Las consecuencias psicológicas del tráfico infantil persisten a lo largo de la vida

Los niños víctimas de trata enfrentan un futuro lleno de traumas y abusos, lo que revela la cara más cruel de esta situación. Cuáles son los niveles en los que se puede actuar

Guardar
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 35% de las víctimas de trata son niños de zonas pobres; el 64% sufre explotación sexual y el 43% trabajos forzados.
(Imagen ilustrativa Infobae)
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 35% de las víctimas de trata son niños de zonas pobres; el 64% sufre explotación sexual y el 43% trabajos forzados. (Imagen ilustrativa Infobae)

El caso Loan, un niño de 5 años desaparecido en Corrientes hace varios, demasiados, días, conmociona al país y domina varias de las conversaciones públicas en estos días. Más allá de la danza de hipótesis y el devenir de la investigación judicial, vamos a enfocarnos en un aspecto que volvió a la discusión pública: la niñez en riesgo constante y permanente, como varios miles de Loan en el mundo.

Uno de los fantasmas que reavivó el caso se erige en un territorio oscuro: la desaparición de niños y en algunos casos directamente la trata. Quizás la brevedad de la palabra “trata” oculta la terrible y cruel realidad y es que estamos hablando de tráfico de seres humanos, de esclavitud moderna. Un tema que solemos no querer mirar o abordar, como la mayoría de los temas que hacen a la infancia, y en este caso aún menos por la crueldad que implica. Missing Children Argentina recibe que al menos hay cuatro denuncias diarias.

Si tomáramos solo esos datos, da un número de casi 1.500 denuncias por año, que son solo la punta del iceberg de las probablemente miles más que no llegan a la posibilidad siquiera de adquirir carácter de denuncia y mucho menos estado público.

Si bien Missing Children indica que cerca del 90% de los casos de infantes o adolescentes desaparecidos se resuelven, ¿qué pasa con el resto? ¿Dónde están, si es que están? La situación en el mundo se amplifica a millones de casos por año.

 Informes de la ONU destacan que miles de niños, especialmente de zonas pobres, son víctimas del tráfico humano cada año (Imagen Ilustrativa Infobae)
Informes de la ONU destacan que miles de niños, especialmente de zonas pobres, son víctimas del tráfico humano cada año (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene un sector dedicado al crimen y al tráfico de drogas, conocido bajo las siglas UNODC y dentro de ella un sector dedicado a algo que nos recuerda que la humanidad en algunas áreas no ha evolucionado y es el tráfico de seres humanos. Según diferentes informes, establecen que alrededor del 35% de las víctimas de trata detectadas son niños que provienen de las zonas más pobres del planeta.

Según el organismo, más del 64% de las víctimas infantiles son utilizadas para fines sexuales y aproximadamente el 43% son sometidos a trabajos forzados, dentro del cual se encuentra el ignorado a plena luz del día, el “negocio” de la mendicidad en grandes centros urbanos. Como otro ejemplo creciente y en función de la inseguridad en el mundo, la participación de menores en las guerras y en las guerras urbanas que significan las actividades criminales bajo el control de grupos o carteles, la venta de droga etc., donde su edad es usada para evadir a la justicia en razón de la edad de imputabilidad.

Las consecuencias de todo esto son para las víctimas tanto físicas como psicológicas y desde ya su propia supervivencia está en peligro. Los sobrevivientes llevan traumas de por vida debido al abuso, la violencia y las privaciones. Todas esas condiciones de abuso continuo, desnutrición, exposición a condiciones peligrosas y hasta simplemente la falta de atención médica mínima hace que su infancia se vea no solo interrumpida sino definitivamente alterada.

Esos niños desaparecidos del sistema, invisibilizados, y a veces transformados en su vida adulta en monstruos que revictimizan repitiendo su propia victimización, siguen existiendo y en algunos casos se han podido estudiar las consecuencias de esta existencia truncada.

Un estudio británico evaluó a unos 250.000 niños recibidos en servicios de salud mental entre los años 2006 y 2014, buscando población que hubiera sido víctima del tráfico. La investigación, valga la pena recordar, se da en un país que recibe a millones de refugiados de las zonas más conflictivas del mundo.

La difusión del caso Loan puede permitirnos tomar conciencia de la temática, darnos cuenta que existe -que no es un argumento de películas- y está más cerca nuestro de lo que quisiéramos aceptar (iStock)
La difusión del caso Loan puede permitirnos tomar conciencia de la temática, darnos cuenta que existe -que no es un argumento de películas- y está más cerca nuestro de lo que quisiéramos aceptar (iStock)

A esa población se la comparó con otra similar que no hubiera tenido antecedentes de tráfico y los resultados, si bien no sorprendentes, confirman a una escala significativa lo imaginable: las secuelas del trauma. De ese estudio, haciendo una regresión de la sintomatología presentada hasta sus posibles orígenes, se pudo detectar más de 50 casos de víctimas de trata, y en ese grupo las consecuencias más significativas fueron:

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT) y estados traumáticos de diversa índole.
  • Trastornos afectivos diversos: Depresión y ansiedad.
  • Abuso de sustancias.
  • Trastornos de personalidad.
  • Trastornos del control de los impulsos y diversas formas de búsqueda de conductas de peligro.

