La endometriosis es una afección a menudo dolorosa por la cual un tejido similar al que recubre el interior del útero -llamado endometrio- crece fuera de este órgano. Con frecuencia afecta a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. Y si bien es poco frecuente, este crecimiento también puede darse más allá de la zona de los órganos pélvicos.
Mes a mes, el tejido endometrial se comporta como lo haría el que recubre el interior del útero: se engrosa, se separa y genera un sangrado en cada ciclo menstrual. El problema es que crece en lugares donde no debería y no se va del cuerpo.
La enfermedad afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva, y si bien su prevalencia es más alta entre los 30 y los 40 años, puede afectar en cualquier momento de la vida reproductiva, es decir, mientras estén presentes los ciclos menstruales.
“Hay muchas teorías que intentan explicar la causa de esta patología; una de las que tiene más peso es la llamada ‘teoría de Sampson’, según la que parte del tejido menstrual, en vez de fluir hacia el exterior como es habitual, migra hacia atrás por las trompas de Falopio y se deposita sobre los órganos pélvicos”: en el Día Mundial de la Endometriosis, así comenzó a explicar a Infobae el médico especialista en ginecología, jefe de división Ginecología del Hospital de Clínicas y miembro de la comisión directiva de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (Sogiba), Javier Ortiz (MN 67.370). Es que, este sería uno de los motivos que llevarían a algunas mujeres a desarrollar esta condición.
Esta teoría es la que mejor explica la gran mayoría de los casos, ya que el 90% de las mujeres presentan menstruación retrógrada, “pero de éstas, sólo el 10% desarrolla endometriosis. Se cree que es porque estaría afectado el sistema inmunitario, y esto hace que el sistema de defensa y el sistema de limpieza que tendría que tener estas pacientes para que no se implanten las células endometriales, estaría alterado y por eso se desarrolla la endometriosis a nivel de las estructuras pelvianas”, ahondó el especialista, que también es profesor regular de Ginecología en la Facultad de Medicina de la UBA.
La alteración de la microbiota, la causa menos pensada de endometriosis
A la hora de analizar otros factores que predisponen a las mujeres a desarrollar esta patología, la médica especialista en medicina reproductiva, miembro de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer) y miembro del staff de Ginecología y Obstetricia de Halitus Instituto Médico, Eugenia Baum (MN 162.080) precisó que “la microbiota interviene y regula distintas funciones fisiológicas y puede vincularse con la aparición y evolución de enfermedades inflamatorias y autoinmunes, como lo es la endometriosis”.
“La microbiota que abarca la mayor cantidad de microorganismos y la que mejor conocemos es la intestinal; su funcionamiento adecuado o no, será reflejo de lo que pueda estar sucediendo en el resto de las microbiotas del cuerpo -ahondó-. Cuando la mujer presenta mal funcionamiento intestinal, la microbiota está empobrecida, se produce una alteración en la activación del estrógeno que genera cambios hormonales asimismo una microbiota en disbiosis o desequilibrio contribuye a aumentar algo que se conoce como síndrome inflamatorio”.
Y tras señalar que “la inflamación es la forma que tiene el cuerpo de protegerse”, la especialista destacó que “la dificultad radica cuando ese sistema inflamatorio queda latente, activo y perpetuado en el tiempo y se vuelve crónico aun siendo de bajo grado. Esto conduce a un aceleramiento en el envejecimiento celular que a nivel reproductivo femenino podemos ver su impacto en la microbiota genital que repercute en la reserva ovárica, calidad embrionaria, implantación y desarrollo de un embarazo saludable: inflammaging es el término que utilizamos para este proceso”.
Es por eso que, en su mirada, “hoy día ya nadie duda, y casi todos los especialistas adhieren a la idea de que la salud reproductiva de una persona está íntimamente relacionada con la salud de su intestino y cómo la microbiota tiene un rol fundamental en la salud”.
¿Cómo saber si una mujer tiene endometriosis?
Si bien Ortiz destacó que “hay mujeres que cursan la endometriosis de manera asintomática” o bien llegan al diagnóstico luego de que “se les detecta un quiste en un ovario, llamado endometrioma, desarrollado por la endometriosis”, lo cierto es que existen una serie de síntomas ante los que se debe consultar el médico.
Estos son “dolor pelviano, que puede ser cíclico o no, trastornos en la fertilidad, fatiga, dolor en las menstruaciones, dolor durante la relación sexual, trastornos intestinales y en la defecación, molestias en la micción”. “Es importante que ante la presencia de uno o más de estos síntomas la paciente consulte a su médico de cabecera para que la oriente para acceder al diagnóstico lo más temprano que se pueda”, aconsejó el experto. Quien remarcó, además, que “cuando se hacen los diagnósticos en forma tardía, lamentablemente, lo que está ocurriendo es que la enfermedad progresa, y esto afecta la calidad de vida de las pacientes, lo cual repercute directamente en su salud física mental y emocional”.
De allí que, en su mirada, “lo ideal es consultar para establecer el diagnóstico lo más rápidamente posible e instaurar la terapéutica”.
Cómo se llega al diagnóstico
“Para establecer el diagnóstico obviamente es fundamental una correcta anamnesis (NdeR: preguntas específicas para un diagnóstico) para evaluar toda la sintomatología y luego realizar correctamente el examen ginecológico para ver una serie de datos que puede dar el mismo”, explicó Ortiz en este punto. Luego, “el diagnóstico se establece a través de la visualización directa de estas lesiones a nivel pelviano y con la visión directa, en lo posible por vía laparoscópica, y el ideal es la certificación histológica con la biopsia anatomopatológica”, explicó el especialista.
Una vez definida la enfermedad, “quirúrgicamente hay que erradicar estas lesiones, si la mujer tiene un quiste endometriosico hacer la quistectomía, y después, el tratamiento consiste en evitar las recidiva, con tratamientos hormonales acordes a las necesidades de cada caso e indicar diferentes tipos de analgésicos para que la paciente tenga mejor calidad de vida”.
Asimismo, “en aquellas pacientes que tienen trastornos en la fertilidad y están buscando embarazo hay ciertos recursos terapéuticos a los que se puede recurrir con una alta tasa de éxito en lograr la gestación”, agregó.
En este sentido, Baum sumó: “Las pacientes con endometriosis presentan ese estado inflamatorio particular de la enfermedad, por lo que parte de su abordaje debería contemplar el estado de salud de su microbiota, lo que podría de esta manera contribuir a mejorar sustancialmente la sintomatología física y psíquica”.
Y subrayó que, si bien “las causas que originan la endometriosis son diversas y no concluyentes, muchos estudios recientes discuten la relación favorable con la alimentación antiinflamatoria y suplementación personalizada en este grupo de mujeres. Como así también manejo del estrés, ejercicio físico y descanso adecuado”.