La temporada 2023/2024 de dengue en Argentina alcanza cifras históricas. Desde finales de julio de 2023 hasta marzo de este año se registraron 232.996 casos, de los cuales el 90% son autóctonos, el 7% se encuentran en investigación y el restante 3% son importados, según el último informe emitido por el Ministerio de Salud de la Nación.
El Boletín Epidemiológico nacional detalló que la incidencia acumulada hasta el momento es de 495 casos por cada 100 mil habitantes. Además, se clasificaron 512 casos como dengue grave, representando un 0,2% del total, y se notificaron161 muertes, con una letalidad del 0.069%.
El actual brote se caracteriza por el comportamiento temporal de los casos, que evidencian una persistencia a lo largo de todo período analizado. Se ha observado un adelantamiento del aumento estacional de las infecciones por dengue a partir de principios de octubre, con una aceleración significativa desde mediados de diciembre y un pico registrado hasta el momento en la semana 11 de marzo, con 33.866 casos notificados. Esta tendencia subraya la gravedad de la epidemia de dengue que atraviesa el país.
En medio de esta situación crítica, surge el interrogante: ¿la llegada de los días más frescos del otoño podría reducir la población de mosquitos vectores del dengue, que son los de la especie Aedes aegypti? Infobae consultó a tres expertos para desentrañar esta inquietud.
El impacto del frío en el brote de dengue
En primer lugar, Sylvia Fischer, investigadora integrante del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, conversó con Infobae y explicó: “Con la llegada del frío, lentamente se irán reduciendo los casos de dengue, eso es correcto. Esto se debe a que los procesos biológicos de los mosquitos se vuelven más lentos con el frío, entonces tardan más entre una postura de huevos y la siguiente: pican con menos frecuencia, y el virus tarda más tiempo en reproducirse en el mosquito”.
Según Fischer, “todo esto va llevando a que vaya bajando gradualmente el número de casos, aunque no va a ser instantáneo porque hay muchos mosquitos infectados en este momento, y mientras estos sigan vivos y picando, va a continuar la transmisión. La reducción de temperatura no va a matar instantáneamente a todos los mosquitos”.
“La mayor favorabilidad térmica de los últimos años, al menos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), definitivamente incide en que se extienda el periodo reproductivo del mosquito. Probablemente eso esté influenciado en parte por el cambio climático, pero también por otros cambios ambientales antropogénicos, como la mayor urbanización, el aumento de la isla de calor urbana y otros factores socio económicos como las deficiencias de infraestructura y servicios que favorecen hábitos de las personas como acumular agua o materiales (todo esto provee de sitios de cría para las larvas de este mosquito)”, planteó Fischer.
Cuántos días de frío debe haber para que bajen los casos de dengue
Por su parte, la bióloga Laura Harburguer, investigadora del CONICET en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (UNIDEF), aportó ante al consulta de Infobae: “Es posible que los días sostenidos de frío bajen los casos y, para eso, debería pasar que haya varios días con temperaturas menores a 15°C de forma consecutiva”.
La especialista explicó que “en este momento es necesario eliminar a los adultos de los mosquitos que están circulando; a las hembras, que son las que se alimentan de sangre. Entonces, si hay un solo día de baja temperatura, esto no ocurriría. Pero con días sostenidos de baja temperatura puede descender la población de hembras adultas, que son las que pican y transmiten la enfermedad”.
“Las larvas que son acuáticas -siguió Harburguer- pueden tolerar temperaturas diferentes porque recordemos que, en general, el agua está a una temperatura menor que la temperatura ambiente. ¿Entonces, qué es lo que puede pasar? Que el período de tiempo que tarda esa larva en convertirse en adulto se alargue. El período que dura la larva desde que nace hasta que se convierte en adulto es de entre 5 a 10 días, dependiendo de las condiciones ambientales y de la latitud de nuestro país en la que nos encontremos. Si estamos bajo temperaturas no óptimas, como 15 grados o hasta 10 grados, ese período se va a alargar. Entonces ese período en vez de durar hasta diez días, puede durar 20 días y hasta un mes”.
De acuerdo a la bióloga, “esto puede traer como consecuencia que las larvas queden latentes y que cuando se produzcan días calurosos haya nuevos adultos. ¿Entonces podemos esperar que bajen los casos de dengue? Probablemente sí, por temperaturas bajas sostenidas, porque van a eliminar al mosquito adulto, pero no necesariamente a las larvas y mucho menos el tema de los huevos. Los huevos de este mosquito pueden resistir temperaturas realmente bajas y atravesar todo el invierno”.
