Días atrás, la cantante mexicana Thalía reveló a través de un video subido a la red social TikTok, que padece disgeusia, una afección que se caracteriza por presentar una sensación de dolor e, incluso, un fuerte ardor en la boca.
“Estoy traumada, me acaban de confirmar que tengo disgeusia. Es una alteración del gusto con un sabor constante a sal, a metal 24x7 y no puedo dejar de sentirlo”, manifestó la artista.
La cantante destacó que los síntomas comenzaron a finales de 2023, pero pensó era algo temporal. Después de persistir el molesto sabor, acudió a una revisión médica para conocer lo que le sucedía. Y no reveló nada hasta tener la confirmación médica.
¿Qué es la disgeusia?
¿Pero qué es la disgeusia y cómo se trata? Según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de los Estados Unidos, la disgeusia es “un trastorno en el que hay un mal sabor persistente en la boca. Dicho sabor puede ser salado, rancio o metálico. La afección a veces está acompañada del síndrome de la boca ardiente, que se caracteriza por presentar una sensación de dolor y ardor en la boca”.
Esta afección no debe confundirse con la hipogeusia, que es otro trastorno que se presenta cuando las personas reducen su capacidad gustativa; ni tampoco con la ageusia, cuando una persona pierde el gusto por completo.
Esta condición de disgeusia puede ser atribuida a cambios fisiológicos del organismo, enfermedades o infecciones orales, problemas dentales, uso de ciertos medicamentos, deficiencias nutricionales, exposición a sustancias químicas, y condiciones médicas como diabetes, enfermedades renales, tratamientos contra el cáncer, cirugías en el oído, nariz o garganta, lesiones en la cabeza o trastornos neurológicos.
“De las pocas cosas que me ayudan es tomar agua con limón, es tomar cosas como vinagre. Es comer cosas con mucha sal. Pero es raro porque el olfato está perfecto. O sea, puedo oler todo, cuando como todo me sabe, pero después de que dejé de comer tengo este sabor constante en la boca todo el tiempo″, manifestó Thalía a sus fans.
¿Qué causa la disgeusia?
Una de las causas puede ser la ingesta de ciertos fármacos, ya que algunos medicamentos, en tratamientos prolongados, podrían cambiar el sentido del gusto.
Algunas otras personas que podrían padecer disgeusia son las personas no diagnosticadas con diabetes tipo 2, quienes podrían sufrir una disminución de la percepción de lo dulce o una intensificación de sabores agrios.
Otras personas que podrían sufrir disgeusia son aquellos que presentan deficiencias de zinc y sequedad de boca; algunos otros cambios que podrían alterar el sentido del gusto es el propio envejecimiento e, incluso, la menopausia.
Teniendo en cuenta que incide en la alimentación, la disgeusia puede afectar negativamente a la calidad de vida de aquellas personas que la padecen.
El sentido del gusto juega un papel importante tanto en la selección, como en el posterior disfrute de los alimentos; por ello, experimentar sabores desagradables o notar como se reduce la intensidad de la percepción del gusto, puede derivar en dificultades para comer o disfrutar de las comidas y, por tanto, en síntomas como la pérdida de peso y desnutrición.
Y es que, esta alteración del gusto puede influir en la selección que las personas hacen de los alimentos. Así, puede desarrollarse una tendencia a elegir aquellos que sean más salados, dulces o condimentados, con el fin de compensar la falta de sabor e intentar llegar a niveles experimentados con anterioridad. En el caso de que se repita frecuentemente esta elección de opciones menos saludables, las personas con disgeusia pueden caer en dietas desequilibradas.
Acerca del tratamiento y la cura para la disgeusia, dependerá totalmente de lo que esté causando la afección del gusto. En la actualidad existen tratamientos efectivos para aliviarla. Son fármacos compuestos por una fruta de una planta originaria de África denominada Synsepalum dulcificum. Esta contiene en su interior Miraculina, una glicoproteína con propiedades modificadoras del gusto compuesta por 191 aminoácidos y 5 oligosacáridos.
Sin embargo, algunas personas han llegado a recuperar el sentido del gusto sin ningún tratamiento.
¿Cómo funciona el sentido del gusto?
El sentido del gusto comienza con unas pequeñas moléculas que se liberan al masticar, beber o digerir los alimentos. Las moléculas estimulan unas células sensoriales especiales llamadas células gustativas. Las células gustativas se encuentran agrupadas dentro de las papilas gustativas de la lengua, el techo de la boca y a lo largo del revestimiento de la garganta. Muchos de los pequeños bultos al tope de la lengua contienen papilas gustativas. Al nacer, tenemos alrededor de 10.000 papilas gustativas y, después de los 50 años, se puede comenzar a perderlas.
Cuando se estimulan, las células gustativas envían mensajes al cerebro a través de tres nervios especializados del gusto. Allí, se identifican los gustos específicos. Las células gustativas tienen receptores que responden al menos a una de las cinco cualidades básicas del gusto: dulce, agrio o ácido, amargo, salado y umami.
El umami es el sabor medio salado del glutamato, que se encuentra en el caldo de pollo, los extractos de carne y algunos quesos. Muchas personas creen equivocadamente que las células gustativas que responden a los diferentes sabores se encuentran en diferentes regiones de la lengua. En los seres humanos, los diferentes tipos de células gustativas se encuentran dispersos por toda la lengua.
La calidad del sabor es sólo una forma de experimentar un alimento determinado. Miles de terminaciones nerviosas, especialmente en las superficies húmedas de los ojos, nariz, boca y garganta, forman parte de otro mecanismo quimiosensorial llamado “el sentido químico común”.
Estas terminaciones nerviosas, por ejemplo, nos dejan sentir la frescura de la menta o el ardor e irritación de los chiles (ajíes). Otros nervios especializados dan las sensaciones de calor, frío y textura.
Cuando comemos, las sensaciones de las cinco cualidades del sabor, junto con las sensaciones del sentido químico común y las sensaciones de calor, frío y textura, se combinan con el aroma de un alimento para producir una percepción del sabor. Es el sabor el que le permite saber si usted se está comiendo una pera o una manzana.
La mayoría de las personas que piensan que tienen un trastorno del gusto en realidad tienen un problema con el olfato. Cuando una persona mastica la comida, ésta suelta aromas que activan el sentido del olfato por medio de un canal especial que conecta el techo de la garganta con la nariz. Si este canal está bloqueado como, por ejemplo, cuando su nariz está congestionada por un resfriado o la gripe, los olores no pueden llegar a las células sensoriales en la nariz que son estimuladas por los olores.
Como resultado, disfrutamos mucho menos del sabor de la comida. Cuando no podemos oler, los alimentos tienden a parecernos desabridos y con poco o ningún sabor.