La obesidad es una enfermedad muchas veces estigmatizada porque existe la creencia según la cual la responsabilidad de padecerla es de la propia persona que la sufre. Nada más alejado de la realidad, se trata de un mal crónico y progresivo producido por un desequilibrio energético entre las calorías ingeridas mediante la alimentación y las consumidas cada día.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. La entidad internacional también señala que, “desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. En 2016, más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos”. Esto implica que, “en 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas”. Esto es producto de cambios en el estilo de vida de las personas.
En Argentina, se estima que 1 de cada 4 personas tiene obesidad, y es el tercer país en toda la región con la mayor tasa de incidencia, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que elabora el Ministerio de Salud de la Nación. En 2021, la obesidad fue responsable de 2,8 millones de muertes por enfermedades no transmisibles en el continente, con más de un 60% de la población adulta de la región con sobrepeso u obesidad.
Bajo el lema “Elijo Querer”, y en el marco del Día Mundial de la Obesidad que se celebra hoy, se lanzó una campaña cuyo eje es generar conciencia acerca de que todas las personas, desde el lugar que tengan, pueden elegir colaborar para cambiar el futuro de este problema de salud pública porque padecer esta condición no está vinculado con la responsabilidad individual de quienes viven con ella, sino que es una enfermedad compleja y multifactorial que requiere un abordaje colectivo de toda la sociedad.
“Elijo Querer” es una nueva campaña de Novo Nordisk con apoyo de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) que se propone transformar la percepción que tienen las personas sobre la obesidad, desmitificando creencias como la que indica que abordar este problema es una cuestión de decisión personal, ya que por el contrario es una cuestión del conjunto de la sociedad, que debe llevar adelante acciones para fomentar una vida más saludable. La campaña también busca concientizar sobre la obesidad como una enfermedad crónica y una cuestión de salud pública, y sobre la importancia de acudir a un profesional médico para abordar esta problemática.
“El desafío es informar a la población que la obesidad es un problema de salud y no una mera cuestión estética individual, o producto de la falta de voluntad. También es importante que los profesionales de la salud se actualicen sobre el manejo de esta problemática y puedan generar derivaciones al especialista. Además, que sepan elegir las palabras adecuadas para referir a una persona con obesidad, sin una mirada estigmatizante”, señaló la doctora Virginia Busnelli, médica Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad.
Los mensajes derivados de la campaña “Elijo Querer” destinados a la concientización sobre la enfermedad y las acciones que se pueden llevar adelante para abordarla, desde distintas perspectivas, se publicarán durante marzo en las redes sociales de “La Salud es el Modelo”, la plataforma de Novo Nordisk para difundir información e iniciativas contra la obesidad. A su vez, también estarán disponibles en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires anuncios en la vía pública con el mismo fin.
La obesidad afecta aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la vida de quienes la sufren, y es uno de los principales factores de riesgo para otros males no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes mellitus tipo 2, entre otras, según señala la OMS.
“Alrededor del 80% de las personas con diabetes tienen grasa acumulada en el abdomen, que es una de las causas principales de la diabetes. A mayor cantidad de grasa acumulada alrededor de los órganos, aparecen complicaciones donde las más frecuentes son las cardiovasculares o renales y otras como las apneas del sueño, el hígado graso, trombosis, depresión, algunos tipos de cáncer y dolor lumbar crónico o artrosis, entre otros”, explicó la doctora Florencia Aranguren, Diabetóloga y Directora de la Diplomatura en Riesgo Cardiometabólico y Renal en Diabetes de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
Por su parte, la doctora Juliana Mociulsky, médica endocrinóloga y Coordinadora del Comité de Obesidad y Diabetes de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) remarcó que “el factor anímico de las personas que viven con obesidad es fundamental. Los especialistas tenemos que conocer la real motivación de cada persona y hacer un diagnóstico certero de aspectos metabólicos y de la conducta alimentaria para poder establecer una estrategia basada en las dificultades de cada paciente y que estas puedan ser tomadas como oportunidades de mejora de hábitos y de la relación con la comida que van más allá de un plan de alimentación saludable”.
Los especialistas coinciden en que el entorno de una persona con obesidad es uno de los principales determinantes para que viva con ella en algún momento de su vida. Su alimentación, situación económica, entorno habitacional, hábitos de vida, entre otros, juegan un papel crucial para producir este desequilibrio energético. Es por ello que, para responder a este problema de salud, es necesario un abordaje en conjunto con múltiples actores, y el aporte de todas las personas es crucial para llevarlo adelante.
“Cuando un integrante de la familia tiene problemas de obesidad y desea implementar un cambio es fundamental que el entorno acompañe, especialmente si se trata de un niño. Es importante trabajar en equipo con la familia y optimizar el entorno, para que facilite la toma de decisiones y allane el camino hacia una elección saludable; una persona que vive con obesidad necesita que el entorno lo ayude a construir un espacio más seguro, con alimentos saludables no sólo para sí, sino para todos”, remarcó la doctora Paola Harwicz, médica Especialista en Cardiología y Nutrición y Magíster en Diabetes.
La obesidad requiere ser abordada bajo una mirada personalizada e integral, teniendo en cuenta las posibilidades y necesidades particulares de cada persona, y bajo el seguimiento de un profesional de la salud. La clave está en el desarrollo de un estilo de vida saludable, que incluye una alimentación balanceada y actividad física adecuada, y en algunas ocasiones alternativas terapéuticas con eficacia y seguridad demostradas, que pueden ayudar a reducir los niveles de grasa corporal.
“Esta problemática debe ser abordada por un equipo transdisciplinario que incluya a psicólogos y psiquiatras, porque hay personas con obesidad que sufrieron años de frustración por no lograr sus metas. El abordaje debe hacerse con respeto, y ser amoroso con el estilo de vida”, explicó Aranguren.