Cuatro recomendaciones de la neurociencia para planificar nuevos hábitos saludables y cumplirlos

En exclusiva para Infobae Ineco brindó una serie de acciones para plantearse cambios en la vida cotidiana y, de ese modo, lograr alcanzar objetivos

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Una de las recomendaciones es fijar metas alcanzables que permitan trabajar en cada una de las mismas de manera adecuada (Getty Images)
Una de las recomendaciones es fijar metas alcanzables que permitan trabajar en cada una de las mismas de manera adecuada (Getty Images)

En los primeros meses del año, las personas suelen planificar nuevos proyectos y objetivos a cumplir, en los que luego se focalizan para poder alcanzarlos. Ejemplos de algunos de ellos podrían ser: disfrutar más tiempo junto con sus seres queridos; llevar adelante un estilo de vida saludable; ejercitarse con mayor frecuencia y no gastar de más.

En ese sentido, al transcurrir el tiempo, se suele convertir en algo desafiante poder convertir esas buenas intenciones en hábitos. Sin embargo, si bien puede parecer una tarea compleja, es importante comprender que es posible lograrlo, dado que los seres humanos poseen habilidades que conservan a lo largo de la vida, como adaptarse y reorganizarse en función de la experiencia.

Esta capacidad con la que cuenta el cerebro es la que se conoce con el concepto de neuroplasticidad.

En los primeros meses del año, las personas suelen planificar nuevos proyectos y objetivos a cumplir, en los que luego se focalizan para poder alcanzarlos (Imagen Ilustrativa Infobae)
En los primeros meses del año, las personas suelen planificar nuevos proyectos y objetivos a cumplir, en los que luego se focalizan para poder alcanzarlos (Imagen Ilustrativa Infobae)

La doctora María Roca, Coordinadora Científica de Fundación INECO y directora de INECO Organizaciones, afirmó que “el cerebro busca aprovechar al máximo los recursos con los que cuenta. Por este motivo, es frecuente que, aunque en muchas ocasiones uno desee conseguir un determinado fin que se plantea, esta situación se vuelva compleja dado que todo cambio involucra un proceso de esfuerzo y desgaste, y significa salir de la zona de confort”.

En línea con ello, la profesional explicó que “diversos estudios que se han realizado acerca del cerebro han afirmado en distintas oportunidades que, por ejemplo, muchas de nuestras decisiones descansan en procesos automáticos y atajos cognitivos, con el objetivo de ahorrar recursos para poder enfrentar la complejidad del mundo que nos rodea. Así es como también, al momento de realizar determinadas actividades, generalmente optamos por repetir aquellas a las cuales ya estamos acostumbrados y solemos ser más resistentes ante los cambios”.

Al enfrentarse a nuevas situaciones, y establecerse propósitos que anteriormente no se tenían, es habitual que en el camino se tenga una sensación de malestar (Imagen ilustrativa Infobae)
Al enfrentarse a nuevas situaciones, y establecerse propósitos que anteriormente no se tenían, es habitual que en el camino se tenga una sensación de malestar (Imagen ilustrativa Infobae)

La doctora Roca compartió una serie de recomendaciones que son de utilidad para plantearse cambios en la vida cotidiana y, de ese modo, alcanzar objetivos y nuevos hábitos.

Al enfrentarse a nuevas situaciones, y establecerse propósitos que anteriormente no se tenían, es habitual que en el camino se tenga una sensación de malestar. No obstante, se debe continuar enfocado en los objetivos que se tienen y no dejar que esa sensación interfiera en ello, intentando disminuir el impacto que puede tener.

Si bien puede ser complejo incorporar nuevos hábitos, cuando una conducta se repite en el tiempo el cerebro logra incorporarla, dado que las personas cuentan innatamente con dicha capacidad. Por lo cual, la repetición y la constancia son factores clave en este proceso.

Un punto importante a tener en cuenta es que cuantos más objetivos se planteen a la vez, más complejo será poder alcanzarlos. Por ese motivo, los cambios que se deseen implementar deben realizarse cada uno a su tiempo, estableciendo parámetros alcanzables. De esa manera, al ir cumpliendo los diferentes propósitos que uno se había planteado, se podrá seguir con otros que resulten más desafiantes.

Aunque es importante ser persistente, también se debe tener la capacidad de ser flexible a partir de lo que sucede en el entorno dado que, si una persona sigue con el mismo propósito intacto sin adaptarlo en función de lo que sucede en el ambiente que la rodea, será difícil que el resultado sea exitoso.

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