La depresión es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. El Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión se centra en aumentar la conciencia sobre los problemas de salud mental, promover la comprensión y reducir el estigma asociado con los trastornos mentales.
¿A que se llama depresión? Según la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos (APA por sus siglas en inglés), la depresión es una enfermedad común y grave que afecta negativamente la manera de sentir, pensar y actuar. “La depresión provoca sentimientos de tristeza o pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaba. Puede traer diversos problemas emocionales y físicos, y disminuir la capacidad para funcionar en el trabajo y en el hogar. Por suerte, la depresión tiene tratamientos eficaces, seguros y al alcance de las personas”, dice la asociación.
Cuáles son los síntomas de la depresión
La doctora María Eugenia Rojas (MN 134368), coordinadora de la Unidad de Trastornos Afectivos, Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas José de San Martín, explicó en una nota reciente en Infobae que los síntomas de la depresión pueden variar de una persona a otra, pero comúnmente incluyen:
“Depresión es un término utilizado en el ámbito de la salud mental para describir un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una persistente sensación de tristeza, pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas; cambios en el apetito o peso; dificultades para dormir o dormir en exceso; agitación o letargo; fatiga; sentimientos de inutilidad o culpa; dificultad para concentrarse, y, en casos más graves, pensamientos de muerte o suicidio. La depresión es una condición clínica que afecta la calidad de vida y el funcionamiento diario de una persona”.
Por su parte la APA aclara: “Para que haya un diagnóstico de depresión, los síntomas deben durar al menos dos semanas y deben implicar un cambio en el nivel de funcionamiento de la vida cotidiana. Además, hay afecciones (por ejemplo, los problemas de tiroides, un tumor cerebral o un déficit de vitaminas) que pueden asemejarse a los síntomas de depresión, por lo que es importante descartar causas médicas generales”.
Cómo se diferencia la depresión de la melancolía o la tristeza
Irene Ampuero, psicóloga general sanitaria especializada en terapia infanto-juvenil y adultos del Instituto Psicológico Cláritas de Madrid, España, expresó a Infobae en una nota reciente que la principal diferencia entre la depresión y la melancolía o tristeza radica en que la primera es considerada un trastorno, mientras que la melancolía y la tristeza son estados emocionales.
Explicó Ampuero: “La depresión se diagnostica mediante la presencia de al menos cinco síntomas, entre los cuales se encuentran el estado de ánimo deprimido o la pérdida de interés o placer, durante un período mínimo de dos semanas. Otros síntomas pueden incluir cambios en el apetito o el peso, problemas de sueño, falta de energía, sentimientos de inutilidad o culpa, y dificultades para concentrarse. Además, para que se pueda realizar el diagnóstico, estos síntomas deben causar un malestar significativo y afectar negativamente la vida del individuo”.
Explicó la psicóloga, que la melancolía y la tristeza son emociones que suelen ser transitorias, es decir, tienen un comienzo y un final. “Estas emociones suelen aparecer en respuesta a una pérdida, ya sea de algo o de alguien. Aunque pueden resultar desagradables, también tienen una función importante, ya que nos permiten reflexionar sobre nuestras preferencias y nos vuelven vulnerables para pedir ayuda a los demás”.
En cambio, la depresión “tiene su origen en una combinación de factores biológicos, como la presencia de antecedentes familiares, factores personales, como patrones de pensamiento pesimistas, y factores precipitantes, como eventos estresantes en la vida de la persona. Estos factores interactúan y pueden llevar al desarrollo de la depresión”.
Cuáles son las causas de la depresion
La depresión es una condición compleja y multifactorial, y sus causas no se limitan a un solo factor. Se cree que una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales contribuye al desarrollo de la depresión.
Según APA, algunos de ellos son:
- Factores bioquímicos: las diferencias en determinadas sustancias químicas del cerebro pueden contribuir a los síntomas de la depresión.
- Genéticos: la depresión puede venir de familia. Por ejemplo, si un gemelo idéntico tiene depresión, el otro tiene un 70% de posibilidades de tener la enfermedad en algún momento de su vida.
- Personalidad: las personas con baja autoestima, que se abruman fácilmente por el estrés o que suelen ser pesimistas, parecen tener más probabilidades de sufrir depresión.
- Factores ambientales: la exposición constante a la violencia, el abandono, el abuso o la pobreza puede hacer que algunas personas sean más vulnerables a la depresión.
