¿La frecuencia de las erecciones influye en la salud del pene?

Un estudio preclínico del Instituto Karolinska de Suecia hizo una importante revelación en torno de las células del tejido conectivo llamadas fibroblastos que juegan un papel clave en la regulación del flujo sanguíneo y la función eréctil

(HealthDay News) -- ¿Qué la “práctica hace al maestro” también es cierto para la erección masculina? Esa es la sugerencia de un estudio sueco que involucró a ratones machos amorosos.

Descubrió que tener erecciones con regularidad era importante para la función eréctil general de los roedores. La clave parecía estar en las células del tejido conectivo llamadas fibroblastos. Se sabe desde hace mucho tiempo que estas células pueblan el tejido del pene, pero su papel sigue sin estar claro, explicaron investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo.

“Los fibroblastos son las células más abundantes en el pene tanto de los ratones como de los humanos, pero se han descuidado en la investigación”, dijo el autor principal del estudio, Eduardo Guimaraes, investigador del departamento de biología celular y molecular de Karolinska.

Ahora podemos mostrar, usando un método muy preciso llamado optogenética, que tienen un rol muy importante en la regulación del flujo sanguíneo en el pene, que es lo que hace que el pene esté erecto”, comentó en un comunicado de prensa del instituto.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 8 de febrero de la revista Science. Por supuesto, muchos estudios realizados en ratones no se traducen a los humanos. Pero el equipo sueco dijo que, dejando a un lado el tamaño, los penes de los ratones y los de los hombres no son diferentes.

“Los mecanismos básicos de la erección son muy similares en todos los mamíferos en cuanto a anatomía, estructura celular, etc.”, explicó el investigador principal, Christian Göritz. “Sin embargo, hay una diferencia entre los humanos y la mayoría de los mamíferos: tienen un hueso en el pene”, añadió Göritz, investigador principal del departamento de biología celular y molecular de Karolinska.

Esto significa que la regulación efectiva del flujo sanguíneo es probablemente aún más importante para la reproducción humana”. En su investigación, Göritz y Guimaraes descubrieron que los fibroblastos ayudan a estimular las erecciones a medida que absorben el neurotransmisor noradrenalina, que a su vez abre los vasos sanguíneos del pene. Y cuanto más a menudo se ponía erecto un ratón, más fibroblastos inductores de erección se encontraban dentro del tejido de su pene.

“La verdad es que no es tan extraño. Si te esfuerzas mucho, tu cuerpo se adapta. Si corres regularmente, eventualmente será más fácil respirar mientras corres”, explicó Göritz. Por lo tanto, “un aumento en la frecuencia de las erecciones conduce a más fibroblastos que permiten la erección”, dijo.

Lo contrario también parecía ser cierto: “Una frecuencia más baja da como resultado menos de estas células”, dijo Göritz. Sin embargo, hubo algunas malas noticias para los machos que envejecen: los ratones más viejos tendían a tener menos fibroblastos en sus penes y un flujo sanguíneo menos robusto. ¿Podría ocurrir lo mismo con los hombres humanos mayores, que a menudo se enfrentan a problemas de erección? El equipo sueco cree que es posible, y que el “entrenamiento” regular de la erección podría ayudar a prevenirlo, al igual que los entrenamientos en el gimnasio ayudan a mantener la fuerza muscular.

Sin embargo, eso aún no se ha demostrado. “Esto no es algo que hayamos demostrado en nuestro estudio, por lo que es un poco especulativo, pero una interpretación razonable es que se vuelve más fácil si se tienen erecciones regulares”, dijo Göritz. Los investigadores también esperan que sus hallazgos puedan alentar la investigación sobre mejores tratamientos para la disfunción eréctil, que se estima que afecta a entre el 5% y el 20% de todos los hombres.

Más información: Hay más información sobre la disfunción eréctil en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.

FUENTE: Instituto Karolinska, comunicado de prensa, 8 de febrero de 2024

*Ernie Mundell HealthDay Reporter - ©The New York Times