La pandemia no terminó y el COVID-19 no desapareció del globo, por más que muchos intentemos borrar de la memoria los momentos más difíciles del virus SARS-CoV-2. La enfermedad respiratoria que el mundo conoció por primera vez en 2020 aún sigue circulando y el patógeno que la causa evoluciona en nuevas variantes que los científicos vigilan de cerca.
Al filo del 2023 y debido a su rápida propagación a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la variante JN.1 del COVID como una variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés). Así, la agencia sanitaria de las Naciones Unidas, puso nuevamente la lupa sobre la evolución del virus SARS-CoV-2 y ahora los investigadores en todo el globo estudian si podría tener una mayor capacidad de transmisión o una mayor capacidad para evadir el sistema inmunológico.
En diálogo con Infobae, la reconocida patóloga pediátrica argentina Marta Cohen, quien reside en la ciudad británica de Sheffield hace 17 años, describió: “JN.1 es una variante descendiente de Ómicron, y desciende del sublinaje que se conocía como Pirola (BA.2.86), que aún continúa circulando. Es importante que se sigan haciendo los testeos”
Por su parte, el reconocido infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi explicó a Infobae que “por el momento se conoce poco de esta variante, pero debemos tener en cuenta que la mutación del virus es una normativa que tienen todos los patógenos para sobrevivir y seguir persistiendo”. Consultado por este medio, el doctor Ricardo Teijeiro, médico infectólogo del Hospital Pirovano consideró que “la variante JN.1 se propaga rápidamente, tiene alta expansión y una rápida contagiosidad, pero, con los datos disponibles, no es considerada una variante de gravedad”.
Frente a esta situación, quedan desprotegidos los bolsones de personas no vacunadas o quienes no se aplicaron los refuerzos contra el COVID-19. Ya que las vacunas son la mejor herramienta de salud pública para disminuir el riesgo de formas graves de la enfermedad, la hospitalización y la muerte por coronavirus.
La variante JN.1 es dominante en EEUU
“JN.1 es un linaje descendiente de BA.2.86, y la muestra más antigua se recolectó el 25 de agosto de 2023. En comparación con BA.2.86, la variante JN.1 presenta la mutación L455S adicional en la proteína de pico”, detalló la OMS al explicar las razones del interés sobre su vigilancia epidemiológica.
La agencia sanitaria de la ONU precisó que, al menos con los datos actuales, debido a la cobertura vacunal diferencial y la circulación de variantes del SARS-CoV-2 en todo el mundo, “la inmunidad de la población sigue siendo heterogénea a nivel mundial y, por lo tanto, el potencial de escape inmunológico de JN.1 depende de los antecedentes inmunológicos de la población analizada”.
En ese marco, la variante JN.1 del COVID-19 se ha convertido en la dominante en Estados Unidos, con un aumento significativo de casos en el último mes. Los datos del último reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que para fines de diciembre, JN.1 representó entre el 40% y el 50% de los casos de COVID-19 en el país, en comparación con el 7% a fines de noviembre.
¿JN.1 es una variante más contagiosa y peligrosa?
La doctora Cohen señaló que: “La variante JN.1 se encontró por primera vez hace unos meses en EEUU y según informaron el último día de diciembre, ya alcanzó el 40% de los linajes de COVID circulantes en ese país. JN.1 es mucho más contagiosa. Por supuesto, eso se debe a cambios o mutaciones en la proteína de la espiga. Lo bueno es que no se ha incrementado la mortalidad. Sí han aumentado un 52% los casos de COVID en el mundo en diciembre en comparación con noviembre”
Para muchos expertos en EEUU, este aumento era previsible, ya que las distintas mutaciones del virus SARS-CoV-2 tienden a propagarse inicialmente con lentitud y luego aceleran su transmisión. En su última actualización sobre la situación epidemiológica, los CDC resaltaron que las vacunas, las pruebas de detección y los tratamientos disponibles contra el COVID-19 mantienen su efectividad también contra JN.1.
“Es demasiado pronto para saber si el JN.1 provocará un aumento de las infecciones u hospitalizaciones y en qué proporción lo hará”, afirmó el informe de los CDC y advirtió que el SARS-CoV-2 todavía representa “una amenaza grave para la salud pública”, en especial para los grupos vulnerables: personas con inmunocompromiso, pacientes con enfermedades preexistentes, bebés y adultos mayores de 65 años.
La médica infectóloga Romina Mauas, del equipo de Helios Salud, el centro fundado por el reconocido médico infectólogo Daniel Stamboulian, indicó que “las nuevas variantes del SARS-CoV-2 son variantes con mayor transmisibilidad, pero con más afectación de la vía aérea superior y no tanto a nivel pulmonar alveolar. Entonces, si bien el incremento de casos puede ser rápido, la gravedad es menor”
“Cuando las personas se reúnen en el interior, cerca unas de otras, celebran fiestas, viajan y asuntos por el estilo, es el tipo de circunstancias en las que todos los virus respiratorios, incluido el JN.1, tienen oportunidades de propagarse”, dijo el doctor William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en un artículo en el New York Times. El experto hizo una recomendación que es adecuada para cualquier rincón del globo, tanto en el hemisferio norte o sur: “Vacunarse (contra el COVID) es un buen regalo de Año Nuevo si aún no lo has hecho”, dijo Schaffner.
No debemos olvidar que los virus respiratorios siguen cierta estacionalidad, el invierno en EEUU y Europa provoca que las personas pasen más tiempo en espacios interiores, con las ventanas cerradas y menor ventilación, lo que genera un caldo de cultivo propicio para la transmisión del virus a través de microgotitas en el aire. A esto se suma las recientes festividades de Acción de Gracias y Fin de Año.
