El Ministerio de Salud de la Nación ha compartido los datos más recientes acerca de la incidencia del dengue en Argentina. Desde finales de julio y principios de agosto de 2023 hasta principios de abril de 2024, se han notificado un total de 269.678 casos, de los cuales el 90% se consideran autóctonos, mientras que el 7% están bajo investigación y el restante 3% son casos importados.
Desde la cartera de Salud destacaron que hay una incidencia acumulada de 573 casos por cada cien mil habitantes hasta el momento. Dentro de estos números, se registraron 643 casos clasificados como dengue grave, representando un 0,2% del total de casos reportados. Además, se ha informado un total de 197 fallecimientos relacionados con la enfermedad viral que transmite el mosquito Aedes aegypti, lo que señala una letalidad del 0,07%.
Es crucial recordar que la vigilancia del dengue se lleva a cabo de manera estacional, desde la semana epidemiológica 31 de un año hasta la semana 30 del siguiente, coincidiendo con el pico de actividad del virus, que generalmente ocurre durante los meses de verano. A pesar de que aún quedan semanas para completar la medición de este año, ya se ha superado el umbral de casos récord registrado en la temporada anterior, que se situaba en poco más de 130 mil. Se trata, sin dudas, de un brote histórico de dengue.
Aquí, un repaso por la información fundamental sobre este cuadro.
Las claves del dengue en ocho infografías
Cómo ocurre la transmisión del dengue
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti. Cuando este insecto se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus Dengue, adquiere el patógeno y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
De una forma igual se contagia la fiebre chikungunya que también es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos Aedes aegypti infectados. Cabe recordar que estos cuadros no se transmiten de persona a persona, sino únicamente por mosquitos infectados.
La prevención del dengue
En lo que respecta a las medidas preventivas, es fundamental abordar la eliminación de los criaderos de mosquitos tanto en hogares como en áreas comunitarias. Esto implica una tarea constante de deshacerse, voltear o higienizar regularmente los recipientes que puedan acumular agua, incluso los más pequeños, tanto en el interior como en el exterior de las viviendas. Asimismo, se aconseja cubrir adecuadamente los grandes recipientes como tambores o tanques elevados con tela mosquitera y mantener limpias las canaletas. Es esencial cepillar los bebederos y cambiar su agua diariamente, así como mantener cloradas las piletas de natación y cubrirlas cuando no estén en uso.
Además, hay que destacar la importancia del uso de repelentes y la eliminación de los mosquitos adultos como medidas clave para interrumpir la transmisión del dengue. Es esencial aplicar insecticidas en áreas donde hay una actividad significativa de transmisión del virus para eliminar los mosquitos adultos. Sin embargo, esta tarea debe ser llevada a cabo por personal capacitado para garantizar su efectividad y evitar el desarrollo de resistencia del mosquito a los insecticidas. Se recomienda seguir las indicaciones de los fabricantes en cuanto al uso de repelentes, como una medida de protección individual continua mientras persistan los casos de dengue.
Los casos de dengue y el clima
Ante la llegada del otoño y de los primeros días de frío en una parte de Argentina, surgió una inquietud: ¿podrían bajar los casos de dengue?
“Con la llegada del frío, históricamente bajaron los casos, sobre todo en lo que denominamos la región centro, la región NOA y hasta el año pasado, incluso en la región del NEA. En esta última, cuando esperábamos la clásica bajada y corte de la transmisión de dengue, eso no ocurrió y siguió habiendo casos en números bastante acotados, pero con epicentro en Chaco, pero también en Formosa, en Misiones y Corrientes. Hubo casos a lo largo de los 12 meses del año. Por lo tanto, aquello que esperábamos no se cumplió. No tenemos una bola de cristal, pero la lógica es que hay determinadas temperaturas que inhiben la posibilidad de reproducción del mosquito Aedes aegypti”, indicó recientemente a Infobae el infectólogo Tomás Orduna.
