El Club Atlético Estudiantes de La Plata dio a conocer el diagnóstico del jugador Javier Altamirano, quien este domingo fue trasladado en ambulancia tras sufrir una convulsión en un partido ante Boca Juniors. Por el cuadro del joven de 24 años, decidieron suspender la contienda deportiva.
“Luego de los estudios realizados en el día de hoy, se determinó que la causa de la convulsión sufrida por el jugador fue una trombosis del seno longitudinal superior (cerebro). Se encuentra estable, con la medicación adecuada y a la espera de otros estudios. Permanecerá internado para control evolutivo”, informaron desde la institución platense en redes sociales.
Previamente, Estudiantes había informado que el mediocampista fue trasladado desde el Instituto Médico Platense, ubicado a pocos metros de la cancha del Pincha, hacia el Hospital Italiano donde se le realizó un estudio complementario.
En diálogo con Infobae, el neurocirujano Matías Baldoncini (MN 135985), quien se desempeña en el Sanatorio Mater Dei, explicó: “La trombosis del seno longitudinal superior es un trastorno poco común pero potencialmente grave que implica la formación de un coágulo sanguíneo en un seno venoso cerebral. Específicamente en el seno longitudinal superior, que es un confluente de sangre venosa importante en el cerebro responsable de drenar la sangre de gran parte del cerebro hacia el sistema venoso”.
En ese sentido, Alejandro Andersson, médico neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó: “Es una especie de accidente cerebrovascular, pero que no compromete la parte arterial, sino que compromete la parte este venosa”. Dicho de otro modo, el jugador padeció una suerte de accidente cerebrovascular, debido a que un coágulo de sangre obstruyó una vena importante del cerebro impidiendo el correcto drenaje de la sangre.
“Los senos venosos son canales de sangre venosa que drenan toda la sangre del cerebro y de la médula espinal, dirigiéndola hacia las venas yugulares. Es decir, toda la sangre que entra al cerebro, ya sea por las arterias carótidas o vertebrales, a razón de un litro por minuto, debe salir. Después de haber nutrido y oxigenado las neuronas, esta sangre sale por los senos venosos, que finalmente confluyen en las venas yugulares y retornan al corazón. Existen varios senos venosos, pero el seno longitudinal superior es uno importante y grueso que transcurre pegado al cráneo por la línea media de nuestra cabeza, desde la parte frontal hasta la occipital”, profundizó Andersson.
Según el neurólogo, “estamos frente a un trombo, un coágulo que obstruye este seno, impidiendo el flujo sanguíneo venoso. El seno longitudinal superior, un gran vaso sanguíneo venoso situado en la parte superior del cerebro bajo el cráneo, es responsable de drenar la sangre del cerebro hacia el sistema venoso para que salga de la cabeza. Cuando se obstruye, genera graves problemas”.
¿Cuáles son las causas de este cuadro? “Las causas de la trombosis del seno longitudinal superior pueden ser diversas: factores de riesgo procoagulantes (que genera coágulos), como trastornos de la coagulación sanguínea, o la trombofilia hereditaria o adquirida; lesiones por traumatismos en la cabeza o el cuello que pueden dañar las venas cerebrales; infecciones, especialmente infecciones craneales como la meningitis, sinusitis o abscesos cerebrales; y en mujeres aumenta el riesgo el uso de anticonceptivos orales embarazo y puerperio, que pueden aumentar la predisposición a la formación de coágulos sanguíneos”, enumeró Baldoncini.
Y sumó: “Los síntomas de la trombosis del seno longitudinal superior pueden variar según la extensión del bloqueo del flujo sanguíneo. Algunos síntomas comunes incluyen dolor de cabeza intenso, visión borrosa, convulsiones, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, dificultad para hablar y problemas de coordinación”.
Mientras que Andersson aportó: “Las causas pueden ser variadas: trastornos de coagulación como la trombofilia, infecciones como sinusitis, otitis o infecciones odontológicas que pueden trasladarse y generar un problema en el seno longitudinal superior, golpes en la cabeza que dañan los vasos sanguíneos, algunas cirugías craneales o neurocirugías, así como ciertos tipos de anticonceptivos, embarazo y postparto”.
Hugo Valderrama, neurólogo y máster en neurociencias, agregó en conversación con Infobae: “Esto se trata de la obstrucción de uno de los espacios por la cual el cerebro drena sangre a las venas, debido a un coágulo sanguíneo (trombo) que se desarrolla en su interior. La falta de circulación sanguínea ocasiona una disminución de oxígeno y la glucosa a las células del cerebro. Se puede presentar con una gran variedad de síntomas, y las convulsiones están entre los más frecuentes, así como el dolor de cabeza”.
