¿Sabías que durante las Fiestas aumenta el riesgo cardíaco? En esta época del año, suele registrarse un aumento de la tasa de infarto y muerte, fenómeno conocido como el “Efecto del Día Festivo”. Una explicación posible es el aumento de la vulnerabilidad emocional y el estrés agudo, sumado a los excesos alimentarios, la ingesta de alcohol y las quemaduras por uso de pirotecnia de venta masiva.
Los sentimientos de soledad, angustia y tristeza —por frustraciones personales, por la ausencia de seres queridos, etcétera— suelen ser prevalentes previo al evento cardiovascular. El estrés agudo genera una activación súbita de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y favorece el desarrollo de arritmias.
Una investigación realizada en Suecia demostró un incremento de la tasa de infarto de un poco más de un tercio durante las Fiestas.
Las siguientes son algunas sugerencias para cuidar el corazón en esta época del año:
—Respetar las horas de descanso.
—Mantener la práctica de ejercicio.
—Evitar fumar o intentar abandonar el tabaco.
—Planificar la ingesta de alimentos desde los días previos y para los posteriores a las Fiestas, para limitar el balance positivo calórico.
—Pensar en un menú rico con diferentes opciones según las personas invitadas y tratar de balancear las cantidades.
—Limitar el uso de sal en la cocción de los alimentos y en la mesa y la ingesta de pan.
—Moderar la ingesta de bebidas alcohólicas —no más de dos copas en el hombre y una en la mujer— y de bebidas azucaradas. Beber más agua, especialmente en este contexto de temperaturas elevadas.
—No suspender los medicamentos habituales y preguntar al médico por las interacciones con bebidas alcohólicas, especialmente por fármacos sedantes, anticonvulsivantes, psicotrópicos.
—Tomarse un tiempo para meditar.
—Recordar el sentido profundo de las Fiestas: valorar el encuentro amigable con las personas queridas y acercarse afectivamente y con palabras de empatía a quienes atraviesan un momento de vulnerabilidad.
—Consultar precozmente ante la presencia de dolor de pecho de inicio súbito, falta de aire, palpitaciones o pérdida de sensibilidad o movilidad, trastorno del habla o de la visión.
Paracelso, médico, alquimista y astrólogo suizo (1493-1541), sostenía que, más allá de su composición química, la dosis hace al veneno. Los excesos explican muchos de los malestares y el aumento de las consultas médicas. El bienestar y los cuidados de salud se basan en una vida balanceada.
Las sugerencias para evitar desajustes médicos son simples y con una mirada filosófica: es importante disfrutar de las Fiestas en términos humanos y no alimentarios; es importante tener límites sanadores, aprender a decir que “no” y evitar los excesos alimentarios. Más que nunca, hay que condimentar estos encuentros festivos con una dosis óptima de templanza, empatía y misericordia, y mucho pero mucho amor.
*Sergio Baratta es jefe de Cardiología del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, una entidad sin fines de lucro dedicada a la asistencia, la docencia y la investigación biomédica. Director asociado del Departamento de Medicina Interna y profesor adjunto de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral.