Según el Ministerio de Salud, en Argentina, seis de cada 10 adultos presentan exceso de peso. En tanto, el 41% de los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y obesidad.
Estas cifras preocupantes aumentan significativamente el riesgo de desarrollar más de 200 problemas de salud, incluyendo diabetes, hipertensión arterial, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades renales y hepáticas, y ciertos tipos de cáncer.
El doctor Mariano Palermo, especialista en cirugía digestiva y bariátrica, coordinador de Diagnomed y jefe de cirugía digestiva del Hospital Posadas de Buenos Aires, enfatiza la gravedad del problema: “La obesidad y el sobrepeso son un problema de salud crónico, no aparece en un día ni se soluciona en una semana y es clave entender que no es una cuestión estética, sino que la importancia está en una prevención a todas las comorbilidades que esta enfermedad puede acarrear”.
El cambio de hábitos se impone como una necesidad urgente para enfrentar esta crisis de salud. Además de modificaciones en la dieta y la actividad física, técnicas como el balón gástrico ingerible emergen como herramientas importantes para lograr y mantener la pérdida de peso. Este enfoque combinado de intervención médica y cambio de estilo de vida busca resultados sostenibles a largo plazo.
El doctor Palermo presentó recientemente los resultados sobre la experiencia con un balón gástrico ingerible en Argentina en el último Congreso de la Sociedad Americana de Cirugía Bariátrica en San Diego, Estados Unidos. Durante el congreso, destacó la eficacia de este método en pacientes que necesitan reducir entre el 7% y el 20% de su peso corporal. Los datos de su equipo en Argentina mostraron una reducción de peso del 10% al 20% con el tratamiento de balón combinado con un equipo interdisciplinario.
Palermo destacó que algunos pacientes pueden utilizar balones secuenciales, lo que permite un tratamiento sostenido: es posible bajar con un balón del 10% al 15% del peso, se deja descansar dos a tres meses y se puede repetir el proceso con un nuevo balón en forma secuencial.
El balón gástrico ingerible representa uno de los últimos avances científicos para combatir el sobrepeso. Este dispositivo, denominado Allurion, se coloca en el estómago del paciente durante una visita de 20 minutos al médico, sin necesidad de cirugía. Una vez en el estómago, el balón se infla y produce una sensación de saciedad, lo que ayuda a los pacientes a reducir su ingesta calórica y facilita el inicio de un cambio de vida sostenido en el tiempo, según los expertos.
Palermo subraya: “La obesidad es una afección de origen multicausal, donde la alimentación saludable, un descanso adecuado y el ejercicio físico son pilares fundamentales para tratarla, en los últimos años se desarrollaron tratamientos de avanzada que mejoran la calidad de vida de los pacientes. Uno de los tratamientos innovadores es el balón gástrico ingerible sin cirugía”.
De acuerdo al doctor, el tratamiento con el balón Allurion comienza con una consulta junto a un equipo multidisciplinario, que incluye médicos especialistas en nutrición, obesidad, psicólogos especialistas en trastornos de la conducta alimentaria, y un equipo quirúrgico certificado. Este equipo evalúa integralmente al paciente para la instalación del balón intragástrico.
Por su parte, Marianella Ackerman, nutricionista del centro Cien, indica: “El balón gástrico ingerible es menos invasivo que otras opciones, ya que no requiere una endoscopia previa, no requiere anestesia y si bien se ingiere con el procedimiento de un médico, es rápida la implantación. La gran ventaja de este balón es que produce saciedad mecánica, esto quiere decir que una vez implantado, el paciente siente como si hubiese comido en el momento. Esa sensación de saciedad, continúa a lo largo de los seis meses que dura el programa”.
Ackerman enfatiza la importancia de los cambios en el estilo de vida para acompañar el proceso de pérdida de peso: “El programa, además de la implantación del balón, implica cambios en el estilo de vida, para acompañar al proceso, porque no hay nada que sea magia, se necesita acompañar con buenos hábitos al balón. Esta saciedad mecánica de la que hablamos, es un gran aliado para cambiar los hábitos y el estilo de vida. El programa está diseñado justamente para acompañar el proceso con un equipo multidisciplinario, que es lo que se necesita para mantener en el tiempo los cambios”.
El abordaje integral del sobrepeso y la obesidad, que combina el uso de tecnologías innovadoras como el balón gástrico ingerible con un cambio profundo en los hábitos de vida, muestra resultados prometedores. Sin embargo, tanto Palermo como Ackerman coinciden en que la clave del éxito radica en la constancia y el compromiso de los pacientes para mantener estos cambios a largo plazo.
En Argentina, según contaron los especialistas, se colocaron más de 4000 balones gástricos. Para Palermo, el apoyo del equipo multidisciplinario, junto a esta herramienta, permite que los pacientes logren resultados y, lo más importante, que estos perduren en el tiempo.
Ackerman subraya que el cambio de hábitos es un proceso. “Si solo quiero cambiar hábitos, pero no tengo un plan, es difícil lograrlo. Tener una buena estrategia es lo más importante”. Entre las claves para el cambio de hábitos, la experta sugiere definir objetivos realistas y planificar las comidas, evitando extremos en la dieta y buscando un balance nutricional.
La hidratación adecuada es otro pilar fundamental, así como aprender a escuchar al cuerpo para distinguir entre hambre real y comer por ansiedad. En ese tono, la nutricionista resalta la necesidad de incorporar ejercicio físico regular y buscar apoyo, ya sea de familiares, amigos o profesionales, para facilitar el proceso de cambio. Además, gestionar el estrés y asegurar un descanso adecuado son esenciales para evitar hábitos alimenticios poco saludables. Incluso, Ackerman llama, finalmente, a evitar las dietas extremas y a monitorear el progreso para mantener la atención en los nuevos hábitos.