“Debido a la gran variedad de síntomas y causas, la trombosis de los senos es un desafío diagnóstico. Ante la mínima sospecha se debe realizar una imagen del cerebro por resonancia magnética, la cual muestra la trombosis. Es poco frecuente: uno de cada 10 mil adultos jóvenes pueden presentar algún tipo de trombosis y, a su vez, es menos frecuente en hombres que en mujeres”, postuló Valderrama.
A su turno, Santiago Tizio, jefe del área de Neurología del Hospital Español de La Plata, señaló que en estos casos “se forma un coágulo dentro de los senos venosos, equivalentes a las venas en el resto del cuerpo, que permite el drenaje de la sangre desde el encéfalo hacia el corazón. Estos senos, posteriormente, drenan en las venas yugulares ubicadas en el cuello y llevan la sangre al corazón. Dicha trombosis impide el drenaje de la sangre de ciertos sectores del cerebro, provocando edema, hemorragias, infartos y, principalmente en el seno longitudinal superior, hidrocefalia”.
“Dependiendo de la extensión del coágulo y de las consecuencias a nivel del parénquima cerebral, se manifiestan clínicamente de formas variadas, desde cefalea y convulsiones, hasta alteraciones del estado mental, confusión o un síndrome de hipertensión endocraneana, sumando las complicaciones si hay sangrado o infarto. Se evalúa el estado del paciente y, si no presenta hemorragias significativas, el tratamiento estándar es la anticoagulación, iniciada en la fase aguda y mantenida por 3 a 6 meses para prevenir la propagación del trombo, promover su reabsorción y evitar otras trombosis”, le dijo Tizio a Infobae.
“A largo plazo, se individualiza el tratamiento según la presencia de factores procoagulantes; si se detecta alguna condición transitoria que provocó la trombosis, la anticoagulación se mantiene por 3 a 6 meses, sino por 6 a 12 meses. Durante el tratamiento con la anticoagulación el jugador se va a tener que mantener afuera de las canchas, porque estando anticoagulado cualquier golpe le puede generar una hemorragia, sobre todo una hemorragia cerebral, y eso le compromete la vida”, detalló Tizio.
Cabe recordar que el cotejo entre Estudiantes y Boca fue suspendido poco después de que Altamirano cayera al suelo. “El jugador Javier Altamirano sufrió un episodio convulsivo. Se encuentra en internación bajo observación y para complementar estudios. Se realizó TAC, la que resultó sin imágenes patológicas evidentes. Se encuentra estable. Por esta situación, el partido, detenido a los 27 minutos del primer tiempo, fue suspendido por las autoridades arbitrales”, habían indicado desde Estudiantes en aquel entonces.
El doctor Conrado Estol, especialista en neurología, apuntó ante la consulta de Infobae: “Esto es algo excepcional en un hombre joven como Altamirano y sin síntomas previos. Produce cefalea, dolor de cabeza por el aumento de presión craneal, algo que después puede terminar en una convulsión o incluso en hemorragia cerebral. Para destapar ese bloqueo hay que usar un licuante de sangre, un anticoagulante y lo fundamental, lo más importante de todo, hacer el diagnóstico de por qué se tapó una vena en cualquier persona, especialmente en un hombre joven y sano como él. Hay que ver si tiene alguna causa genética que favorece la coagulación o el exceso de coagulación. Esa es la pregunta clave: ¿por qué se tapó?”.
El Pincha informó que el deportista chileno de 24 años permanecerá internado para control evolutivo. “El tratamiento de la trombosis del seno longitudinal superior generalmente implica una combinación de medidas para disolver el coágulo y prevenir la formación de nuevos coágulos, así como para tratar cualquier causa subyacente”, planteó Baldoncini.
Por supuesto, resta saber la evolución de Altamirano y, además, hay que tener en cuenta que cada caso puede ser diferente. De todos modos, el neurocirujano explicó que, por lo general, en los tratamientos se aplican las siguientes medidas: “Anticoagulantes para prevenir la formación de nuevos coágulos y permitir que el cuerpo disuelva el coágulo existente; terapia con trombolíticos, que son medicamentos que ayudan a disolver los coágulos sanguíneos; tratamiento de las causas subyacentes, como el tratamiento de infecciones o la gestión de factores de riesgo procoagulantes; En casos graves, pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas con terapias endovasculares para eliminar el coágulo o restaurar el flujo sanguíneo en el seno venoso afectado”.
Durante el partido en la cancha de Estudiantes, una vez que la ambulancia ingresó al campo de juego para socorrerlo, el jugador de 24 años fue trasladado al Instituto Médico Platense. Allí se le practicaron los primeros estudios, que derivaron en un posterior parte médico luego de la declaración del médico del equipo, Hugo Montenegro.
“Fue una convulsión. Ingresó, se le hicieron todos los estudios, laboratorio, una tomografía que dio bien, se descartaron cosas tumorales; de ahora en más quedó en observación”, fue lo que dijo el profesional de la salud en diálogo con los medios.