Una variante del virus de la gripe aviar que afectaba principalmente a las aves silvestres y de corral consiguió transmitirse en más de 40 especies de mamíferos desde 2020 en adelante en diferentes regiones del mundo, incluyendo América. Se trata del virus de la gripe A(H5N1) clado 2.3.4.4b.
En marzo pasado se detectó en el ganado lechero en los Estados Unidos. Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Cornell demostró la propagación de la gripe aviar de las aves al ganado lechero en varios estados de ese país lo que dio lugar a una transmisión de mamífero a mamífero: entre vacas y de vacas a gatos y a un mapache.
El hallazgo fue publicado en la revista Nature. “Esta es una de las primeras veces que vemos pruebas de una transmisión eficaz y sostenida de mamífero a mamífero de la gripe aviar altamente patógena H5N1″, dijo uno de los coautores Diego Diel, quien es doctor en virología por la Universidad Federal de Santa María en Brasil y ahora trabaja como director del Laboratorio de Virología en el Centro de Diagnóstico de Salud Animal (AHDC) en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.
Los investigadores hicieron la secuenciación del genoma completo del virus, pero no reveló que tuviera alguna mutación que pudiera aumentar la transmisibilidad en los seres humanos. Sin embargo, los datos muestran claramente la transmisión de mamífero a mamífero, lo que es preocupante ya que el virus puede adaptarse en mamíferos, señaló Diel.
Las infecciones por H5N1 se detectaron por primera vez en enero de 2022 en los Estados Unidos y han provocado la muerte de más de 100 millones de aves domésticas y miles de aves silvestres.
Hasta ahora se han notificado 11 casos humanos de gripe aviar en los Estados Unidos. El primero se registró en abril de 2022. Todos tuvieron con síntomas leves: cuatro estaban relacionados con explotaciones ganaderas y siete con granjas avícolas, incluido un brote de cuatro casos notificados en las últimas semanas en Colorado.
Esos afectados recientes adquirieron la misma cepa que, según el estudio, circula en las vacas lecheras. Lo que llevó a los investigadores a sospechar que el virus probablemente se originó en granjas lecheras del mismo condado.
Aunque el virus tiene capacidad para infectar y replicarse en las personas, la eficacia de esas infecciones es baja. “La preocupación es que puedan surgir mutaciones que lleven a la adaptación a los mamíferos, el contagio a los humanos y una posible transmisión eficiente en humanos en el futuro”, aclaró Diel.
Por tanto, es fundamental seguir vigilando el virus en los animales afectados y también en los posibles humanos infectados, subrayó .
El Departamento de Agricultura de ese país financió programas de pruebas del virus H5N1, sin costo para los productores. Según Diel, para contener una mayor propagación del virus serían necesarios testeos tempranos, bioseguridad reforzada y cuarentenas en caso de resultados positivos.
Los científicos de Cornell y del Laboratorio de Diagnóstico Médico Veterinario de Texas A&M fueron de los primeros en informar de la detección del virus en rebaños de vacas lecheras. Las vacas fueron probablemente infectadas por aves silvestres. Manifestaron síntomas como disminución del apetito, cambios en la consistencia de la materia fecal, dificultad respiratoria y una pronunciada disminución de la producción láctea.
El nuevo estudio mostró un alto tropismo del virus, es decir, capacidad de infectar células concretas por la glándula mamaria y elevadas cargas virales infecciosas excretadas en la leche de los animales afectados. El virus se elimina mediante la pasteurización, lo que ha garantizado un suministro seguro de leche.
Mediante la secuenciación del genoma completo de cepas virales caracterizadas, la modelización y la información epidemiológica, los investigadores pudieron determinar los casos de transmisión de vaca a vaca cuando se trasladaron vacas infectadas de Texas a una granja con vacas sanas en Ohio.
La secuenciación también mostró que el virus se transmitió a gatos, un mapache y aves silvestres que aparecieron muertos en las granjas afectadas. Lo más probable es que los gatos y el mapache enfermaran por beber leche cruda de vacas infectadas.
Aunque se desconoce cómo se infectaron las aves silvestres, los investigadores sospechan que pudo deberse a la contaminación ambiental o a los aerosoles levantados durante el ordeñe o la limpieza de las salas de ordeñe.
Kiril Dimitrov, director adjunto de microbiología e investigación y desarrollo del Laboratorio de Diagnóstico Médico Veterinario de la Texas A&M, es también coautor. Otros colaboradores son el brasileño Leonardo Caserta, quien también investiga en Cornell, Elisha Frye, Salman Butt, Melissa Laverack, Mohammed Nooruzzaman, Lina Covaleda, Brittany Cronk, Gavin Hitchener, John Beeby, Manigandan Lejeune y Francois Elvinger.
El estudio ha sido financiado por el Laboratorio de Virología del Centro de Diagnóstico Zoosanitario de la Universidad de Cornell, el Laboratorio de Diagnóstico y Enfermedades Animales de Ohio, el Laboratorio de Diagnóstico Médico Veterinario de Texas A&M y el Departamento de Agricultura de EE.UU.