La lepra es una de las enfermedades infecciosas más antiguas. Existe un tratamiento efectivo que mata a la bacteria que causa la infección, cura al paciente y detiene la transmisión. Sin embargo, aún hay personas que tienen lepra y no acceden a la terapia que es gratuita a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lepra. Más de 174.000 personas en el mundo fueron diagnosticadas con la infección causada por la bacteria Mycobacterium leprae o Bacilo de Hansen, durante 2022, según el último reporte anual de la OMS. Dentro de ese total, más de 21.000 residen en América.
Esa cifra de 2022 implicó un aumento del 23,8% de los casos en relación al año anterior. Significa que hay 21 casos de lepra por cada millón de habitantes en el mundo.
En la Argentina, durante el año 2021 se registraron 357 personas en el país en tratamiento por lepra, de los cuales 143 casos eran nuevos, representando una tasa de detección de 0,07 por 10.000 habitantes. Con estos datos se alcanzó la meta de eliminación a nivel nacional (menos de 1 caso por 10 mil habitantes). Sin embargo, aún existen bolsones epidemiológicos en los que esa meta no se alcanza todos los años.
En 2022 hubo 343 pacientes en tratamiento, y el año pasado fueron 322, según informó el Ministerio de Salud de la Nación de Argentina a Infobae.
Este año, el Día Mundial de la enfermedad incluye el lema “Vence a la lepra”. Según la OMS, se busca erradicar el estigma asociado a la lepra y promover la dignidad de las personas afectadas.
Qué factores favorecen la persistencia de la lepra
En diálogo con Infobae, el profesor Magnus Vollset, investigador en historia de la medicina de la Universidad de Bergen, en Noruega, comentó: “Ciento cincuenta años después de que Gerhard Armauer Hansen descubriera el patógeno (la bacteria que causa la enfermedad) en Bergen, Noruega, cada año se diagnostican casi 200.000 nuevos casos en todo el mundo. Casi no hubo reducción de casos nuevos en los últimos 15 años, y hoy alrededor de 4 millones de personas viven con discapacidades causadas por la enfermedad. ¿Por qué es tan difícil deshacerse de la enfermedad?”.
En primer lugar —afirmó Vollset—, “el patógeno es esquivo y tiene un período de incubación extremadamente largo: pueden pasar desde 5 hasta 50 años desde que se produce la infección hasta que dé síntomas. Luego, la enfermedad afecta a personas que viven en lugares con sistemas de salud deficientes y falta de experiencia en diagnóstico temprano. Muchos no saben acerca de la enfermedad, cómo reconocerla o que la Organización Mundial de la Salud distribuye gratuitamente un tratamiento eficaz en todo el mundo”.
Además, para recibir el tratamiento, se necesita acceder al diagnóstico de la lepra. “Para complicar aún más el asunto, abundan los conceptos erróneos sobre la enfermedad. Muchos ocultan su enfermedad por el estigma y el miedo a la discriminación”, subrayó el investigador.
Cómo se adquiere la lepra
Hay que tener en cuenta que “para desarrollar la enfermedad de la lepra, la bacteria no es suficiente. También se necesita un sistema inmunológico reducido con el tiempo, a menudo causado por la pobreza, la desnutrición, la mala vivienda, entre otros factores. Esto significa que la enfermedad afecta principalmente a aquellos que ya se encuentran en situaciones vulnerables, y librar al mundo de la lepra/enfermedad de Hansen es casi tan difícil como erradicar la pobreza”, sostuvo Vollset.
Pero el especialista es optimista. “Unas 16 millones de personas se curan gracias a la terapia con tres fármacos y actualmente se encuentra en ensayo clínico una vacuna candidata. La nueva estrategia de la OMS contra la lepra es prueba de esfuerzos coordinados a nivel mundial, y tengo la más sincera esperanza de que sea erradicada durante mi vida. Estamos en la última milla, pero todo corredor de maratón puede dar fe de que la última milla es la más difícil”, afirmó.
En tanto, el doctor Jorge Tiscornia, especialista en lepra del Hospital Ramos Mejía de la ciudad de Buenos Aires, ex presidente de la Sociedad Argentina de Leprología, y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, contó que para el año 2000 el mundo se había comprometido a erradicar la lepra. Pero eso no sucedió.
En 2005 la OMS había declarado la eliminación de la lepra como un “problema de salud pública” a nivel mundial. Esto se basó en una definición de menos de un caso por cada 10.000 personas a nivel nacional, pero no significó la erradicación total de la enfermedad,
“La realidad muestra que la cadena de transmisión de la lepra sigue vigente, con nuevos casos por año tanto en Argentina y otros países del mundo”, dijo Tiscornia. “El contagio entre personas es la fuente probada, pero también hay micobacterias muy similares que infectan animales salvajes, y todavía no se sabe cuál es su rol en la transmisión de la enfermedad”, advirtió.
La lepra se transmite a través del tracto respiratorio superior, de una persona no tratada a otra, a través del contacto directo y frecuente. Vale aclarar que una persona no se puede enfermar con un simple contacto con alguien que tiene la infección.
“La mayoría de los pacientes de lepra del mundo son diagnosticados y tratados por dermatólogos porque tienen manchas en la piel o entumecimiento en los dedos de manos y pies. Pero la infección puede afectar a los ojos, los riñones, o las articulaciones. Si no se trata a tiempo, puede provocar daño en los nervios, generar pérdida de sensibilidad y parálisis de los músculos de las manos, los pies y la cara”, expresó.
Cómo se promueve el diagnóstico oportuno
Por eso, hay personas que pueden tener la lepra sin registrarla o percibirla. Para favorecer el diagnóstico oportuno, Favio Crudo, médico clínico infectólogo de la Fundación Mundo Sano, contó que “cuando se diagnostica una persona con lepra, se debe hacer un examen exhaustivo de sus convivientes para contribuir a la detección precoz”.
Con colegas, el doctor Crudo participó en acciones de evaluación en pacientes y convivientes en las ciudades de Puerto Iguazú, Comandante Andresito y San Antonio, junto con los profesionales del servicio de infectología del Hospital Público SAMIC Iguazú, en la provincia de Misiones. Evaluaron más de 100 contactos estrechos de personas afectadas por lepra y se detectaron 3 casos positivos.
“Cuando se evalúa a un conviviente, se le puede indicar una quimioprofilaxis con un medicamento para reducir las chances de que esa persona pueda desarrollar una forma de lepra en el futuro”, precisó.
“Si hoy se hace un esfuerzo por detectar los casos de lepra aún no diagnosticados, se corta la cadena de transmisión y hay más diagnósticos oportunos. De esta manera, se podrá estar cada vez más cerca de la meta de eliminar la lepra de Argentina y otros países”, contó.