“Entonces, es importante que continuemos con las tareas de eliminación de recipientes que pueden funcionar como criaderos y que aquellos recipientes que no puedan ser eliminados sean cepillados, porque los huevos quedan adheridos a las paredes de los recipientes”, dijo Harburguer.
“Respecto a la baja de los casos de dengue, realmente si logramos que las condiciones climáticas acompañen con periodos sostenidos de baja temperatura, va a desaparecer el mosquito y en consecuencia va a dejar de transmitir la enfermedad. Pero si luego vuelve a subir la temperatura y no fue lo suficiente para eliminar a las larvas y nosotros no continuamos con las acciones de eliminación de recipientes y las de prevención, puede ser que esas larvas se conviertan en nuevos adultos y que empiece a circular nuevamente el virus”, señaló la investigadora del CONICET.
A su turno, el infectólogo Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano, conversó con Infobae sobre la llegada del frío y la transmisión del dengue.
“Con la llegada del frío, históricamente bajaron los casos, sobre todo en lo que denominamos la región centro, la región NOA y hasta el año pasado, incluso en la región del NEA. En esta última, cuando esperábamos la clásica bajada y corte de la transmisión de dengue, eso no ocurrió y siguió habiendo casos en números bastante acotados, pero con epicentro en Chaco, pero también en Formosa, en Misiones y Corrientes. Hubo casos a lo largo de los 12 meses del año. Por lo tanto, aquello que esperábamos no se cumplió. No tenemos una bola de cristal, pero la lógica es que hay determinadas temperaturas que inhiben la posibilidad de reproducción del mosquito Aedes aegypti”, indicó Orduna.
Y con respecto al cambio climático, precisó: “Cuanto más cortos sean los inviernos, más largos los veranos y más homogénea la temperatura, y si a eso le agregamos las temporadas en que hay fenómeno de El Niño, sobre todo para la región del centro, con mucha lluvia, tendremos incidencia en la mayor reproducción del mosquito, mayor transmisión y más pacientes. Habitualmente, en la época fría, tarde o temprano cesa la transmisión: históricamente, esto en la zona de Buenos Aires ha sido entre la última semana de mayo y la primera semana de junio. Si lo pensamos en Capital Federal, ya ha comenzado lentamente el descenso de casos”.
El pronóstico en Buenos Aires y el interior para los próximos días
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera una semana variada en cuanto al clima en Capital Federal. Luego de que se registrara un descenso de la temperatura, que osciló entre los 13°C y los 19°C, y que el jueves la tendencia de nubosidad parcial persistiera en la ciudad, acompañada de una nueva caída en las marcas térmicas (de 10 y 18 grados), el viernes se pronostican lluvias aisladas que podrían extenderse hacia la tarde/noche, agregando un toque de frescura al ambiente urbano.
El fin de semana no promete grandes cambios en el panorama climático. El sábado se espera un cielo mayormente nublado, con temperaturas que se moverán entre los 14 y los 19 grados, ideal para planificar actividades bajo techo o disfrutar de un paseo por la ciudad. En contraste, el domingo se prevén lluvias desde la madrugada hasta la noche, manteniendo las temperaturas estables.
En tanto, el SMN señaló que “avanza un frente frío hacia la región central; dejará lluvias aisladas, ráfagas y descenso de temperatura. Se prevén tormentas en el norte, chaparrones en Santa Cruz y nevadas en Tierra del Fuego”.
A partir de hoy viernes se espera para todo el país una situación meteorológica marcada por condiciones ventosas, alta humedad, nevadas en la cordillera y precipitaciones persistentes en diversas provincias, según indicó la vocera del SMN Cindy Fernández en informe del fin de semana que el organismo publicó en sus redes sociales.
Un sistema de baja presión intenso avanzará desde el Océano Pacífico entre el viernes y el sábado, provocando fuertes vientos en la cordillera, desde San Juan hasta Jujuy, con velocidades que podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora. Además, se anticipa viento Zonda en sectores de San Juan, La Rioja y Catamarca durante el sábado y nevadas persistentes en la cordillera desde Mendoza hasta Salta, lo que podría generar fenómenos de viento blanco que disminuirían significativamente la visibilidad.
Desde el domingo y hasta el martes, un segundo sistema de baja presión se formará sobre el centro del país, intensificando los vientos y generando precipitaciones intensas en Mendoza, San Luis, La Pampa, y posteriormente afectará también a toda la región pampeana y gran parte del litoral argentino. Las lluvias, que comenzarán el sábado en la región de Cuyo, podrían extenderse hasta el miércoles 17, con algunas zonas acumulando más de 100 o 120 milímetros de agua.