Radiografía del dengue en Argentina: tres claves del brote actual y qué pasará en las próximas semanas

La dinámica de la enfermedad presenta rasgos distintos respecto a temporadas anteriores. La circulación viral y el número de infecciones semanales bajo la lupa. El análisis de los expertos

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El aumento de temperaturas y
El aumento de temperaturas y cambios en las lluvias favorecen la adaptación del mosquito Aedes aegypti según los expertos (Imagen ilustrativa Infobae)

Con la llegada de los días fríos, especialmente en la zona centro del país, disminuyó de manera significativa la presencia de mosquitos. Sin embargo, el dengue sigue entre nosotros.

Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, que abarca desde el inicio de la temporada en la semana 31 de 2023 -fines de julio- hasta mediados de abril de 2024, se ha registrado un total de 396,484 casos. De esta cifra, 379,341 infecciones corresponden al 2024. Entre estos números se destacan los 871 contagios clasificados como dengue grave, que representan el 0,2% del total de casos reportados, y los 280 muertes, lo que marca una letalidad de un 0,071%.

La vigilancia de la enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti se lleva a cabo de manera estacional, desde la semana epidemiológica 31 de un año hasta la semana 30 del siguiente, coincidiendo con el pico de actividad del virus, que generalmente ocurre durante los meses de verano. A pesar de que aún quedan varias semanas para completar la medición de este año, se ha superado ampliamente el umbral de casos récord registrado en la temporada anterior, que se situaba en poco más de 130 mil.

Si bien en los últimos registros se notificó un descenso en el número de casos semanales, se habla de un brote histórico de dengue. ¿Por qué? Además de las cifras ya mencionadas, en el documento emitido por la cartera sanitaria hay al menos tres características fundamentales para responder a esta pregunta. O más bien, se trata de cuatro paralelismos.

La mayoría de los casos
La mayoría de los casos son autóctonos, subrayando la adaptabilidad del mosquito a diferentes climas y la importancia de medidas preventivas en el hogar (Imagen Ilustrativa Infobae)

“En comparación con otros años epidémicos, la actual temporada se caracteriza por mayor magnitud que temporadas epidémicas previas: los casos acumulados hasta la SE16 representan 3,25 veces más que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior -2022/2023- y 9,24 veces más que lo registrado en el mismo período de 2019/2020; circulación viral persistente durante todo el período en la región NEA y adelantamiento del aumento estacional respecto a años epidémicos previos; y mayor número de casos por semana: con la información disponible hasta el momento, desde la semana 8 de 2024 -mediados de febrero- se ha superado el número de casos respecto al pico previo registrado en la semana 13 de 2023 -fines de marzo de 2023-, cuando se habían contabilizado 18.211 casos”, precisaron.

Para repasar las tres características del brote histórico de dengue, según el Boletín Epidemiológico:

  1. Circulación viral persistente durante todo el período en algunas provincias
  2. Adelantamiento del aumento estacional respecto a anteriores registros
  3. Mayor número de casos por semana.

¿Cuáles son los factores que explican esta situación? Recientemente, ante la consulta de Infobae, el infectólogo Rogelio Pizzi, decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y titular de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Facultades y Escuelas de Medicina (Alafem), dio algunas precisiones al respecto.

“El aumento de las temperaturas y los cambios en los regímenes pluviométricos (lluvias) favorecen la adaptación del mosquito, convirtiendo una enfermedad estacional en una amenaza constante. Hoy, la mayoría de los casos son autóctonos, a diferencia de antes, cuando se registraban casos importados de personas que viajaban a zonas endémicas. La circulación viral en provincias con climas y zonas previamente consideradas improbables, como Cuyo o el norte de la Patagonia, subraya la adaptabilidad del mosquito a diferentes condiciones climáticas”, dijo Pizzi.

El cambio en el régimen
El cambio en el régimen de lluvias puede influir en la proliferación de mosquitos, creando criaderos gigantescos y aumentando la incidencia del dengue de acuerdo a Pizzi (Imagen ilustrativa Infobae)

Y añadió: “Los huevos del mosquito pueden ser viables y resistir condiciones adversas hasta por un año, para luego eclosionar con condiciones favorables de temperatura y humedad. La presencia del Aedes aegypti no requiere de grandes cantidades de agua para reproducirse; una simple tapa de gaseosa o una gota de agua es suficiente para que deposite sus huevos. Es vital cumplir con las normas sanitarias de limpieza y desmalezado en el hogar para prevenir la reproducción del mosquito y así evitar la transmisión de la enfermedad”.

