El cirujano general de los EEUU impulsará la colocación de advertencias como las que aparecen en el tabaco y las bebidas alcohólicas para advertir sobre el daño de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.
El doctor Vivek Murthy calificó los efectos de las plataformas en niños y adolescentes de riesgo para la salud pública, y citó recientes estudios que muestran que los adolescentes que pasan más de tres horas al día en estas plataformas corren un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas de salud mental.
Además, el 46% dijo que las redes sociales les hacían sentirse peor con su cuerpo.
“Las plataformas están diseñadas para maximizar el tiempo que pasamos en ellas -destacó el funcionario estadounidense-. Una cosa es hacérselo a un adulto y otra a un niño, cuyo control de los impulsos aún se está desarrollando, cuyo cerebro está en una fase sensible de desarrollo”.
Qué es lo más preocupante del uso de las redes sociales en la adolescencia
Consultada por Unicef, la psicóloga clínica especializada en adolescentes de la Universidad de Yale, Lisa Damour, señaló que “lo más preocupante del uso de las redes sociales ocurre cuando los jóvenes desplazan actividades que son esenciales para un desarrollo saludable, como dormir lo suficiente, estar físicamente activo, hacer las tareas escolares con concentración, pasar tiempo en persona con amigos y ayudar en el hogar o la comunidad”.
“También me preocupa cuando los adolescentes se ven involucrados en conflictos entre pares que se desarrollan en línea o en el lado de dar o recibir acoso cibernético”, destacó.
Según analizó para Infobae la médica psiquiatra infantojuvenil y jefa del Servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires Gisela Rotblat (MN 111.628), “los niños y adolescentes adquieren sus primeros dispositivos a edades cada vez más tempranas, en promedio en Argentina a los nueve años, y esto, sumado al escaso control parental, a la amplia oferta de contenidos e inexistente regulación implica una exposición hacia una población vulnerable per sé”.
“Si a esto agregamos que este tipo de contenidos generan satisfacción inmediata, gran atracción y credulidad hacia lo allí publicado, nos vemos inmersos en una sociedad en la cual nuestra realidad se ve atravesada por la virtualidad”, sostuvo la experta, quien remarcó que “si bien muchos niños y adolescentes experimentan sensaciones de alegría, acompañamiento y conexión ‘real’ con otras personas, otros tantos experimentan sentimientos de angustia, ansiedad, frustración y tristeza” a causa de la sobreexposición a las redes sociales.
¿Pueden las redes sociales causar adicción?
Según advirtió Jennifer Lira Mandujano, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México, “la adicción a las redes sociales se está convirtiendo en un serio problema de salud mental, que está afectando seriamente las relaciones personales y afectivas de las y los jóvenes”.
Esto, en su mirada, responde al “uso desmedido y sin control de estas herramientas digitales”, que en muchos casos “podría requerir la ayuda de psicólogos o psiquiatras para iniciar una intervención profesional”.
La especialista en Psicología y salud consideró en una publicación de la casa de estudios que “el exceso de conexión en redes sociales ha evolucionado hacia una adicción conductual, mostrando síntomas comparables a los de las sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol. Principalmente entre los jóvenes, una vez que se sumergen en plataformas digitales, dedican casi toda su atención y energía a esta actividad”.
“Constantemente revisan sus dispositivos móviles y mantienen una interacción constante con plataformas como Twitter, Facebook, TikTok, Instagram o WhatsApp -describió-. Esto se convierte en el centro de su día a día, inadvertidamente desarrollando un hábito adictivo que influye en todos sus pensamientos, emociones y comportamientos”.
Los expertos advierten que los jóvenes que pasan mucho tiempo en la red social pueden presentar síntomas semejantes a los producidos por la narcolepsia, un trastorno del sueño que afecta la capacidad del cerebro para regular los ciclos del sueño y la vigilia.
En opinión del médico psiquiatra y neurólogo Enrique De Rosa (MN 63406), “pasar largas horas viendo videos en TikTok, que sólo requiere deslizar el dedo para pasar a la siguiente publicación, también modela el sistema de estímulo-recompensa de las generaciones más jóvenes”.
Según dijo el especialista a Infobae, “el circuito de placer famoso está cambiando; ahora se requieren estímulos más intensos, rápidos, inmediatos y breves”.
¿Qué efecto tiene la gratificación inmediata en el cerebro? Los expertos coinciden en que “con el tiempo, se produce un desgaste del estímulo; las cosas ya no captan tanto la atención. La gratificación instantánea proporciona una recompensa al momento, pero también conlleva a una disminución en su efecto. Por lo tanto, se necesita la próxima recompensa mucho más rápidamente”.
Señales de alerta y recomendaciones para padres
En este punto, la especialista mexicana destacó que existen algunas señales muy específicas que permiten identificar en qué momento una persona pudiera tener afectaciones conductuales o mentales como consecuencia de permanecer conectada por tiempos prolongados en las redes sociales. En ese sentido, enumeró:
- Satisfacción. La persona siente la necesidad creciente de pasar más tiempo en dispositivos para interactuar con otros y consultar información en redes.
- Abstinencia involuntaria. Cuando el acceso a internet se interrumpe, ya sea por falta de señal o batería baja, las personas pueden experimentar malestar físico y emocional, que incluya signos de irritabilidad, ansiedad y dolores de cabeza.
- Recaída. Aunque se establezcan horarios para el uso de redes sociales, al finalizar estos períodos pueden sentirse abrumados por la desconexión, lo que lleva a abrir las aplicaciones nuevamente y perder el control.
- Conflicto. La persona adicta a redes sociales a menudo experimenta dificultades significativas en la comunicación con su entorno, lo que implica el descuido de actividades esenciales como estudios, tareas domésticas o responsabilidades laborales.
- Cambio de estado de ánimo. Mientras más activamente participan en redes sociales, los estados de ánimo de las personas adictas fluctúan ampliamente: encuentran satisfacción, alegría y emoción al consumir contenido, pero también pueden sentir frustración, enojo, desesperación y ansiedad cuando no logran sus metas o expectativas en la plataforma.
Para finalizar, Rotblat dio algunas recomendaciones para padres de adolescentes:
- Ampliar canales de comunicación con los adolescentes respetando los intereses individuales
- Acercarse a ellos para conocerlos, para compartir, no para juzgar lo que hacen o lo que les gusta
- Mostrarse dispuestos a entender su mundo
- No dejar a disposición del adolescente tarjetas de crédito y/o claves personales
- Promover un uso limitado y responsable de tecnología, con acceso a otras actividades que favorezcan lazos sociales, actividad deportiva y motivar el autocuidado
- Conversar sobre los riesgos y anticipar consecuencias
- Buscar reemplazar las redes por otras actividades y motivar momentos de juego
- Evitar el “todo o nada” con los castigos y construir un balance