De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “en la región de las Américas, el cáncer es la segunda causa más frecuente de morbilidad y mortalidad, después de las enfermedades cardiovasculares, y es una base importante de las desigualdades en salud”. La OPS consigna que el cáncer “puede prevenirse y controlarse implementando estrategias basadas en la evidencia para la prevención, tamizaje y detección temprana del cáncer, el tratamiento y cuidados paliativos”.
En lo que respecta a tratamientos, en el mundo, en los últimos cinco años, se aprobaron 115 moléculas innovadoras, que tienen mecanismos de acción diferentes de los existentes para tratar distintos tipos de cáncer. Además, cada una de ellas fue recibiendo la autorización en distintas indicaciones, lo que multiplica la cantidad de pacientes que pueden beneficiarse de la innovación farmacéutica cuando transitan una enfermedad oncológica.
Estos datos se desprenden del reporte denominado “Tendencias globales de oncología 2023: perspectivas hasta 2027″, del IQVIA Institute for Human Data Science. Los resultados del informe reflejan cómo se transformó el conocimiento sobre el cáncer en las últimas décadas.
La mayoría de los desarrollos recientemente aprobados para el cáncer, según revela el informe de IQVIA, son anticuerpos monoclonales y, en segundo orden, terapias dirigidas orales, además de inmunoterapias, que se posicionan cada vez más en el tratamiento de múltiples tipos de cáncer. En muchos casos, comienzan a indicarse tratamientos combinados con diferentes terapias. La mayoría de los desarrollos de la última década fueron en cáncer de pulmón, de mama y melanoma.
“El ecosistema oncológico global continúa descubriendo, desarrollando y brindando tratamientos novedosos e importantes cuyo objetivo es brindar mejores resultados para un número cada vez mayor de pacientes. A medida que se lanzan más medicamentos contra el cáncer novedosos, el acceso y el uso de esos medicamentos por parte de los pacientes varían ampliamente en todo el mundo”, señala el informe.
En ese sentido, de cara al Día Mundial Contra el Cáncer, que se conmemora el domingo 4 de febrero, la Asociación Argentina de Oncología Clínica, el Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología (GAICO) y la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME) se unieron para concientizar sobre la prevención, detección y tratamiento del cáncer, poniendo en valor el aporte de la investigación e innovación en esta área.
“El punto de partida es la prevención, que consiste en tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo de desarrollar cáncer y eso significa mantener una alimentación y peso saludables, hacer actividad física, tener el calendario de vacunación al día (incluyendo las vacunas para prevenir el HPV y la hepatitis B, dado que ambos virus revisten riesgo oncológico), no fumar, limitar todo lo posible la ingesta de alcohol y cuidarse de la exposición al sol”, sostuvo el doctor Diego Kaen, presidente de la AAOC.
De acuerdo a los últimos registros del Ministerio de Salud de Argentina, “las estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés)” indican que a partir “de los datos producidos por registros de cáncer de base poblacional de nuestro país, en Argentina ocurrieron 130.878 casos nuevos de cáncer en ambos sexos en el año 2020″.
En ese tono, la doctora Susana Baldini, directora médica de CAEME, explicó que, en la actualidad, “existen más casos de cáncer, en parte, porque la expectativa de vida creció, es decir, las personas logran vivir significativamente más años que hace tres o cuatro décadas. Además, existe la detección temprana y muchos tratamientos prolongan y mejoran su calidad de vida, pudiendo, según el tipo de terapia, seguir trabajando y conservando sus rutinas habituales”.
Por su parte, Kaen planteó: “A partir de un entendimiento mucho más profundo sobre los mecanismos involucrados en el desarrollo de cada tipo de cáncer, hoy los profesionales de la salud estamos en mejores condiciones de tipificar el cuadro de cada paciente, inclusive a nivel de la genética de su tumor, para lograr los mejores resultados posibles”.
Según el doctor Luis Fein, presidente de GAICO, “en Argentina, la oncología es un campo importante en la investigación clínica farmacológica, que es una actividad sumamente regulada, que tiene muchos controles tanto desde la parte científica como ética. Los estudios clínicos son aprobados por ANMAT, por Comités de Ética, por los directores de las instituciones de salud y por los investigadores, lo que brinda un entorno de cuidado y protección a los participantes. Los pacientes pueden elegir participar con plena libertad, firmando un consentimiento informado, y todo el proceso se lleva adelante en pleno reconocimiento de sus derechos”.
Bajo estos preceptos, Baldini indicó: “Un relevamiento que llevamos adelante entre CAEME y la Cámara Argentina de Organizaciones de Investigación Clínica (CAOIC) arrojó que, durante 2022, en nuestro país, casi 50 mil personas participaron en estudios clínicos de diversas áreas terapéuticas”.
El futuro del tratamiento del cáncer
En el horizonte próximo, el informe de IQVIA destaca los avances en las terapias de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T) para enfermedades oncohematológicas y para tumores sólidos de difícil tratamiento, como el gástrico o de páncreas.
Por último, y dado el constante hallazgo de nuevos biomarcadores tumorales que permiten el desarrollo de tratamientos específicos, en el informe se indica que se profundizará la medicina personalizada, ya que se ve cada vez más una individualidad característica en los tumores de los diferentes pacientes. En la misma línea, se desarrollarán mejores tecnologías para el análisis de biopsias para identificar biomarcadores, con fines predictivos, terapéuticos y de pronóstico.
A su vez, desde los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), remarcaron el futuro de las vacunas de ARN mensajero: “La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve el ARN mensajero (ARNm), la molécula que transporta las instrucciones de una célula para producir proteínas. Cientos de millones de personas en todo el mundo han recibido vacunas de ARNm que brindan una poderosa protección contra el COVID-19 grave causado por la infección por SARS-CoV-2. Los investigadores han esperado durante mucho tiempo utilizar vacunas de ARNm para un propósito muy diferente: tratar el cáncer. Las vacunas contra el cáncer basadas en ARNm se han probado en pequeños ensayos durante casi una década, con algunos resultados iniciales prometedores”.
En esa línea, desde las organizaciones argentinas mencionadas anteriormente concluyeron: “Es muy esperanzador que siga creciendo la investigación sobre cáncer en el mundo y que cada vez podamos tener mejores herramientas para controlarlo, que son un reflejo del valor de la innovación y desarrollo en ciencia aplicada a la salud”.