La alimentación del bebé, uno de los motivos que más carga mental genera en las madres

Ya sea en primerizas como en aquellas con hijos, la mirada ajena y lo que se supone que una mujer debe hacer en esta etapa genera un plus de angustia, que condiciona su maternidad. En el mes de la salud mental materna, la importancia de poder criar en libertad y atendiendo las necesidades de cada familia

En la lactancia materna parece que se pone en juego ser o no una buena madre (Freepik)

La llegada de un hijo al mundo trae consigo una enorme lista de suposiciones sobre cómo la flamante madre debe llevar a cabo su maternidad.

Ya sea que la mujer es madre primeriza o si es reincidente en esto de criar hijos, es imposible que no la condicione -y hasta angustie- la mirada externa acerca de la maternidad: cuándo y cómo debe alimentarlo, cuándo y cómo hacerlo dormir, si debe o no recibir visitas, sacarlo a dar paseos y hasta cómo vestirlo.

Todo en el marco de la revolución hormonal y emocional que implica ser madre: el llamado puerperio, que según los especialistas se extiende hasta dos años después del parto.

En este sentido, en el mes de la salud mental materna, una encuesta realizada en Argentina buscó delinear el mapa emocional de la maternidad, y halló que la presión social sobre quienes maternan y trabajan, los juicios de valor que recaen sobre quienes eligen o deben criar solas, con poca ayuda de la pareja, y los estigmas relacionados con el “deber hacer” impactan directamente en la emocionalidad de las mujeres.

Ya sea que la madre sea primeriza o no, la carga mental que genera la lactancia se hace presente (Getty)

El trabajo realizado por la consultora Trendsity halló que entre esos estigmas, la lactancia ocupa un lugar destacado.

Según vieron, ya sea por necesidad o por elección, el 55% de las madres considera que dar una mamadera descomprime su agenda y le permite descansar de noche, lo que impacta positivamente en su salud mental. Ese porcentaje trepa a 72% entre quienes complementan la leche materna con leche de fórmula, y se eleva hasta un 77% entre quienes usan leche de fórmula como alimentación principal.

Consultada al respecto por Infobae, la licenciada en Psicología Marisa Russomando (MN 23189), especialista en Maternidad y Crianza, coincidió en que “los dos temas en los que las madres se ven más cuestionadas y las enfrentan a tomar decisiones que les resultan difíciles porque no saben qué es lo mejor para el bebé -y quieren hacer lo mejor- tienen que ver con la alimentación y la rutina de sueño”.

Junto con la alimentación, la rutina de sueño de los hijos es otro de los temas que más preocupa a las madres (Getty)

“La alimentación es una de las primeras acciones y decisiones que tiene que tomar esa mamá -analizó la especialista-. Especialmente las mamás recientes y sobre todo, pero no solamente, las primerizas se encuentran con un contexto de presión para el ejercicio de su maternidad, primero porque suele ser nuevo, y segundo porque la mayoría de las mamás lo que más quieren es ejercer el rol de la mejor manera posible, y no siempre tienen la claridad de lo que eso significa”.

Ahí es cuando, según Russomando, “la mirada del otro, la opinión del otro, la información que puedan recibir tanto de los profesionales, como en este momento de influencers y las redes sociales, ocupan un lugar tal vez más importante que en otros roles y que en otros ámbitos de la vida”.

¿Qué es lo que más les preocupa a las madres?

Para la psicóloga, “la alimentación efectivamente es uno de los motivos más importantes que generan carga mental a las madres. Parecería que el rol materno se pone en juego allí; es como la dicotomía que generan el parto natural y la cesárea, como si hubiese una manera ideal a la que hay que responder y quienes por decisión propia, indicación médica o por lo que fuera, se corren de ese ideal, que en este caso sería la lactancia, parece que se pone en juego ser o no una buena madre”.

La mirada ajena y lo que se supone que una mujer debe hacer ante la llegada de un recién nacido llena a las mujeres de un plus de angustia, que condiciona su maternidad (Getty)

La realidad es que la libertad de elegir dar la teta, complementar con fórmula o elegir no dar la teta, fue durante años un tema tabú que recién ahora forma parte de la conversación mediática. De hecho, según reveló el estudio, el 71% de las madres se siente angustiada por la lactancia: los mandatos influyen con fuerza en el imaginario de la “maternidad perfecta”, sin lugar para salirse del molde estandarizado.

En este camino, las madres hacen malabares entre un cúmulo de desafíos y el cuidado de su equilibrio emocional. Y toman nota de eso casi por unanimidad: el 96% de ellas cree que la salud mental es tan importante como la física en su vínculo con el bebé.

“Es importante que las madres tengan acompañamiento psicológico durante el embarazo y el postparto. De otra manera, ante la falta de ayuda profesional centrada en su salud emocional, muchas madres encuentran apoyo en las redes sociales, donde encuentran compañía y apoyo, pero también una avalancha de consejos virtuales que aturden. La sobrecarga de contenido, las fuentes dudosas en las que se sustentan, y la catarata de tips discutibles apabullan y desconciertan”, sostuvo Mariela Mociulsky, directora de Trendsity.

Ahí es cuando aparece la culpa, ya que en cifras de la encuesta, el 73% de las madres con bebés menores a nueve meses se sienten presionadas por sus propias exigencias.

En torno a la maternidad circula mucha información contradictoria, incluso entre profesionales de la salud (Getty)

La mirada ajena, ¿versus la salud mental materna?

En este punto, para Russomando, “hay mucha información, algunas contradictorias, porque hay profesionales que opinan distinto a otros, sumado al contexto, a la familia, al papá de la criatura si lo hay, o bien otra mamá que también viene de otra familia, tiene otros ideales o mandatos a cumplir”.

“Hay tantas variables distintas que están en juego en donde parecería que cada una de esas decisiones están puestas en cuestión o criticadas o al menos observadas, que la verdad es que aleja a cada mujer de la posibilidad de poder tomar las decisiones de la manera más tranquila posible sabiendo que finalmente la gran mayoría tiene como objetivo darle a su bebé lo mejor”, consideró la psicóloga. Y sumó: “Las decisiones que se van tomando en esos primeros meses son un montón y estaría buenísimo que cada mamá las pueda ir tomando con la libertad que pueda tener en relación con sus propias creencias, sus propios mandatos, su propios ideales, pero con tranquilidad y sin prejuicios externos”.

Y tras sostener que “ser una buena madre tiene que ver con otras cuestiones y es darle lo mejor a su hijo”, Russomando destacó que “en ese darle lo mejor también está incluida la mamá porque, sobre todo si es un bebé recién nacido, lo que más necesita es que esa mamá esté bien, tenga bienestar, descanse bien, esté tranquila, etc”.

El Mes de la Salud Mental Materna recuerda el derecho de las mujeres embarazadas o que dieron a luz recientemente a recibir apoyo profesional para obtener ayuda y respaldo, a ser escuchadas y comprendidas (Getty)

“A veces por indicación médica hay que incorporar una leche de fórmula o una mamadera, y todas son variables que hay que decidir en función de lo mejor para el binomio mamá-bebé”, apuntó la especialista.

En línea con la idea de que lo que más necesita el bebé es que su mamá esté lo mejor posible emocionalmente, Russomando concluyó: “Cada mamá debería poder tomar las decisiones que mejoren su salud emocional, que es imprescindible primero para ella, como persona en su singularidad, y también para su bebé y el vínculo que con él se está gestando desde propio el embarazo”.