Cada año, el 8 de julio, se celebra el Día Mundial de la Alergia para crear conciencia sobre esta condición de salud común, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Por definición, se trata de una reacción exagerada del sistema inmune, que reconoce como extraña alguna sustancia que para la mayoría de las personas es inofensiva.
De acuerdo a estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad, entre 400 y 600 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de alergia. Y calculan que para el año 2050 la mitad de la población mundial estará afectada por esta condición.
¿El motivo? “A los factores de predisposición genética se les suma otro gran problema que tiene igual incidencia, los cambios ambientales”, alertó el médico clínico del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, Damián Zopatti (MN 111.505).
Cuántos tipos de alergias hay
Según el sitio Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, quienes tienen alergias suelen ser sensibles a más de una cosa.
En ese sentido, según el alérgeno -tal como se denomina a la sustancia externa reconocida como dañina cuando entra en contacto con el sistema inmunológico de personas previamente sensibilizadas a esta- las alergias se clasifican en diferentes tipos.
- Alergias respiratorias. El asma y la rinitis alérgica son las más comunes. Entre el 20 y 30% de la población mundial presenta rinitis alérgica, y se estima que 300 millones de personas tienen asma. Ambas causan alrededor de 250 mil muertes al año, la mayoría evitables. La rinitis causa picazón, estornudos, secreción acuosa y obstrucción nasal, mientras que el asma se caracteriza por provocar tos recurrente, sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho.
- Alergias cutáneas. Dentro de las reacciones alérgicas que se manifiestan en la piel, la dermatitis atópica, de contacto y urticaria son las más comunes. La atópica es frecuente en la infancia, y se caracteriza por sequedad y picazón en la piel. La urticaria se presenta con ronchas pruriginosas y puede asociarse con hinchazón localizada, llamada angioedema.
- Alergias alimentarias. Si bien son más frecuentes en la infancia -asociadas a leche de vaca y el huevo- también pueden presentarse en personas adultas, como reacción a la ingesta de frutos secos, pescados y mariscos. Los síntomas incluyen: picazón, hinchazón de labios, náuseas y urticaria generalizada.
- Alergias a medicamentos. Pueden ser inmediatas o tardías, implicando antibióticos betalactámicos y antiinflamatorios no esteroideos.
- Alergias ocupacionales. Si bien no se las conoce demasiado, Zopatti explicó que son “un tipo de alergia específica de los lugares de trabajo en ciertas profesiones”. Se originan en el entorno laboral, y afectan a panaderos, personal de salud, investigadores y trabajadores de la construcción, quienes podrán presentar síntomas respiratorios como asma o rinitis o dermatológicos, como dermatitis de contacto “debido a su exposición diaria a ciertos alérgenos”, señaló el especialista.
Las alergias van de leves a severas, y la reacción más grave es la llamada anafilaxia, que puede resultar fatal.
Esta reacción puede ocurrir segundos o minutos después de la exposición a un agente alérgeno, y los síntomas incluyen erupción cutánea, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y shock. Si no se trata de inmediato, puede causar la pérdida del conocimiento o la muerte.
Los alimentos, los medicamentos y las picaduras de insectos son los detonantes más comunes de la anafilaxia.
Cómo influye el cambio climático en el aumento de las alergias
Como se vio, los factores ambientales son claves en el incremento de este tipo de cuadros.
Según el especialista del Hospital de Clínicas, “el cambio climático, así como la contaminación ambiental, son factores que contribuyen a potenciar las alergias”.
“La proliferación de ciertas plantas, hongos y bacterias, así como la presencia de polutantes y materiales particulados en el aire, determinan la aparición de procesos respiratorios, dentro de los cuales se encuentran las alergias”, precisó.
Una publicación de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI, por su sigla en inglés) sostuvo que “el cambio climático afecta de manera variable la producción y la composición de las proteínas de pólenes y esporas de hongos, y de los procesos aerobiológicos como emisión, dispersión, transporte y deposición asociados con cambiantes lluvias, vientos y otros factores meteorológicos relacionados”.
En ese sentido, según aseguró en una nota previa con Infobae, la médica otorrinolaringóloga y expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA), Stella Maris Cuevas (MN 81701), “esto no es solo especulación: las alergias están empeorando. Comparado con 1990, la temporada de polen ahora comienza 20 días antes y se extiende ocho días más, según un estudio de 2021″.
Desde la AAAAI precisaron que “las variaciones en la duración y severidad de las temporadas de polen impactan en enfermedades alérgicas como rinitis, conjuntivitis y asma. Los grupos más susceptibles a estos efectos adversos incluyen niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias reactivas preexistentes como el asma”.
Asimismo, “los gases de efecto invernadero pueden desencadenar síntomas respiratorios en individuos con asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), además de contribuir a la mortalidad prematura y disminución de la función pulmonar con el tiempo”.
Y concluyeron: “Las inundaciones y tormentas intensas pueden causar humedad en los edificios, lo que lleva a la exposición al moho. Además de desencadenar reacciones alérgicas, el aumento en la exposición a las esporas de moho ha sido asociado con otras enfermedades pulmonares”.