La noticia dada a conocer hoy, acerca de que el laboratorio AstraZeneca dijo, en un documento legal que presentó ante el Tribunal Superior que su formulación contra el COVID-19 “puede, en casos muy raros, causar TTS”, es decir, síndrome de trombosis con trombocitopenia, tuvo una gran repercusión.
La vacuna ya ha sido probada como altamente eficaz y segura para prevenir casos graves y la muerte a causa del virus del SARS-CoV-2 fue desarrollada y producida por ese laboratorio y la Universidad de Oxford y aplicada a millones de personas en todo el mundo, luego de que fuera autorizada de emergencia en el marco de la pandemia, al igual que el resto de las formulaciones.
Ahora, los abogados de personas del Reino Unido que sufrieron síndrome de trombosis con trombocitopenia —un cuadro que provoca que las personas tengan coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas en sangre— tras vacunarse afirmaron que el laboratorio reconoció en documentos legales el vínculo entre el inmunizante y el efecto secundario.
Cuando comenzó la vacunación de emergencia contra el COVID-19 en todo el mundo, los esquemas se completaban con las formulaciones disponibles al momento en que a cada persona le tocaba su dosis de refuerzo. Hay quienes recibieron vacunas de diferentes laboratorios y ante la noticia no recuerdan si fueron inmunizados con la formulación británica. Vale aclarar aquí que un estudio realizado por el mismo laboratorio, y publicado en 2021 en The Lancet, ya señalaban esa posibilidad en casos muy raros y ese año produjo una actualización de la información del producto para incluir la TTS como un efecto secundario excepcional. En 2022 un estudio realizado por científicos europeos —entre ellos de la Universidad de Oxford— y estadounidenses también arrojó resultados similares al investigar personas hasta 14 días después de la vacunación.
Cómo acceder al carnet de vacunación en Argentina
Más allá del carnet físico de vacunación, que toda persona debe poseer, en el marco de la pandemia, el entonces gobierno nacional lanzó la aplicación “Mi Argentina”, que si bien en los tiempos de la cuarentena tenía la finalidad de tramitar permisos de movilidad, desde el comienzo de la vacunación, fue posible registrar allí mismo cada dosis recibida.
Luego, se fueron ampliando los alcances de la aplicación, y en la actualidad es posible desde allí acceder al DNI, el registro de conducir, los documentos de identidad de los hijos menores de edad quien los tuviera, ver el estado de trámites de ANSES, entre otras funciones.
Pero lo cierto es que, con sólo loguearse con su número de CUIL, cualquier persona puede acceder de manera fácil y rápida a sus datos y estado de vacunación. Esto es, dosis recibidas, fecha, tipo de vacuna, lugar de vacunación, etc.
Cómo saber qué vacuna tengo si no descargué Mi Argentina
Más allá de la aplicación que tiene alcance nacional, algunas jurisdicciones crearon sus propias herramientas para facilitar a la población la llegada a su información personal.
Así, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, los porteños pueden obtener su certificado de vacunación COVID19 vía WhatsApp. Se debe agendar a Boti, el WhatsApp de la Ciudad (11-5050-0147), y escribir “Certificado Covid”. El bot solicita al usuario su número de DNI y en pocos segundos le brinda información sobre las vacunas recibidas, y todos los detalles del esquema de inmunización.
En la Provincia de Buenos Aires, en tanto, a través de la aplicación vacunatePBA, los bonaerenses mayores de 18 años pueden “visualizar datos de identificación, consultar el estado de turnos solicitados, el tipo de vacuna aplicada y reportar síntomas supuestamente relacionados con la vacunación”, según detalla la descripción de la aplicación.
Del mismo modo, en el portal Salud Digital Bonaerense, las personas pueden, además de solicitar turnos en los hospitales de la Provincia y acceder a su historia clínica, conocer el detalle de su esquema de vacunación.