El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer tanto a nivel global como en América Latina, representando el 12% de todos los fallecimientos por esta enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto se debe a que un alto porcentaje de casos se diagnostican en etapas avanzadas, cuando las opciones de tratamiento son limitadas.
En Argentina, es el segundo de mayor mortalidad, por encima del cáncer de mama, el colorrectal, el de páncreas y el de próstata. A su vez, es el cuarto en incidencia, con alrededor de 13 mil nuevos casos por año.
El tabaquismo es responsable del 85% de los diagnósticos de cáncer de pulmón. Un dato preocupante es el aumento de la incidencia y mortalidad de este cáncer entre las mujeres en los últimos años, en contraste con la tendencia decreciente entre los hombres en la última década. Esto podría explicarse porque las mujeres comenzaron a fumar en las décadas de 1970 y 1980, un período que algunos expertos denominan como la “epidemia de mujeres fumadoras”.
Los científicos llevan años investigando opciones terapéuticas para mitigar los efectos del cáncer y extender la supervivencia de los pacientes tras el diagnóstico.
Pfizer Inc. anunció ahora los resultados a largo plazo del ensayo de fase 3 CROWN, que evalúa un inhibidor de ALK de tercera generación disponible en Argentina, comparado con uno de primera generación en personas con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) avanzado ALK-positivo no tratado previamente.
Después de cinco años de seguimiento, el estudio mostró una reducción del 81% en la tasa de progresión de la enfermedad o muerte con el inhibidor de ALK de tercera generación, en comparación con el de primera generación.
Además, el 60% de los pacientes tratados con la terapia más nueva seguían vivos sin progresión de la enfermedad después de cinco años, frente al 8% de los tratados con el medicamento de primera generación. Estos datos fueron presentados hoy en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) 2024 y publicados en el Journal of Clinical Oncology.
“Estos resultados del ensayo CROWN no tienen precedentes, ya que la mayoría de los pacientes que reciben el inhibidor de ALK de tercera generación están viviendo más de cinco años sin progresión de la enfermedad”, dijo Roger Dansey, M.D., Director de Desarrollo, Oncología, Pfizer.
Y sumó: “Estos resultados son un excelente ejemplo del compromiso de larga data de Pfizer por descubrir y desarrollar avances científicos para los pacientes, y respaldan nuestras terapias como un estándar de atención para el tratamiento de primera línea de personas con CPCNP avanzado ALK-positivo”.
El cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) constituye aproximadamente el 80-85% de los cánceres de pulmón, y los tumores con alteraciones en la proteína ALK se encuentran en aproximadamente el 3-5% de los casos de CPCNP.
Entre el 25-40% de las personas con CPCNP avanzado ALK+ pueden desarrollar metástasis cerebrales dentro de los dos años posteriores al diagnóstico inicial. Pfizer ha desarrollado una terapia dirigida a inhibir específicamente la proteína ALK mutada, incluyendo alteraciones de resistencia provocadas por otros inhibidores de ALK y con una mayor capacidad de penetración en la barrera hematoencefálica.
En este sentido, el doctor Diego Kaen (M.P. 1898), Jefe de Oncología Clínica e Investigación del Centro Oncológico Riojano Integral (CORI) afirmó: “Estamos hablando de la era de la cronificación del cáncer. Hace 10 años atrás, un paciente con un estadio avanzado no superaba los seis meses de vida, y hoy más del 50% en esas mismas condiciones pueden superar los cinco años y seguir adelante sin progresión de la enfermedad”.
Asimismo, agregó: “Es una enfermedad de altísima mortalidad. De hecho, es la que más muertes produce a nivel mundial, pero afortunadamente empezamos a tener datos concretos y fehacientes de que, frente a algunos subtipos moleculares de cáncer pulmón, ya estamos ante una enfermedad crónica”.
Kaen se refirió a Infobae con respecto a las principales diferencias en la eficacia del inhibidor de ALK de tercera generación en comparación con el de primera: “Está comparado con la primera generación, tenés claramente el 60% de los pacientes vivos sin progresar de la enfermedad. O sea que siguen con la enfermedad inicial a 60 meses, a cinco años, y todavía no se alcanzó la mediana. O sea, está claro que no podemos hablar de curación todavía. Pero en cuanto a la cronificación de cáncer de pulmón, el estudio CROWN en primera línea de pacientes con cáncer de pulmón ALK positivo, es el claro ejemplo de que sí”.
“El CPCNP avanzado ALK-positivo suele ser agresivo y a menudo afecta a personas jóvenes en el mejor momento de sus vidas”, dijo por su parte Benjamin Solomon, MBBS, Ph.D., del Departamento de Oncología Médica, Centro de Cáncer Peter MacCallum, e Investigador Principal del ensayo CROWN.
