Apuestas online en niños y jóvenes: cómo la ludopatía activa circuitos adictivos en el cerebro

Los especialistas advierten que existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos, como el juego en línea, que llevan a comportamientos abusivos. Señales de alerta para padres y qué hacer si se detecta que un hijo está teniendo este tipo de prácticas

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"Se llama ludopatía digital al impulso incontrolable por las apuestas o el juego de azar a pesar de las pérdidas de dinero y de sus consecuencias negativas en todos los ámbitos" (Imagen Ilustrativa Infobae)
"Se llama ludopatía digital al impulso incontrolable por las apuestas o el juego de azar a pesar de las pérdidas de dinero y de sus consecuencias negativas en todos los ámbitos" (Imagen Ilustrativa Infobae)

Jugar, divertirse y disfrutar de actividades lúdicas y recreativas es un derecho fundamental de niños y niñas, según la Declaración de los Derechos del Niño.

Sin embargo, cuando de apuestas online se trata, ya no es un juego y puede terminar convirtiéndose en una práctica perjudicial para la salud.

Las estadísticas hablan por sí solas. Y para ejemplo, según una encuesta realizada en la Provincia de Buenos Aires por los ministerios de Salud y Educación, de 434 estudiantes de escuelas secundarias consultados, casi la mitad usa el celular cinco o más horas al día, mientras que el tiempo de juego es de cuatro o más (horas) para el 21,8%, principalmente durante la noche.

En esa consulta, el 7,8% dijo que apostó una vez, 14,1% apostó unas pocas veces y el 12,4% afirma haber apostado muchas veces, lo que significa que un total de 34,3% apostó al menos una vez. Y un 5,5% pensó en hacerlo aunque no lo llevó a cabo.

El fenómeno de las apuestas online es una actividad que se difundió y creció en forma exponencial, durante la pandemia 
(Imagen Ilustrativa Infobae)
El fenómeno de las apuestas online es una actividad que se difundió y creció en forma exponencial, durante la pandemia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ante un fenómeno que no se puede soslayar, el gobierno bonaerense anunció una serie de medidas tendientes a controlar esta problemática creciente entre los adolescentes, entre las que mencionó que intimarán legalmente a los famosos e influencers que promocionan las apuestas ilegales.

El anuncio vino en línea con lo informado días atrás por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que cerró la inscripción para nuevas licencias y se suspendieron todos los convenios con potenciales operadores. De acuerdo con lo detallado, ya se bloquearon 715 perfiles de redes sociales y publicidades, 12 sitios web en dominios .AR, se solicitó la baja de 9 publicaciones en Mercado Libre y se enviaron nueve cartas documento a influencers.

Especialistas alertan de un fenómeno “que creció en forma exponencial”

Las adicciones comportamentales, como la adicción a los juegos de apuestas, generan al igual que las adicciones a sustancias, activación en el sistema de recompensa y liberación dopaminérgica" (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las adicciones comportamentales, como la adicción a los juegos de apuestas, generan al igual que las adicciones a sustancias, activación en el sistema de recompensa y liberación dopaminérgica" (Imagen Ilustrativa Infobae)

Consultada por Infobae, la médica pediatra especialista en usos y efectos de las tecnologías de información y comunicación en niños y adolescentes y presidente de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Silvina Pedrouzo (MN 86.397) analizó que “el fenómeno de las apuestas online es una actividad que se difundió y creció en forma exponencial, durante la pandemia, en un principio, como fuente alternativa de entretenimiento y más tarde como una posible fuente de ingresos”.

De esta forma, en su mirada, los niños y los jóvenes a partir de los 14 años “naturalizaron y se apropiaron de estas prácticas por imitación de sus pares, de los influencers y estrellas de fútbol que lo promocionan, y en consecuencia se les abre el acceso a estos nuevos consumos, ya sea por no quedarse afuera, por buscar encajar en el grupo en cuanto a tener un sentido de pertenencia y/o por búsqueda de reconocimiento”.

En la misma línea, el licenciado en Psicología e integrante del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de Ineco Matías Sánchez Sanda (MN75283) observó que “en los últimos años se dio un aumento en la prevalencia de la patología por juegos de apuestas”.

Para él, “este aumento se entiende, por un lado, en función del mayor nivel de exposición que existe a estímulos de juego, dada una mayor promoción de las apuestas online y juegos de azar. Por otro lado, se explica a partir de los cánones sociales actuales de búsqueda de placer en el aquí y ahora, en donde las conductas adictivas encuentran un terreno propicio”.

No sólo las sustancias generan adicción

Los especialistas alertan que también existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos, como el juego en línea, que llevan a comportamientos abusivos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los especialistas alertan que también existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos, como el juego en línea, que llevan a comportamientos abusivos (Imagen Ilustrativa Infobae)

En este punto, Sánchez Sanda destacó que “las apuestas son un tipo de juego que es potencialmente adictivo por su mecanismo de recompensas intermitentes. Uno de los grandes problemas de las apuestas en los niños y adolescentes es la falta de conocimiento de cómo funcionan las mismas y los potenciales riesgos y efectos negativos de ellas”.

Por este motivo,en su mirada, los adolescentes “son una población especialmente en riesgo para desarrollar conductas adictivas con las apuestas online”.

Es que, si al acceso fácil y en todo momento a plataformas de todo tipo de apuestas deportivas en línea, juegos de azar, loterías virtuales, etc., se le suma la disponibilidad del uso de billeteras virtuales, donde los propios padres les transfieren dinero para sus gastos cotidianos, entrar en este mundo está a uno o dos clicks de distancia.

Para más, “esta actividad incluye bonificaciones y recompensas”, señaló Pedrouzo, al tiempo que destacó que “los adolescentes atraviesan una etapa de mayor vulnerabilidad, donde se producen cambios físicos, hormonales, sociales y emocionales muy significativos”.