En el mismo artículo, Julián Antman, epidemiólogo y ex coordinador del Plan de Prevención del Dengue en Capital Federal, aportó su perspectiva en diálogo con Infobae: “Este año, a diferencia de otros, en el NEA, en provincias como Misiones, Formosa y Chaco, hubo casos de dengue durante todo el año, una novedad respecto a años anteriores. Esto ha resultado en muchas personas infectadas por dos serotipos de dengue, lo cual agravó los casos y aumentó las muertes, superando las 100. Esto es especialmente grave y sugiere la posibilidad de más casos que en la temporada pasada”

“Los factores generales incluyen el cambio climático, que permite que el mosquito se adapte a temperaturas más frías, mientras que, como humanidad, incrementamos las temperaturas. Se han registrado casos autóctonos incluso en La Pampa y Mendoza, debido a esta adaptabilidad del mosquito a temperaturas más bajas. Esto, junto con la migración interna, aumenta la posibilidad de casos en todo el país, ya que la gente se mueve de regiones con alta incidencia a otras donde el vector está presente, lo que desencadena brotes”, dijo Antman.

Argentina enfrenta una escalada histórica
Argentina enfrenta una escalada histórica del dengue con más de 396,000 casos registrados desde julio de 2023 hasta abril de 2024 (Getty)

“Observamos que hay regiones del país que no tenían casos el año pasado y ahora sí -completó el epidemiólogo-, debido a la presencia del vector Aedes aegypti y la circulación del virus del dengue. Actualmente, los serotipos más prevalentes son el Dengue uno y el Dengue dos, con muy poca circulación del serotipo tres, limitado a Córdoba. Esto incrementa la susceptibilidad y por ende, la posibilidad de dengue en distintas localizaciones”.

Por su parte, en una nota reciente a Infobae, Ricardo Gurtler, investigador del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires, que depende del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, precisó: “Hubo un derrame desde Brasil, que tiene una alta incidencia de casos de dengue, hacia otros países del Cono Sur y hacia otras regiones de América. Pero también hay que considerar que la Argentina tiene un intercambio muy fuerte con Paraguay y Bolivia. Allí hubo brotes epidémicos este año y eso también impacta en nuestro país”.

“Otro factor es el aumento de la temperatura y el cambio del régimen de las lluvias que puede influir en la problemática del dengue. Pero también puede haber años con sequías, que también influyen. Porque se almacena agua de manera inadecuada y así se favorece la creación de criaderos gigantescos de mosquitos”, sumó Gurtler.

El mosquito Aedes aegypti puede
El mosquito Aedes aegypti puede permanecer dentro de las casas durante el frío, manteniendo la amenaza del dengue incluso en temporadas más frescas (Getty)

El frío y los casos de dengue

En las últimas semanas, hubo una disminución en la temperatura en algunas regiones del país, algo que los expertos relacionan con la posibilidad de una reducción en los casos de dengue, siempre y cuando esta dinámica se mantenga durante algunas semanas.

Sin embargo, hay especies de mosquitos que siguen activas en la actualidad, lo que resalta la importancia de prevenir la presencia del Aedes aegypti, el cual es el vector que transmite el virus del dengue, en nuestros hogares.

Con la aproximación del invierno, los especialistas enfatizan la necesidad de mantener medidas preventivas para evitar la reproducción de estos mosquitos, tales como eliminar cualquier recipiente que pueda contener agua estancada y proteger las viviendas con mosquiteros, entre otras acciones.

En los últimos días se
En los últimos días se registró un descenso en el número de casos semanales, pero los expertos llaman a sostener las medidas preventivas ante el dengue (Imagen ilustrativa Infobae)

“Todos los brotes epidemiológicos tienen dinámica, es decir, comienzan, aumentan rápidamente los casos hasta alcanzar su punto máximo, luego se estabilizan y comienzan a disminuir. Eso es normalmente lo que ocurre en cualquier situación de un brote epidémico. Aquí, la situación es absolutamente transitoria. La actividad del mosquito disminuyó un poco cuando la temperatura estuvo fría o relativamente fría; templada. El mosquito no solo disminuye su actividad, sino que también abandona los alrededores de la casa y entra en el hogar”, le dijo recientemente a Infobae el doctor Hugo Pizzi, médico infectólogo, epidemiólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba.

“Hay que tener mucho cuidado en estas circunstancias, ya que el mosquito puede estar detrás de las cortinas o en diferentes lugares dentro de la casa. Entonces, esto no significa que el problema esté resuelto; al contrario, ha disminuido un poco la actividad, pero ya estamos viendo que están volviendo a aumentar los casos con el regreso del calor”, agregó el experto.

“Hay muchas hembras de mosquitos infectadas con el virus del dengue que ponen huevos -siguió el infectólogo-. Esos huevos ya están infectados con el virus. Es decir que dentro de cinco o seis meses, cuando haya golpes de calor, los nuevos mosquitos eclosionarán y las hembras infectadas saldrán con el virus. Esto seguirá acumulándose y aumentando los aspectos negativos de cualquier brote epidemiológico. Por lo tanto, el concepto es que ha habido una disminución de casos, y que es cierto que la actividad del mosquito ha bajado, pero con el retorno del calor, los casos están comenzando a aumentar nuevamente”.

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