“Este análisis actualizado muestra que el inhibidor de ALK de tercera generación ayudó a los pacientes a vivir más tiempo sin progresión de la enfermedad, y la mayoría de los pacientes experimentaron un beneficio sostenido durante más de cinco años, incluidos casi todos los pacientes tuvieron protección contra la progresión de la enfermedad en el cerebro. Estas mejoras en los resultados para los pacientes con CPCNP ALK-positivo representan un avance notable en el cáncer de pulmón”, agregó.
Los detalles de los resultados
En este análisis actualizado, el inhibidor de ALK de tercera generación mostró una reducción del 94% en el riesgo de progresión intracraneal (HR, 0,06; IC del 95%, 0,03-0,12).
No se alcanzó la mediana del tiempo para la progresión intracraneal con el inhibidor de tercera generación (IC del 95%, NR-NR), mientras que fue de 16,4 meses (12,7-21,9) con el inhibidor de primera generación. Entre las personas sin metástasis cerebrales al inicio del estudio que recibieron la terapia más nueva, solo 4 de 114 desarrollaron metástasis cerebrales en los primeros 16 meses de tratamiento, en comparación con 39 de 109 pacientes que recibieron la terapia más antigua.
En el momento del análisis, el 50% de los pacientes en el ensayo CROWN seguían recibiendo el inhibidor de tercera generación, en comparación con el 5% de los pacientes que recibieron el tratamiento de primera generación.
“Aunque el CPCNP avanzado ALK-positivo representa aproximadamente el cinco por ciento de todos los casos de NSCLC, esto se traduce en 72,000 personas que son diagnosticadas en todo el mundo cada año”, dijo Kenneth Culver, Director de Investigación y Asuntos Clínicos de la organización sin fines de lucro ALK Positive.
“Estos nuevos resultados del ensayo CROWN simbolizan un progreso significativo en el tratamiento de primera línea para el tratamiento dirigido del cáncer de pulmón ALK-positivo, lo que ha llevado a mejoras notables para la comunidad de pacientes”.
Los perfiles de seguridad de ambos medicamentos en el seguimiento de cinco años fueron consistentes con estudios anteriores, sin nuevos problemas de seguridad. En este análisis, los efectos adversos (AEs) más comunes (≥20%) en pacientes tratados con la terapia de tercera generación fueron similares a los reportados en 2020 en el ensayo CROWN.
Estos incluyen edema, aumento de peso, neuropatía periférica, problemas cognitivos y de estado de ánimo, diarrea, dificultad para respirar, dolor en las articulaciones, hipertensión, dolor de cabeza, tos, fiebre, niveles altos de colesterol y triglicéridos.
Los efectos adversos graves (grado 3/4) ocurrieron en el 77% de los pacientes con la terapia de tercera generación y en el 57% de los pacientes con la terapia de primera generación.
Los efectos adversos llevaron a la interrupción permanente del tratamiento en el 5% de los pacientes con la terapia de tercera generación y en el 6% de los pacientes con la terapia de primera generación.
¿Cómo ha impactado la disponibilidad del inhibidor de ALK de tercera generación en el tratamiento de pacientes con CPCNP avanzado en Argentina?, preguntó Infobae.
“Hasta el momento en Argentina se podía usar inhibidores de tercera generación en la primera línea. Pero, en los hospitales públicos y en las zonas de poco acceso no era todavía un estándar, había dificultad para conseguirlo. Estos datos de este estudio CROWN, avalan ya el uso para que la primera línea en estos pacientes, sea esta droga. Nunca se vio una curva así en cáncer de pulmón avanzado: entre el segundo y el quinto año en los pacientes, la curva es casi plana. Estamos hablando de cáncer de pulmón estadio cuatro y ALK positivo, de peores pronósticos. Diez años atrás, ninguno de estos pacientes vivía más de seis meses”, sostuvo el doctor Kaen.
La importancia de la detección temprana
El diagnóstico temprano contribuye también al éxito del tratamiento del cáncer de pulmón. Por eso es fundamental realizarse estudios periódicamente para identificar el tumor en una fase precoz.
“Encontrar tempranamente esta enfermedad, detectarla a tiempo y llevarla a una cirugía, es lo que logra la curación. Ya cuando es metastásico avanzado, como el caso del estudio CROWN ya estamos hablando de cronificación. O sea, sigue siendo esencial apuntar todas las armas, las herramientas públicas, privadas, políticas, no políticas, a detectar tempranamente el cáncer de pulmón. Y para eso hay que detectar primero la población de riesgo. O sea, aquellos pacientes fumadores, con antecedentes familiares, con EPOC, que hagan una tomografía de baja tasa anual como screening de cáncer de pulmón”, cerró Kaen.