(Dennis Thompson - HealthDay News) - Las sustancias químicas que se encuentran en los productos domésticos comunes podrían dañar el cableado del cerebro, advierte un estudio reciente.
Estas sustancias químicas, que se encuentran en desinfectantes, limpiadores, productos para el cabello, muebles y textiles, podrían vincularse con enfermedades cerebrales degenerativas como la esclerosis múltiple y el autismo, informan los investigadores.
Las sustancias químicas afectan específicamente a los oligodendrocitos del cerebro, un tipo especializado de célula que genera el aislamiento protector que se encuentra alrededor de las células nerviosas, dijeron los investigadores.
“La pérdida de oligodendrocitos subyace a la esclerosis múltiple y a otras enfermedades neurológicas”, señaló el investigador principal Paul Tesar, director del Instituto de Ciencias Gliales de la Universidad Case Western Reserve, en Cleveland.
Por ejemplo, la esclerosis múltiple se produce debido a una descomposición de la mielina, la vaina protectora que rodea las células nerviosas.
“Ahora mostramos que unas sustancias químicas específicas de los productos de consumo pueden dañar directamente a los oligodendrocitos, lo que representa un factor de riesgo de enfermedad neurológica que antes no se reconocía”, añadió Tesar en un comunicado de prensa de la universidad.
En el estudio, Tesar y sus colaboradores analizaron el efecto de más de 1,800 sustancias químicas en estas células cerebrales.
Identificaron dos clases de sustancias químicas que dañan los oligodendrocitos: los retardantes de llama organofosforados y los compuestos de amonio cuaternario.
Los compuestos de amonio cuaternario están presentes en muchos productos de cuidado personal y desinfectantes, mientras que los retardantes de llama organofosforados se encuentran en muchos aparatos electrónicos y muebles, señalaron los investigadores.
Las pruebas de laboratorio mostraron que los productos de amonio cuaternario causan la muerte de los oligodendrocitos, mientras que los retardantes de llama impiden la maduración de estas células cerebrales.
Estas clases de sustancias químicas también dañaron a los oligodendrocitos en los cerebros en desarrollo de ratones de laboratorio, encontraron los investigadores. El nuevo estudio aparece en la edición del 25 de marzo de la revista Nature Neuroscience.
“Encontramos que los oligodendrocitos, pero no otras células cerebrales, son sorprendentemente vulnerables a los compuestos de amonio cuaternario y a los retardantes de llama organofosforados”, señaló la investigadora principal, Erin Cohn, estudiante de posgrado del Programa de Formación de Científicos Médicos de la Universidad Case Western Reserve. “Comprender la exposición humana a estas sustancias químicas puede ayudar a explicar un eslabón perdido en la forma en que surgen algunas enfermedades neurológicas”.
Estos resultados son preocupantes porque los desinfectantes que contienen compuestos de amonio cuaternario se volvieron más omnipresentes durante la pandemia, ya que son muy efectivos para matar los virus, anotaron los investigadores.
Sin embargo, los investigadores añadieron que se necesita más investigación para establecer un vínculo causal estrecho entre las sustancias químicas y las enfermedades cerebrales degenerativas en los humanos.
"Nuestros hallazgos sugieren que es necesario un escrutinio más exhaustivo de los impactos de estas sustancias químicas domésticas comunes en la salud del cerebro", dijo Tesar. "Esperamos que nuestro trabajo contribuya a tomar decisiones informadas con respecto a las medidas regulatorias o las intervenciones conductuales para minimizar la exposición a sustancias químicas y proteger la salud humana".
Más información: El Consejo Americano de Química ofrece más información sobre los compuestos de amonio cuaternario.
FUENTE: Universidad Case Western Reserve, comunicado de prensa, 26 de marzo de 2024