La gripe afecta a los seres humanos desde hace miles de años, y se sospecha que probablemente se contagiaron los patógenos cuando empezaron a domesticar animales como aves y cerdos. Luego, el auge de la agricultura y los asentamientos permanentes aportaron las condiciones ideales para desencadenar epidemias.
Hoy los virus de la gripe A y B circulan y causan brotes epidémicos estacionales en las personas. Pero sólo los tipo A pueden originar pandemias en base a la actual evidencia disponible.
En el hemisferio sur, durante el otoño, empezó a desarrollarse la temporada de gripe estacional, y en la Argentina los casos de personas con la infección entraron en los niveles de alerta en mayo pasado.
En las llamadas “unidades de monitoreo de pacientes ambulatorios” que hay en centros de salud y hospitales, se ha detectado que predomina la circulación del tipo A de virus de la gripe.
Desde inicio de 2024 se han estudiado 577 muestras de pacientes y la mayoría correspondieron al tipo de virus de la gripe A. Mientras que el tipo B se identificó solo en 4 casos.
Dentro de los casos de gripe A, 95 muestras fueron analizadas para hacer una subtipificación. Se encontró que 88 de ellas correspondían a gripe A (H3N2) y 7 casos de gripe A (H1N1) pdm09, que es el subtipo que generó la pandemia de 2009.
En diálogo con Infobae la doctora Andrea Pontoriero, jefa del Servicio Virosis Respiratorias, del departamento de virología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas - ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, explicó: “El tipo de virus de la gripe o influenza B no se clasifica en subtipos, pero sí en linajes, con características antigénicas diferentes, como linaje B Victoria y B Yamagata”.
Hay temporadas en las cuales se ha observado co-circulación de ambos tipos, A y B. “Por lo general, de acuerdo a la cantidad de casos notificados en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, la cantidad de casos de influenza A supera a la cantidad de casos de influenza B. Durante la temporada 2023, por ejemplo, se detectó mayoritariamente influenza A subtipo H1N1 y pocos casos influenza B”, expresó la doctora Pontoriero.
Este año, desde enero a la primera semana de junio, se han notificado 424.447 casos de enfermedad tipo influenza, con una tasa de incidencia acumulada de 901,8 casos por cada 100.000 habitantes.
Son pacientes que tienen los síntomas como fiebre súbita mayor de 38° C, tos, dolor en la faringe (en ausencia de otro diagnóstico). Pueden estar acompañados o no de decaimiento, dolor muscular o postración, náuseas o vómitos, congestión nasal, conjuntivitis, inflamación de ganglios o diarrea.
Cuál es el impacto de la gripe en 2024
Si se compara el número de notificaciones de personas con síntomas de gripe en el período 2015-2024, se visualiza que la mayor cantidad de casos se registró en el año 2022 (con un total de 565.672 casos). Este año el número de notificaciones es menor respecto de los años 2016 a 2017 y 2022 a 2023. Pero es mayor en comparación con los años 2015 y 2018 a 2021.
Tras el incremento de casos, también subió el número de internaciones por complicaciones de la gripe. “En lo que va de 2024, se registraron 2.881 detecciones positivas para virus influenza en internados. Esto representa un ascenso del 125,25% respecto de las notificaciones registradas para el mismo período de 2023″, informaron en el último Boletín Epidemiológico de la cartera de salud nacional.
En la mayoría de los casos, la gripe se resuelve bien. Sin embargo, hay grupos más vulnerables que pueden sufrir complicaciones y morir. Este año se notificó el fallecimiento de 63 personas con el diagnóstico de influenza. “Hay que tener en cuenta que el registro se refiere a personas fallecidas en las cuales se detecta el virus de la gripe. Pero no se le atribuye necesariamente la causa de la muerte a la presencia del virus”, aclaró la científica Pontoriero a Infobae.
Para evitar las complicaciones y las muertes, se usa la vacuna antigripal. Al ser consultada por Infobae, Iris Aguilar, jefa del departamento de inmunizaciones de la provincia de Mendoza y miembro de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), comentó que lo ideal es lograr “una alta adherencia en cada grupo de las poblaciones de mayor riesgo de complicaciones”.