¿Cuáles son los síntomas de la variante JN.1?
Aunque la mayoría de las personas infectadas con la JN.1 no desarrollan enfermedad grave, los síntomas son similares a las variantes anteriores de COVID-19 y a otros patógenos respiratorios y gastrointestinales. Los síntomas incluyen tos, fiebre, dolor corporal y fatiga.
La pediatra argentina residente en Reino Unido, advirtió sobre la importancia de los hisopados: “En general, la gente no se testea y esta variante, como todas las subvariantes de Ómicron en general, producen cuadros respiratorios de las vías respiratorias superiores, como un resfrío, dolor de cabeza, dolor muscular, dolores abdominales, vómitos y diarreas. Y esos cuadros son similares a muchos virus (puede tratarse de enterovirus, adenovirus, o virus sincitial respiratorio que también puede ser grave). Por eso, es recomendable testearse, para saber de qué virus se trata, y si uno contrajo la infección aislarse y usar tapabocas o barbijo”.
En el mundo, se mantiene la recomendación de las medidas de prevención como el uso de mascarillas ante la aparición de síntomas, mejorar la ventilación en interiores, quedarse en casa cuando se está enfermo y recibir las vacunas actualizadas contra la COVID-19 para protegerse.
En tanto, el doctor Teijeiro destacó que en el hemisferio norte aumentó aproximadamente un 14% la diseminación del COVID por esta variante, pero la influenza aumentó más, un 20% en el mismo período. Obviamente JN.1 produce una infección aguda respiratoria, pero leve, y sin demasiada magnitud”
Qué se sabe de la nueva variante JN.1 en Argentina
La secuenciación genómica es una herramienta fundamental para analizar la composición de los virus circulantes y vigilar la evolución de las variantes del COVID-19, sin embargo se utiliza muy poco en Argentina. Y se analizan pocas muestras, por lo que los resultados de esa secuenciación no reflejan la situación epidemiológica en curso.
Tampoco se está desarrollando en el país una campaña de vacunación robusta y federal que inste a toda la población a completar el esquema inicial o a recibir las vacunas de refuerzo.
Los infectólogos coinciden en que, para anticiparse a los movimientos del virus y al crecimiento de las nuevas infecciones, es fundamental la vigilancia epidemiológica, esto significa hisopar y tomar muestras de los pacientes que cursan la infección y analizar en el laboratorio cuáles son las variantes circulantes y cómo evolucionan.
Como ejemplo, el último boletín epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, reporta 488 casos de COVID en todo el país en la Semana Epidemiológica 51 (del 17 al 23 de diciembre de 2023), pero casi el 40% de esos contagios son de semanas anteriores, o sea que se plasmaron con demora en el sistema de carga oficial.
Así, la foto de cómo el virus circula pierde actualidad, y con una radiografía antigua es imposible realizar un buen diagnóstico.
Según lo últimos datos divulgados por el Ministerio de Salud de la Nación, “en relación a las variantes de interés (VOI) designadas recientemente por OMS, al 27 de diciembre de 2023 se detectaron en Argentina un total de 2 casos confirmados de la variante BA.2.86 (con residencia en la provincia de Santa Cruz) y 3 casos de la variante JN.1 (2 casos con residencia en la Ciudad de Buenos Aires y 1 caso en la provincia de Santa Cruz).
Además, en cuanto a la secuenciación genómica realizada hasta la fecha, la situación de variantes de SARS-CoV-2 en Argentina se caracteriza por una circulación exclusiva de la variante Ómicron. “En relación a los linajes de Ómicron, se verifica un predominio de la variante XBB, EG.5 y algunas detecciones de BQ.1″, puntualizó el boletín epidemiológico.
El doctor Pizzi señaló que “cuando al virus del COVID le ponemos barreras trata de eludirlas, por eso siempre van apareciendo nuevas variantes o subvariantes, como Pirola y ahora JN.1. Las vacunas de ARN mensajero, especialmente como las que creó la científica húngara y premio Nobel 2023 Katalin Karikó, tienen la ventaja de tener una plataforma que puede modificarse y actualizarse para protegernos”.
Pero el especialista subrayó, que hasta el momento no hay disponible información actualizada sobre la circulación de JN.1 en la zona mediterránea de Argentina porque “no se hizo una evaluación serológica como para decir si ingresó”.
¿Quiénes deben vacunarse en Argentina?
Según las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben contar con el esquema primario de dos dosis y al menos un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses o un año, según el riesgo ante la infección.
Aplicarse las dosis de refuerzos es clave para sostener la protección y prevenir el desarrollo de formas graves de la enfermedad. En Argentina, las vacunas contra el COVID están disponibles en los vacunatorios y hospitales públicos según la distribución que realiza cada una de las 24 jurisdicciones. Así, cada persona, en CABA y las provincias, debe consultar el sitio más cercano para recibir los refuerzos.
La frecuencia de las dosis contra el coronavirus:
- Grupos de alto riesgo de enfermedad grave: los mayores de 50 años, personas con inmunocompromiso y embarazadas deben aplicarse una dosis de refuerzo contra el COVID a los 6 meses de la última dosis (independiente del número de refuerzos) y continuar con esta periodicidad.
- Grupos de riesgo medio de enfermedad grave: los menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas y obesidad), el personal de salud y personal estratégico deben recibir una dosis de refuerzo a los 6 meses y continuar con refuerzo anual.
- Grupos de riesgo bajo de formas graves de la infección: los menores de 50 años sin comorbilidades deben recibir una dosis de refuerzo anual.