“Cuanto más cortos sean los inviernos, más largos los veranos y más homogénea la temperatura, y si a eso le agregamos las temporadas en que hay fenómeno de El Niño, sobre todo para la región del centro, con mucha lluvia, tendremos incidencia en la mayor reproducción del mosquito, mayor transmisión y más pacientes. Habitualmente, en la época fría, tarde o temprano cesa la transmisión: históricamente, esto en la zona de Buenos Aires ha sido entre la última semana de mayo y la primera semana de junio. Si lo pensamos en Capital Federal, ya ha comenzado lentamente el descenso de casos”, agregó Orduna, quien es ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano.
Cómo es el mosquito que transmite el dengue
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “en las Américas, el vector principal responsable de la trasmisión del dengue es el mosquito Aedes aegypti”. El Aedes aegypti es un mosquito pequeño que puede reconocerse por sus manchas blancas en dorso y patas. “Es común en áreas cálidas y húmedas del mundo”, señalan desde MedlinePlus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
El Aedes aegypti es un mosquito que suele medir menos de un centímetro de diámetro. Es de color negro o marrón y presenta rayas blancas distribuidas por el cuerpo y las patas. Vive de 25 a 30 días y para reconocerlo se debe prestar atención a las manchas blancas que lleva en su dorso y patas.
El mosquito Aedes aegypti suele volar bajo, normalmente por debajo del medio metro, picando preferentemente los pies, tobillos y piernas. Es más activo temprano en la mañana y al final de la tarde.
En medio de esta epidemia sin precedentes, varias son las medidas de prevención de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Una de las más recientes es la vacuna contra el dengue.
Una vacuna contra el dengue
En 2023, la vacuna tetravalente contra el dengue del laboratorio japonés Takeda (TAK-003), conocida como Qdenga, fue aprobada en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Previamente, había recibido luz verde de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de los entes regulatorios de Indonesia, Reino Unido, Islandia, Noruega y Brasil, entre otros países.
Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Grupo Estratégico Asesor de Expertos (SAGE, por sus siglas en inglés) del organismo internacional, recomendaron el uso de la vacuna TAK-003 para los niños de 6 a 16 años que viven en entornos con alta carga de enfermedad por dengue y alta intensidad de transmisión. Esto significa una vacunación focalizada y segmentada.
Esto se debe en parte a que el aval de seguridad y eficacia de la vacuna TAK-003 se obtuvo a través de un programa extenso de 19 estudios clínicos -que incluyó el estudio TIDES, del que participaron más de 20 mil voluntarios durante 5 años- se realizó en la población de niños de países considerados endémicos, en el rango de edad de 4 a 16 años. Sin embargo, por otros estudios “inmunopuentes” presentados se concluyó que puede ser usada en adultos hasta los 60 años.
El dengue en las embarazadas
En el último Boletín Epidemiológico se informó que, en cuanto a personas gestantes,” se registraron 1349 casos en este grupo poblacional, con una mediana de edad de 26 años. Entre las personas gestantes con diagnóstico de dengue, 12 casos se notificaron como dengue grave y 3 casos como fallecidos”.
Si bien el contagio sólo se produce por la picadura de un mosquito infectado, y nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o la leche materna, en algunos casos, la mujer gestante puede contagiar a sus bebés durante el embarazo. De allí que este grupo se vuelve particularmente importante a la hora de analizar los riesgos de contraer la infección viral.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una alerta el pasado mes de marzo, luego de que los casos de dengue en mujeres embarazadas aumentaran más de un 300% en Brasil.
“Este aumento representa una situación de salud pública preocupante, considerando el alto riesgo de complicaciones graves, tanto para ellas como para sus bebés. Las formas graves de la enfermedad, como shocks, hemorragias y muerte, plantean riesgos para las mujeres embarazadas, mientras que las complicaciones perinatales incluyen prematuridad, restricción del crecimiento intrauterino y muerte fetal”, explicaron las autoridades sanitarias, y lanzaron un “Manual para la prevención, diagnóstico y tratamiento del dengue en el embarazo y el puerperio”, que tiene como objetivo proporcionar pautas específicas para el manejo del dengue en mujeres embarazadas y puérperas, con el fin de promover la salud materno-fetal y prevenir complicaciones.
* Infografías: Marcelo Regalado