuye el riesgo de desarrollar esta y otros tipos de patología.
Cuáles son los tratamientos contra el cáncer de cuello y cabeza
La posibilidad de cura de este tipo de cáncer alcanza el 95% en caso de que se diagnostique en una etapa temprana, en cambio, dijo el mismo especialista, quien además es miembro de comité directivo de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, cuando se lo detecta en etapas avanzadas o tardías las posibilidades de curación son escasas.
En cuanto a la reaparición de la enfermedad tras el tratamiento quirúrgico o con radioterapia es “relativamente frecuente” por lo cual se trata de pacientes que deben someterse a un seguimiento exhaustivo por parte de un equipo multidisciplinario que incluya otorrinolaringólogos, oncólogos y cirujanos.
Estos controles —agregó— son fundamentales porque “existe la posibilidad de desarrollar lo que denominamos ‘segundo tumor primario’, que es un tumor que no se asocia al primero, pero que se debe a la exposición al mismo cancerígeno, tabaco o alcohol habitualmente”.
Explicó también que en muchos casos la cirugía es la primera opción de tratamiento con vistas a una curación, pero aclaró que “en los pacientes con carcinoma de laringe y orofaringe, la radioterapia es una alternativa para preservar la funcionalidad de los órganos, es decir, que puedan hablar, tragar, etcétera”.
Por su parte, la doctora Ana Inés Voogd, jefa del Servicio de Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital Universitario Austral, destacó que “para tratar este tipo de enfermedades, el trabajo de equipos multidisciplinarios realmente es esencial” para el abordaje integral de los pacientes. Esta experta consideró que el tratamiento debe incluir a oncólogos, cirujanos, radioterapeutas y otorrinolaringólogos, nutricionistas, kinesiólogos, psico-oncólogos, cirujanos plásticos, entre otros.
“Durante las propias cirugías —que generalmente son cirugías comando, de mucha duración—, suele haber dos o tres equipos trabajando en simultáneo en el paciente, en especial para tumores en estadios avanzados o localizaciones difíciles, que requieren reconstrucciones importantes”, dijo Voogd, miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía de Cabeza y Cuello.
La SEOM informó también que la inmunoterapia está permitiendo avances en la supervivencia frente a la quimioterapia. Se ha observado un beneficio de supervivencia global de 7,7 meses frente a 3,3. La inmunoterapia es un tratamiento intravenoso de reciente aprobación en países como España para los tumores de cabeza y cuello que estimula el sistema inmune del paciente para que sea el que destruya las células tumorales.
Según señalaron ambos expertos del Hospital Austral, en ciertos lugares del mundo, se dice que el cáncer de cabeza y cuello es “el cáncer ignorado”, porque su conocimiento está mucho menos difundido que en el caso de otras enfermedades oncológicas. “Todavía persiste cierto estigma en torno a estos tumores por las secuelas que muchas veces dejan, en especial cuando el tratamiento involucra remover dientes, mandíbula, parte de la lengua”, contó la doctora Voogd.
La profesional destacó la importancia y los avances que se ha producido en la rehabilitación. “A veces la persona queda con algún déficit pero, gracias a la reconstrucción quirúrgica, ya sea con hueso o prótesis, y a una muy buena rehabilitación, puede reinsertarse socialmente”.
Tanto Rizzo como Voogd remarcaron la importancia de los controles médicos para detectar precozmente estos tipos de cánceres y tratarlos a tiempo.