Qué es la terapia de pareja de alto impacto que busca recomponer matrimonios en 16 horas

El método propone un trabajo intensivo de dos días, a diferencia de las sesiones semanales de 40 o 50 minutos más tradicionales. En qué consiste y cuál es el secreto de su éxito

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Ghedin: "Las relaciones amorosas se
Ghedin: "Las relaciones amorosas se construyen gracias a un entramado de acuerdos y desacuerdos, de afinidades y discrepancias" (Getty)

Cada vez más parejas recurren en la actualidad a la ayuda de la Psicología para tratar de resolver sus problemas vinculares. En sesiones semanales o quincenales, de 40 o 50 minutos, abordan los temas de conflicto que tienen su relación en jaque. Y si bien muchas personas terminan por separarse luego de hacer terapia de pareja, lo cierto es que la herramienta es muchas veces la responsable de que el vínculo mejore y perdure.

No es casual que en tiempos de inmediatez como los que se viven, prosperen y tengan éxito alternativas que ofrecen soluciones en el corto -cortísimo- plazo.

Es el caso de la propuesta por la doctora estadounidense Ellyn Bader, que se presenta como un enfoque terapéutico de “alto impacto”, cuya pieza central es el “intensivo para parejas”: 16 horas de trabajo altamente estructurado durante un período de dos días.

Bader es reconocida globalmente como una de las pioneras de la terapia de pareja. A partir de años de sesiones de exploración y terapia, descubrió que reunir a la pareja en sesiones era mucho más efectivo que trabajar con cada miembro individualmente. Junto a su esposo, el doctor Peter Pearson, fundó en 1984 The Couples Institute® (El Instituto de Parejas), en California.

En qué consiste la terapia de pareja “de alto impacto”

La terapia de alto impacto
La terapia de alto impacto de parejas apunta a que cada uno piense qué está dispuesto a cambiar en sí mismo para tener el tipo de relación que desea (Imagen Ilustrativa Infobae)

La terapia de alto impacto (también existe una versión más corta llamada mini intensiva de cuatro horas) tiene sus características propias. Las sesiones suelen comenzar a las 9 de la mañana en una oficina o en un hotel. Hay varios descansos breves durante el día y el almuerzo es de una hora (el terapeuta no come con la pareja). El día termina alrededor de las 5 de la tarde.

El primer día se centra en revisar juntos las respuestas iniciales (ambos candidatos deben completar previamente cinco extensos cuestionarios de admisión sobre ellos mismos y su relación) para identificar áreas de crecimiento en la relación.

Además, las parejas también comienzan a aprender habilidades de comunicación, incluida la importancia de saber escuchar activamente en lugar de reaccionar a la defensiva.

Cada vez más parejas recurren
Cada vez más parejas recurren en la actualidad a la ayuda de la Psicología para tratar de resolver sus problemas vinculares (Getty)

Durante la jornada también hay una breve introducción a la neuroplasticidad, esto es, la capacidad del cerebro para repararse y cambiar mediante la creación de nuevas vías neuronales, lo cual es fundamental, por ejemplo, para desarrollar nuevos hábitos relacionados con escuchar y responder.

El segundo día de terapia intensiva se dedica en gran medida a “cocrear una nueva relación”, según explicó Bader al diario The Wall Street Journal. Y destacó: “Desde el principio, le digo a la gente que la pregunta clave no es qué quieres cambiar en tu pareja, sino qué estás dispuesto a cambiar en ti mismo para tener el tipo de relación que deseas”.

Debido a que el método es relativamente nuevo, aún no se han realizado estudios para verificar el valor de la terapia intensiva. Sin embargo, muchos pacientes y terapeutas se muestran entusiasmados. “Las personas pueden lograr avances épicos en este formato”, señaló la terapeuta que supervisa los intensivos en Northampton, Massachusetts, Katherine Waddell. Para ella, “durante un intensivo, las parejas realmente pueden reducir la velocidad, poner sus teléfonos en silencio, respirar, concentrarse el uno en el otro y en ellos mismos, lo que los prepara para trabajar en los temas que están en el centro de su relación”.

Cuáles son los motivos que llevan a las parejas a terapia

La terapia de alto impacto
La terapia de alto impacto es una estrategia cada vez más popular, ya que tanto los psicólogos como sus clientes se han frustrado con los inconvenientes de la terapia de pareja clásica (Getty)

“La dinámica de las relaciones de pareja no es la estabilidad, por el contrario, multiplicidad de movimientos envuelven a las partes en distintas situaciones, algunas alegres, pasionales; otras tristes, cargadas de reproches y angustia”, comenzó a analizar consultado por Infobae el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (MN 74794), para quien “ese vínculo, que en un comienzo goza de pureza y novedad, se profundiza y amplía con las otras experiencias, dando forma a un estilo de relación”.