Al mismo tiempo, se registró una alta prevalencia de violencia física (53%) y violencia sexual (49%) entre los niños traficados.

Todo esto llevaba a que el uso y la permanencia en servicios de salud mental, era mayor y de mayor duración, así como los porcentajes de necesidad de internación y la duración de las mismas en comparación con la población testigo. En otro informe, la Red Nacional (Estados Unidos) de estrés y Trauma en la infancia NCTSN, señala diversos indicadores de las secuelas traumáticas en víctimas de trata:

Investigaciones muestran que víctimas de tráfico infantil presentan elevados niveles de trastorno de estrés postraumático y otras secuelas psicológicas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Investigaciones muestran que víctimas de tráfico infantil presentan elevados niveles de trastorno de estrés postraumático y otras secuelas psicológicas (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Dificultades en la atención y concentrarse
  • Fluctuaciones anímicas. Irritarse o enojarse fácilmente
  • Trastornos del sueño de diverso tipo, en particular con la presencia significativa de trauma, de pesadillas
  • Al igual que otras víctimas de trauma, aparece la disociación, es decir, una sensación de irrealidad, o de estar por fuera de sí mismo, o desconectado del contexto
  • Recuerdos traumáticos intrusivos, en relación con eventos de la vida cotidiana, por ejemplo, una diferencia con alguien puede ser algo que recuerde el peligro al sometimiento y generar respuestas clínicas
  • Dificultades para identificar, expresar o regular emociones
  • Baja autoestima
  • Dificultades de integración social e interpersonales en la capacidad para relacionarse con los demás
  • Sensación de inadecuación, culpa, vergüenza
  • Depresión, ansiedad.
  • Pensamientos suicidas y comportamientos autolesivos
  • Abuso de sustancias

Un factor significativo es que más del 70% de las víctimas de trata infantil son niñas y se las utiliza para trabajo y en particular para prostitución. En todos estos casos, al mismo tiempo, estamos hablando que no solo es la condición en la que viven, sino que crecen y se desarrollan en un completo cautiverio del cual difícilmente escapan.

Una investigación en Reino Unido evaluó a miles de niños para comprender los efectos devastadores del tráfico infantil en su salud mental (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una investigación en Reino Unido evaluó a miles de niños para comprender los efectos devastadores del tráfico infantil en su salud mental (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos refiere que cerca de 30 millones de personas son captadas por redes de trata. Contrariamente a las modalidades violentas de siglos pasados, en muchos casos la utilización del engaño y/o de la participación de familiares, en muchos casos con fantasías de una mejor vida, en resumen, son captadas por métodos de grooming. Sin embargo, las consecuencias son las mismas que en siglos pasados, con las consecuencias inclusive del trauma transgeneracional.

La difusión del caso Loan puede permitirnos tomar conciencia de la temática, darnos cuenta que existe -que no es un argumento de películas- y está más cerca nuestro de lo que quisiéramos aceptar, pero al mismo tiempo entender que hay que actuar de manera preventiva y de alguna manera eso es tarea de todos en proteger a niños vulnerables a las diversas formas del maltrato el abuso infantil entre las que está la trata. Algunas áreas en las que los diferentes niveles individual, comunitario y gubernamental pueden actuar son:

  1. Educación y Concienciación: a) A niños, padres y comunidades sobre la existencia y las características del tráfico. b) Trabajar sobre patrones culturales y apoyo a adultos en situación de vulnerabilidad social.
  2. Aplicar normativas legales: a) Informar y hacer cumplir leyes y protocolos existentes contra el tráfico de niños. b) Impulsar penas más estrictas para toda forma de abuso infantil. c) Incrementar el cuidado en particular de zonas fronterizas o poblaciones que pueden ser rápidamente desplazadas, en razón de su geografía.
  3. Sistemas de Apoyo: a) Difusión, divulgación de formas de detención temprana de situaciones riesgo potencial. b) Ayudar a familias y niños con sistemas de refugios seguros y centros de rehabilitación para niños rescatados. c) Especializar en áreas de la victimología para dar apoyo adecuado a los sobrevivientes. d) Adecuar acceso a la educación, y a la atención médica.
  4. Vigilancia Comunitaria: a) Ayudar a las comunidades a crear sistemas de detección temprana y vías de notificación claras. b) Implementación de la alerta de actividades sospechosas de manera inmediata, ayudando a entender que imaginar desde el inicio este escenario no empeora la situación, sino que evita pérdida de tiempo valioso.

* El doctor Enrique De Rosa Alabaster se especializa en temas de salud mental. Es médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista.

Guardar