En diciembre de 2022, la cantante Céline Dion anunció en un video que tiene el Síndrome de la Persona Rígida (SPS). Un trastorno neurológico que le causa espasmos musculares que la obligaron a posponer algunas presentaciones. De qué se trata esta enfermedad y cuáles son los tratamientos, según los expertos consultados por Infobae.
Ahora, el documental “Yo soy Céline Dion”, recientemente estrenado, muestra el proceso de la artista al enfrentar un episodio de la patología: allí, ella intenta cantar, mientras los efectos de la enfermedad le provocan una rigidez que le impide moverse. “Es muy difícil para mí mostrarles esto. No quiero que la gente lo escuche”, lamentó.
La publicación de este documental ha llevado a un aumento en la atención hacia el SPS. La enfermedad, poco conocida, provoca rigidez muscular en el tronco y las extremidades, junto con espasmos causados por una sensibilidad al ruido y al tacto, entre otras cosas. Según la doctora Amanda Piquet, quien diagnosticó a Dion, “se puede pensar que es como frenar el sistema nervioso”.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), “el síndrome de la persona rígida se caracteriza por episodios de rigidez muscular en el tronco y los miembros. La mayoría de las veces los síntomas comienzan entre los 30 y 60 años. Los síntomas pueden incluir posturas anormales tales como encorvarse sobre sí mismo; episodios de rigidez muscular y espasmos que ocurren debido a una sensibilidad aumentada al ruido, al tacto y como una respuesta al sobresalto; caídas debido a los espasmos y la rigidez muscular cuando la gente con la enfermedad está caminando o se pone de pie; parálisis cerebral; y epilepsia”.
“Los científicos aún no saben cuál es la causa el síndrome de la persona rígida, pero la investigación indica que es el resultado de una respuesta autoinmune anormal en el cerebro y la médula espinal. Las respuestas autoinmunes se producen cuando el sistema inmune ataca por error el propio cuerpo”, postulan desde los NIH.
Y con respecto a los tratamientos, enfatizan: “El tratamiento del síndrome de la persona rígida se centra en los síntomas específicos presentes en cada persona y puede incluir benzodiazepinas, diazepam o baclofeno para tratar la rigidez muscular y los espasmos. Los medicamentos anticonvulsivos y para el dolor también pueden ser eficaces para algunas personas. Recientemente, los estudios han demostrado que la inmunoglobulina intravenosa (IVIG) o la plasmaféresis pueden ser eficaces para mejorar algunos de los síntomas de la enfermedad”.
Dion experimenta espasmos en la garganta y los pies, así como dificultad para respirar y caminar, según se advierte en el documental que se estrenó hace escasos días en la plataforma Prime Video. La doctora Piquet explicó a People: “La mayoría de las personas ha experimentado un calambre en la pantorrilla. Así que imagina no sólo ese músculo, sino todos los músculos del cuerpo involucrados”. Estos episodios son confundidos con convulsiones, pero son diferentes, de acuerdo a la experta.
El tratamiento para el SPS puede ser complejo y adaptado a cada paciente. Las terapias incluyen medicamentos para controlar los espasmos y, en algunos casos, inmunoterapias. Hasta el momento, Dion no ha encontrado un tratamiento completamente eficaz. La hermana de la cantante, Claudette, indicó a Le Journal de Montreal: “No podemos encontrar ningún medicamento que funcione, pero tener esperanza es importante”.
El documental también muestra sesiones de terapia física y entrenamiento vocal. Los espasmos musculares pueden ocasionar fracturas óseas o caídas. Dion ha experimentado estos episodios de rigidez y, sin dudas, esto afecta su vida profesional y personal. Su carrera se ha visto interrumpida por este trastorno, lo que la llevó a cancelar su gira Courage World Tour en mayo de 2023. En ese momento, indicó que había estado lidiando con esta enfermedad durante mucho tiempo.