En ese sentido, según el doctor en Psicología y docente Flavio Calvo (MN 66.869), “la terapia de pareja sirve como un espacio seguro donde las parejas pueden abordar conflictos y desafíos interpersonales de manera más constructiva”.

“Como se encuentran en un entorno neutral y guiado por un profesional, se fomenta una comunicación mucho más abierta hacia la resolución de problemas -señaló el especialista a este medio-. Se trabaja, también, mucho más profundamente la comunicación, buscando una comunicación más sana, para que, sea cual sea el objetivo de la pareja al ir a terapia (continuar juntos o separarse) los resultados sean mucho más armónicos”, amplió.

Y tras destacar que “la terapia de pareja no sólo busca resolver los conflictos inmediatos, sino más bien fortalecer los vínculos afectivos y ayudar a que haya un crecimiento conjunto”, el especialista enumeró cuáles son los motivos más frecuentes por los que las parejas van a terapia.

El método intensivo propone un
El método intensivo propone un trabajo estructurado durante dos días, a diferencia de las sesiones semanales de 40 o 50 minutos que ofrecen las opciones tradicionales (Getty)
  • Hay tantas razones como parejas diferentes; pero las principales van desde conflictos de comunicación y diferencias en la crianza de los hijos hasta problemas de intimidad y desacuerdos financieros.
  • También buscan ayuda cuando enfrentan crisis importantes, como la infidelidad o la pérdida de confianza.
  • Las decisiones en cuanto a las finanzas y los juegos de poder se encuentran entre los principales motivos de consulta.

En este punto, Calvo sostuvo que “más allá de lo que motive la consulta, la terapia de pareja puede ser buscada como una forma activa de fortalecer la conexión emocional y mejorar la calidad de la relación”.

La psicoterapeuta Linda Masri Cherem, del Instituto Mexicano del la Pareja, señala que “desde niños crecimos con la idea de que las historias de amor se desarrollan con facilidad, nos hace creer que vivimos en una relación para ser felices y que los problemas no existen o no deberían de existir. Debido a esta expectativa, que cuando ya estamos involucrados en una relación y surgen diferencias o dificultades queremos salir corriendo”.

“El amor romántico no es para siempre, y en la medida en la que confiemos en el como la única base de un matrimonio seguirán habiendo más rupturas y divorcios. Sin embargo, darle su lugar y entender el cambio de etapas en una relación hará que haya un entendimiento verdadero de lo que es la relación de pareja”, dijo Masri Cherem en una columna publicada por el instituto.

Seis claves del éxito de la terapia de pareja

Bader descubrió que reunir a
Bader descubrió que reunir a la pareja en sesiones era mucho más efectivo que trabajar con cada miembro individualmente (Getty)

Sobre el final, Ghedin brindó una serie de características que debe tener el espacio de terapia de pareja, para que el intercambio que allí se produzca sea beneficioso para el vínculo.

  1. La terapia de pareja es una alternativa de abordaje del vínculo en crisis; no trata a las personas, sino a los diferentes modos de unión que sostienen la relación y los problemas que surgen en el mismo.
  2. El espacio terapéutico no debe ser un ring para continuar con el combate, muy por el contrario, la comunicación, la escucha y la reflexión deben primar por sobre el enfrentamiento.
  3. El terapeuta no es un juez que dicta sentencia, tampoco establece alianzas con ninguna de las partes. Es un profesional formado para detectar los puntos de conflictos, señalarlos y ayudar a ver alternativas de cambio.
  4. La terapia de pareja no es para relatar con lujo de detalles lo que hace cada uno para provocar al otro. Sirve para atravesar esa barrera de enojos y reproches y detectar los mecanismos que subyacen.
  5. El compromiso para trabajar en el espacio terapéutico y fuera de él es fundamental. Todo lo que surge en el afuera o dentro de la terapia puede ser motivo para la reflexión y el cambio.
  6. La terapia vincular debe incluir la vida sexual y cómo actúan sobre ella los conflictos. En muchos casos, la sexualidad de la pareja pierde fuerza y los cuerpos se distancian cada vez más; en otros casos, los conflictos esperan la fogosidad del sexo para apagarse (recurso paradójico) reiniciando luego la escalada hasta un nuevo acercamiento sexual.
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