En el mundo hay más de 3.500 especies de mosquitos. Sólo un pequeño puñado puede transmitir patógenos que causan enfermedades humanas.
Uno de ellos es el Aedes aegypti, que es uno de los más conocidos por ser un potencial transmisor del dengue, el zika, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.
Otra especie es el mosquito Aedes albifasciatus, que aún en pleno otoño y con bajas temperaturas está produciendo picaduras en ciudades y áreas suburbanas del AMBA y la región central de la Argentina.
El Aedes albifasciatus es un mosquito neotropical cuya distribución se extiende desde el sur de Brasil, pasando por Bolivia, Paraguay y Uruguay, hasta el extremo sur de Argentina.
No transmite dengue, zika ni chikungunya, y se lo conoce “mosquito charquero”, “zancudo callado” o “mosquito de la inundación”.
Tiene importancia para la salud pública porque ha sido implicado en la transmisión a humanos y ganado de patógenos como el virus de la Encefalitis Equina Occidental y el virus de la Encefalitis de San Luis.
“La presencia de mosquitos Aedes albifasciatus está asociada a las lluvias y pueden encontrarse todo el año. No es que resisten más al frío sino que se ven favorecidos cuando hay más lluvias”, explicó a Infobae la doctora en ciencias naturales Victoria Micieli, investigadora y directora del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata.
En cambio, “la especie del mosquito Aedes aegypti, que puede transmitir el dengue, sí está más asociado a las temperaturas más cálidas”, aclaró la doctora Micieli.
Si los huevos de Aedes aegypti sobreviven al período fresco (porque los espacios dentro o en alrededores de edificios no se han descacharrado) es probable que otra vez se retome el ciclo de mosquitos cuando vuelvan a subir las temperaturas en primavera.
Si hay lluvias frecuentes e importantes en diferentes estaciones del año, las poblaciones de mosquitos Aedes albifasciatus pueden aumentar y las hembras de adultos pueden picar más a las personas, señaló.
Desde junio de 2023 se activó el fenómeno meteorológico de El Niño/Oscilación del Sur, que tras el aumento de las temperaturas del Océano Pacífico conduce a alteraciones en la atmósfera y luego repercute con más precipitaciones en algunas zonas de la Argentina, entre otros impactos en otros países. Esta temporada influyó para que haya niveles por encima de lo normal en el Noreste y Centro de la Argentina.
“Los huevos de la especie Aedes albifasciatus pueden resistir las condiciones de desecación varios años -contó-. Este año ya hubo varias eclosiones que produjeron las diferentes invasiones que se registraron en 2024. Pero los adultos pusieron pusieron más huevos. Los próximos meses la eclosión de esos huevos seguirá asociada más a las precipitaciones que con la temperatura”.
En diálogo con Infobae, el doctor Maximiliano Garzón, investigador en mosquitos del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires, que depende del Conicet y la UBA, comentó: “El mosquito Aedes albifasciatus está ligado a las precipitaciones. Como es un mosquito que está adaptado a las bajas temperaturas, lo podemos encontrar picando a 10 grados o tal vez menos”.
Por otra parte, Garzón advirtió que el Aedes aegypti todavía se encuentra en actividad, obviamente menor que en el verano. Es decir, que hay muy bajas abundancias de sus poblaciones. “Si aumenta la temperatura por encima de 16 grados aproximadamente, esos pocos mosquitos que quedan dando vuelta puedan picar. Pero no habría algún aumento poblacional ya que estamos en un época no favorable por las bajas temperaturas en general y la población de esa especie tiende a permanecer en huevo para pasar la época invernal”, expresó.
Las picaduras de cada especie son diferentes
Las especies de mosquitos pueden generar diferentes picaduras. “Hay algunas diferencias entre estos dos mosquitos respecto a sus picaduras. Por lo pronto, Aedes aegypti pica preferentemente de día”, explicó a Infobae la doctora Raquel Gleiser, investigadora en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba.
“El Aedes aegypti pica principalmente las partes bajas del cuerpo, cerca de los tobillos. Sus picaduras son rápidas. Suele tomar poca sangre cada vez, y casi no nos damos cuenta hasta que se escapan. Luego queda el escozor”, agregó.
En cambio, “la mayor actividad de picar de Aedes albifasciatus se produce alrededor del amanecer y de la puesta del sol. Su picadura es más agresiva. Pica y chupa sangre hasta quedar repleta y no se espanta fácilmente. Es más fácil de matar con la mano”, señaló la doctora Gleiser.
Qué se sabe sobre los Aedes albifasciatus
La dinámica de la población de Aedes albifasciatus está fuertemente ligada a los períodos de lluvia y sequía, ya que los estadios inmaduros se desarrollan en hábitats acuáticos temporales o efímeros llenos en su mayor parte de agua de lluvia, según informaron científicos del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet”, la Universidad Nacional de La Plata, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet en un estudio en la revista Medical and Veterinary Entomology.
Para aprovechar al máximo esos ambientes, las hembras ponen sus huevos en suelos húmedos deprimidos o en el borde de charcos. Esos huevos son capaces de permanecer latentes hasta que estos suelos se inundan.
Tras la inundación, una parte de los huevos eclosiona, mientras que otros permanecen en estado latente hasta la siguiente inundación. Una consecuencia de este comportamiento de eclosión es que cuando los hábitats temporales se llenan de agua, las larvas de huevos con diferentes tiempos de latencia eclosionan y se desarrollan en el mismo hábitat.
¿Cómo protegerse contra los mosquitos?
Para protegerse contra los mosquitos, se pueden usar repelentes que estén autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Vienen sprays, lociones, cremas, geles y aerosoles. Estos productos pueden contener sustancias activas, tales como el DEET, IR3535 e icaridina. Hay que tener en cuenta el tiempo de duración de sus efectos que viene aclarado en el envase.
La doctora en biología Romina Barrozo, del Instituto de Biodiversidad, Biología Experimental y Aplicada, que depende del Conicet y la Facultad Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, indicó en diálogo con Infobae el 29 de marzo que “el mosquito Aedes albifasciatus se encuentra más frecuentemente en lugares más abiertos, como las plazas y los jardines”.
“Si hay dificultades en el acceso a los repelentes comerciales en farmacias y comercios, las personas deberían usar espirales en los ambientes interiores y cubrir el cuerpo lo máximo posible, con pantalón largo y remeras manga larga que tapen los brazos, cuando estén al aire libre”, recomendó Barrozo.