La Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirma que “1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos” tienen síndrome de Down. Esta condición ocurre cuando un individuo tiene una copia adicional total o parcial del cromosoma 21. Este material genético adicional altera el curso del desarrollo y causa las características asociadas con el síndrome de Down.
Afortunadamente, la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down ha aumentado drásticamente en las últimas décadas: de 25 años en 1983 a 60 años en la actualidad, dice la Sociedad Nacional de Síndrome de Down de EEUU (NDSS).
“Las personas con síndrome de Down asisten a la escuela, trabajan, participan en decisiones, tienen relaciones significativas, votan y contribuyen a la sociedad de muchas maneras maravillosas. Todas las personas con síndrome de Down experimentan retrasos cognitivos, pero el efecto suele ser de leve a moderado y no es indicativo de las muchas fortalezas y talentos que posee cada individuo”, afirma la entidad.
Por eso, destacan que los programas educativos de calidad, un ambiente hogareño estimulante, una buena atención médica y el apoyo positivo de la familia, los amigos y la comunidad permiten a las personas con síndrome de Down llevar una vida plena y productiva.
Por eso, el lema del Día Mundial del síndrome de Down de 2024 es: “Acabar con los estereotipos” y también con los múltiples mitos acerca de esta condición.
“Nuestros estereotipos sobre las personas con síndrome de Down pueden llevarnos a subestimarlas, excluirlas, discriminarlas y limitarlas. Eliminando esas barreras podremos tratarlos como realmente son y así darles más oportunidades en el colegio, centros de trabajo y actividades sociales”, dice ASDRA, la Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina.
Cabe mencionar que los derechos de las personas con síndrome de Down están enunciados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y, en el caso de menores de 18 años, en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.
Mitos sobre el síndrome de Down
La Sociedad Nacional de Síndrome de Down de EEUU enumera los siguientes como los más frecuentes:
1. El síndrome de Down es hereditario.
Falso: La mayoría de las veces, este síndrome se manifiesta de forma fortuita y casual. Sólo existe una circunstancia en la cual el síndrome de Down viene dado por herencia de uno de los progenitores, es en la llamada translocación, y corresponde aproximadamente al 1% de todos los casos.
2. La mayoría de los niños con síndrome de Down nacen de padres mayores.
Falso: nacen de mujeres menores de 35 años simplemente porque las más jóvenes tienen más hijos. Sin embargo, la probabilidad de tener un hijo con síndrome de Down aumenta con la edad de la madre, especialmente después de los 35 años.
3. Poseen unos rasgos físicos característicos desde el nacimiento.
Verdadero: es cierto que existe un fenotipo síndrome de Down que hace que los que manifiestan este síndrome posean una serie de rasgos característicos. Sin embargo, ninguno de ellos los posee a todos. De hecho, existen casos en los que se da el síndrome de Down en ausencia de los rasgos más habituales.
4. Tienen una discapacidad cognitiva grave.
Falso: La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen una discapacidad cognitiva o intelectual de leve a moderada. Esto no es indicativo de las fortalezas y talentos que posee cada persona.
5. Tienen mayor riesgo de enfermedades
Verdad: Las personas con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de padecer ciertas afecciones médicas, como defectos cardíacos congénitos, problemas respiratorios, auditivos y afecciones de la tiroides. Los avances en la atención médica y el tratamiento de estas afecciones han permitido que la mayoría de las personas con síndrome de Down lleven una vida saludable.
6. No pueden ser miembros activos de su comunidad.
Falso: Las personas con síndrome de Down participan activamente en actividades educativas, sociales y recreativas y hacen contribuciones significativas a la sociedad. Están incluidos en el sistema educativo típico y participan en deportes, música, programas artísticos y cualquier otra actividad en la comunidad.
7. Siempre están felices.
Falso: Las personas con síndrome de Down tienen sentimientos como cualquier otra persona. Experimentan toda la gama de emociones. Responden a expresiones positivas de amistad y se sienten heridos y molestos por un comportamiento desconsiderado. Es importante valorar sus emociones y pensamientos y apoyar su autonomía e independencia.
8. Los adultos con síndrome de Down son iguales que los niños con este síndrome.
Falso: Los adultos con síndrome de Down no son niños y no deben ser considerados niños. Disfrutan de las actividades y el compañerismo con otros adultos y tienen necesidades y sentimientos similares a los de sus compañeros.
9. Los adultos con síndrome de Down no pueden formar pareja ni casarse.
Falso: Las personas con síndrome de Down socializan y tienen amistades significativas. Algunos optan por tener citas, mantener relaciones continuas y casarse.
10. Los adultos con síndrome de Down no son empleables.
Falso: Las empresas emplean a adultos con síndrome de Down para una variedad de puestos: en bancos, corporaciones, hoteles, hospitales, residencias de ancianos, oficinas y restaurantes. Trabajan en la industria de la música y el entretenimiento, en puestos administrativos, en el cuidado de niños, en el campo deportivo y en la industria informática, por nombrar algunos. Como cualquier otra persona, las personas con síndrome de Down quieren tener un trabajo en el que se valore su trabajo.