Vale aclarar que el virus de la gripe es distinto al del resfrío. “Si una persona se aplica la vacuna antigripal, reduce el riesgo de complicaciones si adquiere el virus de la gripe A ó B. Pero igualmente puede tener un resfrío porque se trata de un patógeno diferente al de la gripe”, resaltó.
“La vacuna es muy bien recibida en las personas mayores de 65 años. Aún hay que insistir para promover la inmunización en personas gestantes, niñas y niños de 6 a 24 meses de edad y niños con enfermedades crónicas”, afirmó Aguilar.
Qué diferencias hay entre la gripe A y la gripe B
En general, el tipo A puede causar más casos graves en adultos que en niños. En cambio, el tipo B es más común en niños.
Sin embargo, según Pontoriero, “la evolución clínica de los casos de gripe, ya sea A o B, no solo depende de las características del virus sino también de otros factores, como la edad, el estado inmune y/o la condición clínica del paciente, es decir, si el paciente presenta o no comorbilidades, entre otros factores”.
En la naturaleza, el rango de huéspedes del tipo A incluye aves, que sirven como su reservorio natural, así como humanos, cerdos, roedores, gatos, caballos e incluso ballenas, contó.
Por el contrario, “el tipo B infecta a un reducido número de huéspedes, lo que también puede provocar brotes estacionales y epidémicos de gripe. En su mayoría están restringidos al huésped humano, pero también puede infectar a cerdos y focas”, puntualizó. Los síntomas de ambos tipos de virus son similares.
En este momento en la Argentina “no se detecta un predominio de virus de la gripe B. Pero la temporada recién se está iniciando y no quita que más adelante se detecten más casos del tipo B o que incluso alcancen un número similar al de casos del tipo A que se observa en la actualidad”, comentó la especialista.
Cuál es el período de contagio de la gripe
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, una persona con el virus de la gripe “puede contagiar otra persona antes de saber que se enfermó, así como cuando tiene síntomas”.
Algunos adultos que son en general sanos podrían infectar a otras personas desde un día antes de la aparición de sus síntomas y hasta cinco a siete días después de enfermarse. También, informaron los CDC, algunas personas, incluso los niños pequeños y las personas con el sistema inmunitario debilitado, pueden transmitir el virus durante períodos de tiempo más prolongados.
Cómo se transmite el virus de la gripe
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el virus de la gripe se transmite con facilidad de una persona a otra a través de pequeñas gotas y partículas expulsadas por la tos o los estornudos.
“Al toser o estornudar, las personas que tienen la infección dispersan pequeñas gotitas infecciosas en el aire y así se puede infectar las personas cercanas que inspiran esas gotitas. El virus también puede transmitirse por las manos contaminadas”, señaló la experta Pontoriero.
Para prevenir la transmisión hay que lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser; o toser o estornudar sobre el pliegue del codo.
Cómo protegerse con la vacunación
Además de ventilar de manera constante los ambientes interiores, la vacuna antigripal es otra medida para la prevención. En la Argentina, la vacuna es gratis en vacunatorios públicos para los grupos priorizados por tener más riesgo de complicaciones y muerte. En el resto de la población, la vacunación es opcional en vacunatorios privados.
Las personas que deben vacunarse según el Ministerio de Salud de la Nación son:
- Personal de salud.
- Personas gestantes (en cualquier trimestre del embarazo) o puérperas.
- Niñas y niños de 6 a 24 meses de edad (esquema de dos dosis, si no la recibieron anteriormente).
- Personas entre los 2 y los 64 años que tengan factores de riesgo.
- Además, es muy importante que las pacientes oncológicos (junto a sus convivientes), personas viviendo con VIH y las personas trasplantadas, también se vacunen para evitar enfermarse de gripe.
La vacuna contra la gripe se puede coadministrar con la vacuna contra COVID-19. Las personas de 65 años o más no requieren indicación médica para recibir la vacuna antigripal.