La gripe, un virus estacional y pandémico, infecta a mil millones de personas cada año, convirtiéndose en uno de los patógenos respiratorios más comunes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de que la mayoría de los casos no son graves, el máximo ente sanitario estima entre 3 y 5 millones de infecciones severas y hasta 650,000 muertes anuales por enfermedades respiratorias.
En este contexto, investigadores de la Universidad de Zúrich descubrieron que ciertos virus de la gripe, específicamente la influenza A del subtipo H2N2, pueden utilizar una segunda vía de entrada para infectar las células. Es que, además de las proteínas habituales en la superficie de las células, también pueden ingresar a través de un complejo proteínico del sistema inmunitario. Este hallazgo podría explicar cómo los virus de la gripe aviar y humana pueden saltar entre diferentes especies, incluyendo a los humanos. Los resultados de su investigación se publicaron en Nature Microbiology.
“La mayoría de los virus de la gripe tipo A circulan en aves y cerdos y normalmente no suponen un riesgo para la salud humana. Sin embargo, si se produce un brote en el ganado lechero, como ocurre actualmente en los EE.UU. o en la epidemia anual de gripe, puede convertirse en una amenaza”, aseguraron los expertos en un comunicado de prensa. En ese sentido, destacaron que “en casos raros, un virus logra saltar de los animales a los humanos, con efectos potencialmente devastadores, como una pandemia”.
Lo cierto es que, entre 1957 y 1958, un brote del virus A (H2N2), objeto de estudio de estos expertos y que es una combinación de un virus de origen aviar y uno de gripe humana, causó entre 1 y 4 millones de muertes en todo el mundo. La pandemia comenzó en Guizhou, China, y se extendió rápidamente a Hong Kong, Singapur, el sudeste asiático, el Reino Unido y Estados Unidos. Debido a este comportamiento, recibió el nombre “Gripe asiática”. Para frenar su avance, se desarrolló una vacuna antes de la temporada de influenza en el hemisferio norte y, junto con mejores cuidados sanitarios y antibióticos para infecciones bacterianas oportunistas, se logró salvar cientos de miles de vidas, recuerda la OMS.
Cuántos tipos de virus de influenza existen
La gripe se propaga fácilmente entre las personas a través de la tos y los estornudos, con síntomas como fiebre, tos y dolor corporal. Existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los dos primeros circulan entre los humanos y son los responsables de causar epidemias estacionales:
- Tipo A: se clasifican en subtipos de acuerdo con las combinaciones de las proteínas en su superficie. Actualmente, circulan entre los seres humanos los subtipos H1N1 y H3N2; mientras que el H1N1 -que también se conoce actualmente como A(H1N1)pdm09- fue el responsable de la pandemia de 2009 y sustituyó al virus A(H1N1) que circulaba hasta entonces. “Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A”, recalcó la OMS.
- Tipo B: no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en linajes: B/Yamagata y B/Victoria.
- Tipo C: se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública.
- Tipo D: afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
De acuerdo a los datos de la OMS, el virus de la gripe ha provocado cuatro pandemias significativas: en 1918, la llamada gripe española causó aproximadamente 50 millones de muertes (500 millones de infectados); entre 1957 y 1958, la Gripe asiática resultó en 1 a 4 millones de fallecimientos; en 1968 y 1969, la gripe de Hong Kong provocó entre 1 y 4 millones de muertes; y entre 2009 y 2010, la gripe porcina produjo entre 105,000 y 395,000 muertes. Es por esta realidad que los expertos centran su atención en la influenza.
Qué descubrieron los científicos
“La mayoría de los virus de la gripe penetran en la célula huésped utilizando una de sus proteínas de cubierta, que sobresalen de la superficie como púas. La llamada hemaglutinina se une al ácido siálico, un grupo químico que se encuentra en la superficie de las células humanas y de diversas especies animales”, señalaron en el comunicado.
El equipo liderado por la profesora Silke Stertz, del Instituto de Virología Médica de la Universidad de Zúrich (UZH), encontró que los virus de la gripe H2N2 pueden utilizar los complejos de clase II del CMH para entrar en las células, los cuales están presentes en ciertas células inmunes y respiratorias. Esta capacidad adicional eleva la probabilidad de que se adapten y puedan infectar a diversas especies.
“Los virus de la influenza humana A del subtipo H2N2 y el virus de la gripe aviar H2N2 pueden ingresar a las células mediante un segundo receptor. Por eso utilizan una ruta de entrada alternativa”, afirmó Stertz. Y agregó: “Hemos descubierto que los complejos MHC de clase II de humanos, así como de cerdos, patos, cisnes y pollos, permiten que los virus entren en las células, pero no los de los murciélagos”.
Según destacaron los investigadores en el escrito, esta “doble infectividad de los virus de la influenza H2N2 se confirmó en líneas celulares animales cultivadas en el laboratorio y en cultivos respiratorios humanos”, siendo que “la forma exacta en que el receptor viral se adapta a las estructuras de la superficie celular es crucial para determinar qué especies y tejidos hospedadores se infectan y qué tan enfermo se vuelve finalmente un individuo infectado”.
De este modo, la especificidad del receptor también impacta en cómo se comporta el virus y sus chaces de “saltar de una especie animal a otra o al hombre, lo que los expertos llaman una zoonosis”. “Según nuestros resultados, los virus de la influenza pueden adaptarse para utilizar diferentes rutas de entrada. Esto también debería aumentar su capacidad para infectar diferentes especies y alternar entre animales y humanos”, subraya la viróloga Silke Stertz.
Tras este hallazgo, los investigadores advirtieron que “el riesgo de que los virus de la influenza de aves, cerdos y otros animales puedan ser una fuente de gripe pandémica en humanos puede ser mayor de lo que se pensaba anteriormente”, es por eso que aseveraron que este avance demuestra una “razón suficiente para fortalecer la vigilancia mundial de la influenza en animales y humanos”.