La Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), comúnmente conocida como “el mal de los rastrojos”, es una enfermedad viral aguda grave, producida por el virus Junín. El reservorio del virus es el ratón maicero (Calomys musculinus) y se transmite principalmente entre esos roedores. Aún así, el ser humano puede contagiarse de manera accidental a partir del contacto directo con las secreciones y excretas de estos animales.
“Se estima que 5 millones de personas están en riesgo de contraer esta enfermedad. Si bien el período de mayor incidencia suele desarrollarse desde marzo a octubre, pueden aparecer casos durante todo el año, por eso se recomienda la vacunación como la medida de prevención más eficaz”, explicó la Fundación Mundo Sano, mediante un comunicado.
Según un informe del Ministerio de Salud de la Nación, el área endémica de la patología comprende la región de la pampa húmeda de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Santa Fe. “La letalidad de la enfermedad sin tratamiento es de entre el 15 y 30%, y se reduce al 1% cuando se aplica el tratamiento específico (plasma inmune en dosis estandarizadas de anticuerpos neutralizantes) dentro de la primera semana del inicio de los síntomas”, señaló en el mismo documento.
Durante la década de 1950, la FHA representó un desafío para la Argentina y, si bien durante las décadas siguientes se lograron avances significativos para el manejo de la situación sanitaria, fue recién en los ‘90, con la introducción de la vacuna preventiva Candid # 1, que se comenzaron a informar por año solamente de 15 a 50 casos en todo el país, cuando el pico años anteriores llegó a ser de 3.000 contagios.
¿Cómo se produce el contagio?
Se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a personas que residen, trabajan o visitan las áreas rurales o periurbanas. La infección en humanos se produce de la siguientes formas:
-Contacto con secreciones y excretas del roedor a través de escoriaciones de la piel
-Contacto con las mucosas y/o inhalación de partículas que portan el virus
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas iniciales son similares a los del dengue, comienzan con fiebre acompañada de cefalea, dolores musculares y articular, y la posible aparición de sangrados. Es importante evitar automedicarse y consultar con el médico, dijeron desde Mundo Sano.
¿Cómo podemos prevenirla?
La Fundación Mundo Sano hizo las siguientes recomendaciones para evitar el contagio
-Mantener una higiene cuidadosa, principalmente de las manos, y cambio de vestimenta cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
-No introducir tallos, hojas o granos en la boca.
-No acostarse sobre bolsas o en el suelo.
-Comer y dormir en habitaciones limpias.
-Usar calzado cerrado.
-Mantener limpios y desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella, así como también los espacios de juegos de los niños.
¿Existe tratamiento para la enfermedad?
La detección temprana es fundamental porque existe un tratamiento específico eficaz para esta enfermedad, que es la administración de plasma inmune (extraído de personas que han tenido la enfermedad y se han curado), que se debe transfundir dentro de la primera semana desde el inicio de los síntomas, en dosis establecidas de anticuerpos neutralizantes. Su uso en la segunda semana de la enfermedad no demostró eficacia.
¿Cómo se detecta la enfermedad?
En un paper publicado en la revista científica Elsevier, en 2022, expertos de la Fundación para la Investigación en Neuroepidemiología (FINEP), de Junín (Argentina), indicaron que “el diagnóstico temprano y la intervención oportuna definen la evolución clínica y el pronóstico. Se debe prestar atención a pacientes adultos previamente sanos que padecen un ‘síndrome febril agudo inespecífico’ de causa desconocida con menos de una semana de evolución. Se debe realizar diagnóstico diferencial con otras enfermedades infecciosas endémicas, y la enfermedad infecciosa emergente COVID 19, valorando la vigilancia epidemiológica”.
¿Quiénes deben vacunarse?
Mundo Sano informó que hombres y mujeres de entre 15 y 65 años que residan, desarrollen actividades o viajen al área endémica de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa deben recibir la vacuna.
No se recomienda la vacunación a mujeres embarazadas o que estén en períodos de lactancia, personas con déficit inmunitario congénito o adquirido, personas que estén cursando cuadros febriles, afecciones crónicas malignas o descompensadas que puedan afectar la respuesta inmune y personas bajo terapias inmunodepresoras en el momento de la vacunación.