Los distintos tipos de depresión
Las depresiones pueden clasificarse básicamente en cuatro tipos, según la Clínica Universidad de Navarra:
- Depresión mayor: “Tiene un mayor componente genético y menor influencia de factores externos. Puede aparecer de manera recurrente y, en algunos casos, guarda una cierta relación con la estación del año”.
- Depresión reactiva: “está causada por una mala adaptación a circunstancias ambientales estresantes”, afirmó la universidad.
- Distimia: “Antiguamente conocida como neurosis depresiva, se caracteriza por un cuadro depresivo de intensidad menor a los anteriores, de evolución crónica (más de dos años), sin periodos asintomáticos y con sentimientos de incapacidad y somatizaciones. Este último tipo de depresión parece guardar una relación más estrecha con la forma de ser y con el estrés prolongado”.
- Depresión enmascarada: este tipo en vez de manifestarse con los síntomas ya referidos, aparece como molestias orgánicas -somatizaciones- o cambios en la conducta, explica la universidad.
Cómo es el tratamiento de la depresión
De acuerdo a APA, la depresión se encuentra dentro de los trastornos mentales con mayor capacidad de tratamiento. “Entre el 80 % y el 90 % de las personas con depresión responden bien al tratamiento. Casi todos los pacientes logran bastante alivio de sus síntomas”, dice la asociación.
El tratamiento de la depresión es individualizado y puede implicar una combinación de enfoques médicos, terapéuticos y de estilo de vida. Incluyen la psicoterapia, medicamentos antidepresivos especialmente, ejercicio, cambios en el estilo de vida y apoyo social.
También existen técnicas centradas en la neuromodulación, que incorporan energía eléctrica, magnética o de otro tipo para estimular las vías cerebrales. “Entre los ejemplos de neuromodulación se incluyen la terapia electroconvulsiva (TEC), la estimulación del nervio vago (ENV), la estimulación magnética transcraneal (EMT) y la estimulación cerebral profunda experimental (ECP)”, explica APA.
Los hábitos de vida que contribuyen a superar la depresión
Los expertos afirman que el estilo de vida tiene un efecto protector sobre la depresión. “Cuantos más factores saludables se sigan, menor es el riesgo de desarrollar depresión. Esto se aplica incluso a las personas con un alto riesgo genético de depresión, lo que sugiere que el estilo de vida puede modificar la vulnerabilidad genética”, afirmó la doctora del Hospital de Clínicas.
Y añadió: “Estos hábitos pueden ayudar a prevenir la depresión porque tienen efectos beneficiosos sobre la estructura y el funcionamiento del cerebro, el sistema inmunológico, el metabolismo y la expresión genética que es altamente regulada y puede ser influenciada por diversos factores internos y externos como los hábitos. Además, estos cambios de hábitos pueden mejorar el estado de ánimo, la autoestima y el bienestar general”.
Entre los hábitos saludables a seguir se encuentran, según la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM):
- Hacer actividad física. El ejercicio ayuda a mantenerse físicamente en forma y a dormir mejor. También contribuye a concentrarse en otras cosas y no en los pensamientos y sentimientos dolorosos, dicen en la sociedad.
- Alimentarse bien: “Puede que no tengas mucha hambre, pero intenta comer con regularidad. Es fácil perder peso y quedarse sin vitaminas cuando estás deprimido, o comer demasiada comida basura y engordar lo que no quieres. Una dieta equilibrada, con mucha fruta y verdura, puede ayudar a mantener el cuerpo y la mente sanos”, aconseja SEPSM.
- Evitar el alcohol y las drogas: “El alcohol puede hacer que te sientas mejor durante un par de horas, pero en realidad empeora la depresión a largo plazo. Lo mismo ocurre con las drogas, especialmente el cannabis, las anfetaminas, la cocaína y el éxtasis”, dice la entidad.
- Crear una rutina de sueño: “Intenta acostarte a la misma hora cada noche y levantarte a la misma hora cada mañana. Haz algo que te guste antes de acostarte, como escuchar música relajante o leer un libro”.
- Probar realizar actividades relajantes: “Si te sientes tenso todo el tiempo, prueba con ejercicios de relajación, yoga, masajes, aromaterapia u otra actividad que te resulte relajante”.
Finalmente, SEPSM recuerda que “hay muchas otras personas que han tenido depresión y se han recuperado: hay ayuda y tienes derecho a la ayuda que necesitas para sentirte mejor”.