En ese sentido, explicó: “El cerebro de los adolescentes presenta mayor sensibilidad a las recompensas y menor control inhibitorio de los impulsos, esto los hace más propensos a ponerse en situaciones de riesgo, en relación a consumos problemáticos, accidentes, fraudes y mayor exposición a riesgos en las redes”.

Pedrouzo: "El fenómeno de las apuestas online es una actividad que se difundió y creció en forma exponencial" (Imagen Ilustrativa Infobae)
Pedrouzo: "El fenómeno de las apuestas online es una actividad que se difundió y creció en forma exponencial" (Imagen Ilustrativa Infobae)

El concepto de adicción, según coincidieron los especialistas, no está limitado al abuso de sustancias psicoactivas. “También existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos, que pueden desencadenar adicciones e interferir gravemente en la vida de las personas; son las llamadas adicciones del comportamiento, aunque en edades tempranas suele hablarse de comportamientos abusivos”, precisó la pediatra de la SAP.

“Habitualmente a la hora de hablar en adicciones, la gente piensa en las adicciones a sustancias psicoactivas, dejando de lado el abanico de adicciones comportamentales —ahondó Sánchez Sanda—. Es importante tener en cuenta que toda conducta que genere una liberación de placer, en función de la frecuencia de realización, de la cantidad de tiempo y dinero invertidos, y que genere un impacto negativo (daño personal, familiar, social, académico/laboral), podría convertirse en una conducta adictiva”.

Para él, “las adicciones comportamentales, como la adicción a los juegos de apuestas, generan al igual que las adicciones a sustancias, activación en el sistema de recompensa y liberación dopaminérgica, por ende dependencia a la conducta”.

Las apuestas están dentro de las conductas que forman parte del trastorno adictivo comportamental denominado “Juego patológico” por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).

Qué sucede en el cerebro

Sánchez Sanda: "Es importante transmitir a los niños y adolescentes los peligros y consecuencias de las apuestas" (Imagen Ilustrativa Infobae)
Sánchez Sanda: "Es importante transmitir a los niños y adolescentes los peligros y consecuencias de las apuestas" (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si bien existe una determinación genética, asociada a un complejo multifactorial psicosocial que determina las adicciones, para Pedrouzo, “en el desarrollo de estos patrones cobran gran relevancia los intensos estímulos que producen las interacciones en las redes o en este caso las apuestas, que desencadenan la liberación de dopamina a nivel cerebral”.

La dopamina es “un neurotransmisor ligado al placer y a la gratificación instantánea, que registra esta acción como placentera y los motiva a repetirla —enfatizó—. Esta es la base neurobiológica de las adicciones asociada a todo el complejo multifactorial mencionado”.

Y tras insistir en que “lo que hace más complejo al problema es el fácil mecanismo y los intensos estímulos que se producen en las interacciones al apostar, que desencadenan la liberación masiva de dopamina a nivel cerebral”, destacó: “La repetición de la conducta se activa por las acciones, decisiones y estrategias, las interacciones constantes en las redes, en este caso en las plataformas de apuestas, están relacionadas con el aprendizaje asociativo, el refuerzo positivo en relación a las emociones placenteras”.

Señales de alerta para padres: qué hacer si se advierte que un hijo es adicto al juego

"Lo que hace más complejo al problema es el fácil mecanismo y los intensos estímulos que se producen en las interacciones al apostar, que desencadenan la liberación masiva de dopamina a nivel cerebral" (Imagen Ilustrativa Infobae)
"Lo que hace más complejo al problema es el fácil mecanismo y los intensos estímulos que se producen en las interacciones al apostar, que desencadenan la liberación masiva de dopamina a nivel cerebral" (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la mirada de Pedrouzo, el juego en línea se vuelve problemático “cuando se realiza en forma recurrente; se llama ludopatía digital al impulso incontrolable por las apuestas o el juego de azar a pesar de las pérdidas de dinero y de sus consecuencias negativas en todos los ámbitos (personal, familiar, social, académico y/o laboral)”.

Según el especialista de Ineco, algunas señales para tener en cuenta en casa son:

  • Cambios en la personalidad o el comportamiento
  • Pérdida de interés en cosas que antes les interesaban
  • Deudas inexplicables
  • Tenencia de nuevas posesiones
  • Cantidad inusual de tiempo dedicado a dispositivos electrónicos
  • Interés inusual en equipos o deportistas
  • Exhibición exagerada de dinero
  • Presumir sobre las actividades de juego
  • Problemas de relaciones interpersonales

A las que Pedrouzo sumó:

  • Alteraciones del sueño
  • Irritabilidad
  • Bajo rendimiento académico
  • Síntomas de ansiedad
  • Depresión
  • Aislamiento social
  • Ideas suicidas
  • Autolesiones asociadas al consumo y/o con otros consumos
Hay una serie de cambios en la conducta de los hijos a los que los padres deben estar atentos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Hay una serie de cambios en la conducta de los hijos a los que los padres deben estar atentos (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Es importante transmitir a los niños y adolescentes los peligros y consecuencias de las apuestas —destacó Sánchez Sanda—. Tienen que comprender que el juego no es una forma de ganar dinero, que se ve afectado por el azar, y no por destrezas o competencias de uno. Y lo más importante es explicarles que el juego puede volverse adictivo, al igual que las drogas y el alcohol”.

Y finalizó: “Existen tratamientos psicoterapéuticos cognitivo conductuales, tanto individuales como grupales, para abordar el trastorno de juego patológico. Es por ello que ante cualquier señal de alerta, lo indicado es realizar la consulta con un profesional de la salud para su correcto abordaje y tratamiento”.

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