Ernie Mundell -- Numerosos estudios han confirmado que las pruebas anuales de detección del cáncer de pulmón mediante tomografías computarizadas (TC) salvan vidas. Sin embargo, han surgido nuevos datos que muestran que las exploraciones a menudo detectan anomalías que conducen a pruebas invasivas de seguimiento, y a más complicaciones.
Aunque nadie dice que todos los fumadores y exfumadores deban omitir las TC pulmonares, las tasas de complicaciones del "mundo real" tras las pruebas de detección podrían ser más altas de lo que los médicos asumían antes, señalaron los investigadores.
Quizá los médicos deban “priorizar” las pruebas de detección para aquellos pacientes que tienen “más probabilidades de recibir un beneficio neto de las pruebas de detección en relación con las complicaciones potenciales y otros daños”, explicó un equipo dirigido por Katharine Rendle. Es profesora asistente en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 2 de enero de la revista Annals of Internal Medicine.
El cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer, responsable de más de 127,000 muertes en 2023, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
Sin embargo, la detección temprana puede salvar vidas. En 2021, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (un panel independiente de expertos) recomendó la realización de pruebas anuales de detección del cáncer de pulmón para todos los adultos de 50 a 80 años que tengan un historial de tabaquismo de 20 paquetes-año, lo que significa que fumaron al menos 20 cigarrillos al día durante 20 años o más.
Un estudio reciente encontró que el 81% de las personas cuyos tumores habían sido detectados en una tomografía computarizada anual seguían vivas 20 años después.
Sin embargo, como en todas las pruebas de detección, pueden ocurrir resultados falsos positivos (cuando algo que parece cáncer de pulmón resulta ser benigno), lo que lleva a pruebas de seguimiento innecesarias.
En el ensayo grande que desencadenó las nuevas directrices de detección, estas pruebas posteriores y las complicaciones asociadas fueron relativamente bajas. El equipo de Rendle quería ver si eso seguía siendo cierto, a medida que las pruebas de detección se generalizaban y se trasladaban a un entorno del “mundo real”.
El nuevo estudio rastreó los resultados de casi 9,300 pacientes de EE. UU. que se sometieron a pruebas de detección del cáncer de pulmón en cinco sistemas de atención de la salud importantes entre 2014 y 2018.
Encontraron que poco menos del 16 por ciento de los pacientes tenían algún tipo de "anormalidad" en sus tomografías computarizadas. De esos 1,492 pacientes, un total de 140 fueron diagnosticados con cáncer de pulmón durante el año siguiente.
Alrededor de un tercio (31,9%) de los pacientes que se sometieron a un examen de detección por TC recibieron algún tipo de exploración de seguimiento, mientras que un número mucho menor (2,8%) tuvo que someterse a una biopsia de pulmón u otra prueba invasiva.
Entre este último grupo, casi un tercio (30.6 por ciento) tuvo algún tipo de complicación debido al procedimiento, desde problemas respiratorios transitorios hasta un paro cardiaco o un pulmón colapsado.
El equipo de Rendle anotó que esta tasa de complicaciones es mucho más alta que la tasa de un 17.7 por ciento observada en el Ensayo Nacional de Pruebas de Detección de Pulmón (NLST, por sus siglas en inglés), que estimuló las recomendaciones actuales de pruebas de detección del cáncer de pulmón.
¿Por qué la diferencia?
El equipo de Rendle cree que los pacientes del "mundo real" con frecuencia están más enfermos que los que fueron seleccionados para el NLST: eran "mayores, eran más propensos a fumar actualmente y tenían una tasa más alta de afecciones comórbidas [otras enfermedades]".
Todo eso pone a una persona en un riesgo más alto de complicación tras cualquier prueba invasiva, anotó el equipo de Rendle.
Así que, en general, "observamos unas tasas más altas tanto de procedimientos invasivos como de complicaciones en los pacientes evaluados para el cáncer de pulmón", en comparación con lo que se observó en el NLST, señalaron los investigadores.
Se trata de "una diferencia que podría cambiar el equilibrio entre los daños y los beneficios de las pruebas de detección en la práctica comunitaria", escribió el grupo de Rendle.
Los fumadores y exfumadores quizá deban tener conversaciones más detalladas con sus médicos, sopesando los pros y los contras de las pruebas anuales de TC para su caso particular, dijeron.
Más información
Encuentra más información sobre las pautas de detección del cáncer de pulmón de la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, 2 de enero de 2024