Causas e incidencia de la enfermedad de Céline Dion
En diálogo con Infobae, el neurólogo Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), precisó: “Este es un cuadro de muy baja frecuencia, perteneciente a las enfermedades huérfanas. Es raro, progresivo, y, sin tratamiento, compromete el sistema nervioso central. Inicialmente, se describieron pacientes hombres y se llamaba ‘Síndrome del Hombre Rígido’. Posteriormente, se observó que las mujeres eran más afectadas, por lo que pasó a denominarse ‘Síndrome de la Persona Rígida’. Se caracteriza por un aumento del tono muscular, ya que los circuitos que lo regulan se ven comprometidos”.
“La rigidez y los espasmos musculares dolorosos son reflejos desencadenados por estímulos que pueden ser sonoros, táctiles o emocionales, algo que provoca una respuesta motora exagerada. Las características incluyen aumento del tono muscular y rigidez, que se observa más en el tronco y en los músculos proximales de las extremidades, fluctuando en su intensidad. Hay casos más localizados y otros más generalizados, y tiende a empeorar con el tiempo”, explicó el neurólogo.
Y siguió: “Debido a la alteración del tono muscular, los pacientes suelen presentar una marcha muy anormal y dificultades para moverse, lo que incrementa el riesgo de caídas. Además, hay una hipersensibilidad a los estímulos, que pueden desencadenar espasmos exagerados. Es importante destacar que esta es una enfermedad huérfana y muy poco frecuente, con una prevalencia de entre uno y dos casos por cada millón de habitantes. Actualmente, se sabe que afecta predominantemente a mujeres, con una proporción de dos a uno respecto a los hombres, y la edad de inicio de los síntomas suele estar entre los 30 y los 60 años”.
“La enfermedad consiste en un problema con las interneuronas que fabrican GABA, un neurotransmisor en la médula espinal. Estas neuronas gabaérgicas regulan la excitabilidad de las motoneuronas, que controlan los movimientos. El GABA inhibe la actividad excesiva de las motoneuronas, por lo que reduce el tono muscular. Si hay menos GABA, las motoneuronas se vuelven más activas, aumentando la rigidez y el tono muscular”, dijo Andersson.
Por su parte, consultado por Infobae, el neurólogo Santiago Tizio, jefe del área de Neurología del Hospital Español de La Plata, apuntó: “Este es un trastorno progresivo del sistema nervioso central. Afecta principalmente a mujeres y la rigidez muscular comienza en los músculos axiales y proximales de los miembros. En cuanto a las causas, se pueden dividir en tres tipos: tipo uno, asociado a otras enfermedades autoinmunes como diabetes, vitiligo, tiroiditis y lupus, con presencia frecuente de anticuerpos GAD positivos; tipo dos, asociado a tumores que desencadenan una respuesta inmune y el síndrome de persona rígida; y tipo tres, seronegativo, idiopático, de causa desconocida”.
“En cuanto a los tratamientos, debido a la sobreactivación de los canales asociados al neurotransmisor GABA, se utilizan estrategias que modulan su función con medicamentos como benzodiacepinas, pregabalina, levetiracetam y baclofeno. Además, la inmunoterapia es fundamental, con inmunosupresores como tacrolimus, rituximab dirigido a linfocitos B, plasmaféresis y gammaglobulina endovenosa para bloquear los anticuerpos”, postuló Tizio.
Al tiempo que destacó: “La enfermedad varía en severidad y presentación entre pacientes, desde formas completas hasta parciales. Es una enfermedad invisible, con síntomas no visibles fácilmente para otros, lo que puede llevar a falta de comprensión y estigmatización”.
El síndrome de la persona rígida afecta aproximadamente a una persona de cada millón, según explicó anteriormente en Infobae el cardiólogo y especialista en medicina del estrés Daniel López Rosetti.
El doctor detalló que los síntomas se originan por la presencia de anticuerpos que atacan componentes necesarios para la producción del neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico. Este ataque desencadena espasmos musculares, que suelen comenzar en las extremidades inferiores y luego extenderse a otras partes del cuerpo.
López Rosetti agregó que, en algunos casos, la rigidez muscular puede ser tan severa que afecta la voz, causando disfonía, o genera dificultades para deglutir. Estos síntomas reflejan la complejidad del síndrome y el impacto significativo que tiene en la calidad de vida de quienes lo padecen.