En Argentina, muchas familias enfrentan serios desafíos para acceder a las leches medicamentosas, esenciales para el tratamiento de diversas condiciones de salud en niños. A pesar de la existencia de leyes que garantizan su cobertura, algunas prestadoras de servicios de atención médica entregan menos latas de las prescriptas por los profesionales, demoran las entregas o rechazan la cobertura. Así se ve complicada la vida diaria de las familias y se pone en riesgo la salud y el desarrollo de los chicos que dependen de estas leches especiales.
Las leches medicamentosas son fundamentales para tratar condiciones como la alergia a la proteína de leche de vaca (APLV), alergias alimentarias múltiples, trastornos digestivos, reflujo, intolerancia a la lactosa y prematurez. Interrumpir el tratamiento o no proporcionar la cantidad suficiente de alimento puede retrasar el crecimiento y afectar el desarrollo, con consecuencias potencialmente permanentes. La ley de leches medicamentosas N° 27.305, vigente desde 2016, habilita a las familias a realizar el reclamo de cobertura de estos productos.
Así lo aseguró el abogado Leandro Desplats quien, a partir de su propia experiencia, fundó Leches Medicamentosas, una iniciativa a la que se sumaron muchos otros padres con la misma problemática y que está pronta a lograr personería jurídica. “Los problemas más habituales con las obras sociales y prepagas son la entrega de menos latas que las necesarias, la negativa por la edad del bebé, cuando ya pasó los 6 meses o el año, algo sin fundamento, burocracia interna que demora la autorización o directamente embarran la cancha brindando información errónea, pidiendo completar formularios incorrectos o exigiendo requisitos injustificados e irrisorios”, dijo el letrado.
Desde la entidad, que brinda asesoramiento gratuito a las familias afectadas, se explicó que, según la ley, la cobertura al 100% de estas leches es un derecho y también debe contemplarse la cantidad de latas necesarias para la adecuada nutrición del paciente y la eventual extensión del tratamiento, sin límite de edad, durante todo el tiempo que su médico lo indique.
La organización también explicó que “no da lo mismo que el tratamiento inicie más tarde, se interrumpa o no contemple la cantidad suficiente de alimento. Son aspectos que retrasan el crecimiento y afectan el desarrollo, poniendo en riesgo la salud y con potenciales consecuencias para toda la vida”.
Desplats indicó que muchas familias no reclaman por esta falta porque no saben que pueden hacerlo y muchas veces los profesionales de la salud tampoco conocen este derecho. “Los que más nos preocupan, a decir verdad, son las familias que no nos conocen, las que no llegan a contactarnos, que muchas veces no logran solucionar su problema, se quedan con lo primero que les dijo su prepaga y su hijo no recibe la alimentación que necesita. Continuaremos trabajando para llegar a más personas, porque sabemos cómo ayudarlas a lograr la cobertura y estamos a disposición para asesorarlos”, remarcó. Explicó también que muchas veces no es necesario judicializar el caso, sino que se trata de una resolución administrativa que no requiere pagar a un abogado.
“Quienes no logran alcanzar la cobertura, muchas veces organizan rifas para juntar plata y/o adquieren latas en canales no oficiales, alternativos, ignorando la procedencia y cómo fue conservado el producto, entre otras irregularidades, con potencial riesgo para la salud”, alertaron desde Leches Medicamentosas.
Ante cada consulta a la entidad, dijo, primero se escucha el caso, se revisa junto a la familia la documentación (diagnóstico, historia clínica, estudios realizados, cartas presentadas), la ordenan e identifican la información faltante, y a continuación, “les explicamos en qué consiste el proceso, el reclamo que debe hacerse, el paso a paso, los asistimos para redactar las notas para elevar el reclamo formal y vamos acompañándolos en el camino hasta su resolución”, completaron desde la organización.